Karlos Linazasoro es un aforista y bibliotecario municipal nacido en Tolosa, Guipúzcoa, en 1962. Licenciado en Filología vasca, ha publicado libros de cuentos, novelas breves, teatro, aforismos, un diario poético, libros de poemas y haikus. También es autor de literatura infantil. Colabora en El Diario Vasco semanalmente desde hace más de veinte años. Algunos de sus textos están traducidos al castellano y forma parte de la antología Marcas en la piedra (Renacimiento, 2019).
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Rezar es para monologuistas.
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No me gustan los bautizos de fuego. ¡Pobres criaturas!
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La lechera siempre hace las cuentas en pesetas.
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Tendía puentes pero no les ponía pinzas.
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No me gusta levitar: se me desarma la camisa de fuerza.
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Me he percatado de que la vergüenza produce enajenación mental.
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Hay caricias que no tienen donde caerse muertas.
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Cada vez tardo más en esperarme.
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Siempre intento escribir claro y circunciso.
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Los hombres de una pieza suelen ser muy duros de cintura.
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La gente que no sirve para nada escribe mucho mejor.
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Los que llevan vuittones de mercadillo pecan de falsa modista.
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El hombre desciende del mono, cierto. Pero desciende mucho ¿no?
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Hay días en que mi moral está por los aires. Luego están los cazadores.
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