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10 poemas de José María Fonollosa

10 poemas de José María Fonollosa

José María Fonollosa fue un poeta nacido en Can Tunis, Barcelona, en 1922. Se le considera un caso singular de poeta secreto en la literatura española ya que se mantuvo inédito durante casi treinta años, entre 1961 y 1990, período en que permaneció al margen de corrientes literarias, siendo totalmente desconocido para crítica y público. Publicó su primer libro, La sombra de la luz (1945), cuando aún no había cumplido los veintitrés años. Dos años más tarde apareció su segundo libro, Umbral del silencio (1947). Hubo dos viajes que marcaron profundamente la vida del autor, el primero en 1951 a Cuba, donde permaneció diez años y publicó Romancero de Martí(1955), y posteriormente a Nueva York, donde terminó de escribir Ciudad del hombre: New York (Sirmio, 1990) editado por Pere Gimferrer. Tras su muerte en 1991 se publicaron los libros Ciudad del hombre: Barcelona (DVD ediciones, 1996), Poetas en la noche (Quaderns Crema, 1997) y Destrucción de la mañana (DVD ediciones, 2001). En 2016 la editorial Edhasa reunió su obra poética en el volumen Ciudad del hombre, con prólogo y edición de José Ángel Cilleruelo. Sus poemas han sido musicalizados por cantantes como Joan Manuel Serrat y Albert Pla. Fonollosa no es tanto un poeta marginado por la época como un poeta que decide marginarse de una época con la que no comulga, una voz del hombre que no encuentra su lugar en el mundo y menos entre otros hombres. Un autor de culto al que todavía es necesario rescatar.

***

DOYERS STREET

No vendrá. De verdad. No vendrá nunca.

Mi cuarto es muy modesto para el éxito.
Ni hallaría la casa tan siquiera.

Mi cuarto es muy austero para amigos.
Nadie viene a reunirse entre estos muros.

Mi cuarto es también frío y muy pequeño.
¿Cómo cobijar, pues, un gran amor?

No es lógico esperar. No vendrá nunca
un éxito, un amigo, un gran amor.

Debiera de una vez cerrar la puerta.

***

KENNAMORE STREET

Yo quiero que tú sufras lo que sufro:
aprenderé a rezar para lograrlo.

Yo quiero que te sientas tan inútil
como un vaso sin whisky entre las manos;
que sientas en el pecho el corazón
como si fuera el de otro y te doliese.

Yo quiero que te asomes a cada hora
como un preso aferrado a su ventana
y que sean las piedras de la calle
el único paisaje de tus ojos.

Yo deseo tu muerte donde estés.
Aprenderé a rezar para lograrlo.

***

PLAÇA D’ESPANYA

El mundo nos resulta ajeno, inhóspito.
Debiera ser destruido por completo.
Construir un mundo nuevo sin sus ruinas.

Y estrenar una vida diferente.

Pero al pasar el tiempo el nuevo mundo
tampoco hallarán propio nuevos hombres.
También ellos querrán un mundo nuevo.

Mejor fuera destruirlo y no hacer otro.

***

TIMES SQUARE II

Contemplo cómo salen del local
parejas enlazadas de las manos.
Cuánta mujer hermosa en todas partes.
El vestíbulo exhibe con orgullo
su muestrario de chicas estupendas.

Un amigo a mi lado me saluda.
Me comenta: «Qué film más aburrido.
Las historias de amor son soporíferas».
Yo asiento. Y admirados vigilamos
a una mujer preciosa. Acompañada.

Observo cómo mira ávidamente
las muchachas que surgen de la sala
como los coches surgen de un garaje
ostentando sus líneas sugestivas.
Como las miro yo seguramente.

También él siente el tedio. Ambos quisiéramos
un amor, un hogar de esos que vemos
en el cine y decimos nos aburren.
No igual a aquel que tienen los amigos
que en su gran mayoría se han casado.

Ante una moto grande y esplendente,
como un bello caballo de fuel puro,
nos paramos: «¿Te dejo en algún sitio?»,
precavido pregunta. Yo no acepto.
Buscaré a alguna chica por el Village.

***

MI CORAZÓN NO SIRVE PARA AMAR

Mi corazón es tierra seca y dura.
Mi corazón no sirve para amarte.

Mira adelante y ríe si me marcho;
baja la vista y llora si me quedo.

***

RONDA DE SANT PERE

No es cierto que transiten por las calles
solo seres frustrados, transportando,
cansados, su cadáver insepulto.

A veces también pasa muchos jóvenes
llevando al hombro sueños y pancartas.
Y ellos no están frustrados. Todavía.

***

MIRADA

Dolía su mirada. Me dolía
hasta en los pliegues altos de mi cuello.
No pude siquiera encogerme de hombros.

Arañaba la lluvia en los cristales
cuando envolví el amor en un papel.
Ella me miró con su mirada.

Me dolían sus ojos. Los cerré.
Dolía su mirada ya tan muerta.

***

CARRER DE GIRONA

Es difícil vivir. Es muy difícil.
Parece que los otros nunca saben
lo que deben hacer, decir… Se portan
como actores que ignoran hasta el tema
y lo equivocan y estropean todo.

O a lo mejor soy yo quien se ha adentrado
en alguna obra cuyo asunto ignoro
y aquello que hago y digo no concuerda
con la trama que expone la otra gente.

Por eso necesito mucho tiempo-
Tengo que reconstruir cada jornada
el mundo que destruyen los demás.

Y estudiar cada noche las razones,
por qué las cosas salen de otro modo
a como las tenía bien planeadas.

Y debo preparar con gran cuidado
lo que yo haré y diré al día siguiente.
Y lo que harán, dirán, también los otros
según las situaciones que programo.

Mas no sucede igual a lo previsto.
Por eso necesito estar a solas.
Necesito estar solo mucho tiempo.
Tengo que reconstruirme cada día
mi mundo, que destruyen los demás.

***

8.40

Subo las escaleras de mi casa
despacio, descontento, taciturno.
Tan sólo un pensamiento me conforta:

Las casas están llenas de frustrados.
De seres, como yo, sin aptitudes
para ser singulares en enjambres
pese a aspirar brillara su luz propia.

Y poco a poco fueron acogiéndose
a un amor, profesión, final destino
que no era el que anhelaran. Y están solos.

***

NO A LA TRANSMIGRACIÓN EN OTRA ESPECIE

No a la transmigración en otra especie.
No a la post vida, ni en cielo ni en infierno.
No a que me absorba cualquier divinidad.

No a un más allá, ni aun siendo el paraíso
reservado a islamitas, con beldades
que un libro garantiza siempre vírgenes.

Porque esos son los juegos para ingenuos
en que mi agnosticismo nunca apuesta.
Mi envite es al no ser. A lo seguro.

Rechaza otro existir, tras consumida
mi ración de este guiso indigerible.
Otra vez, no. Una vez ya es demasiado.

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Omar Gutiérrez Horta
Omar Gutiérrez Horta
2 años hace

Es una pena que existan poetas secretos.
Por eso agradezco se devuelva al aire el oxígeno que nunca debió faltar.