Mariana Enriquez: «La ciencia ficción acaba siendo realista»

Cuando Mariana Enriquez era una niña tenía una colección de muñecas pelonas. La gente pensaba que se dedicaba a emular que era una gran mamá, pero en realidad ella jugaba a «El orfanato» por influencia de las lecturas de Dickens y las Brontë. Esos fantasmas de la infancia no la abandonaron cuando se hizo mayor y comenzó a escribir historias imposibles que sirven para interpretar la realidad. Su última obra es Un lugar soleado para gente sombría (Anagrama), una colección de cuentos donde el mal acecha en cada página, que ha presentado esta primavera en España al estilo de las giras de las grandes estrellas del rock. 

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