Salomé Ballesteros ha escrito una obra de teatro poético que, de tan rara como es, no se puede representar. Y lo que (no) se representa en sus páginas es precisamente el barrio de Carabanchel, auténtico protagonista de un libro inclasificable que contiene un prólogo de Luz Pichel y unas ilustraciones a color de Andrea López Montero.
En Zenda reproducimos dos fragmentos del teatro poético Mosaico de barr(i)o movedizo (Piezas Azules), de Salomé Ballestero.
***
PRÉAMBULO REAL
La escritora habla recostada desde el hospital de día, cinco mililitros de heparina en el PowerPort y muchas maquinitas haciendo “tiroririrí tiroririrí”, aunque en su cabeza escuche “si si llo llo no / no llo res no no.” Es que así se le pasa mejor el rato, ausentándose de la realidad y escribiendo poemas.
LA ESCRITORA
cayó un meteorito en Sierra Morena
pero la planta no lo sabe
esa planta tuya del alféizar
gris oscuro me recuerda un cartel
de cactus visite Paraguay
un cartel de agencia quebrada
nadie riega
tu planta forrada de plástico
no puede esconderse no sabe
en el azulejo sin reformar
sospecho que la palabra estornudo
va a dar mucho juego en este poema
es casi orgánica del mismo yeso
que tu baño sin reformar
y que las nubes solo que
sin tanto mecanismo
me asombro lucifer del estornudo
gris oscuro del polvo de tu alféizar
me asombro oscura y dolorida
de la burbuja al compás
de los veinte sillones articulados
***
DENTRO DE LA PANADERÍA
EL BARRIO
Los escaparates de este barrio no son importantes. Lo que muestran es más bien feo, género corriente. Conclusión: los escaparates del barrio no engañan a nadie. El escaparate de la panadería tiene cuernos de chocolate y letreros de todo a un euro, todo-todo muy grasiento. La panadera se llama Maricarmen y se cree poeta mientras ofrece ejemplares de periódico gratuito. Hoy las noticias no son buenas.
MARICARMEN
Este poema empieza con un verso muy tonto y acaba con una onomatopeya inesperada:
Esta es una guerra que empieza como todas las guerras
con una excusa macabra
Esto es un grito
Esto es la desesperación
Esto es una plegaria
No pasa el tiempo en el podómetro
Pasan los pasos y un enojo
Pasa un malestar pasa la risa
Pasa un semáforo y una nube
Pero una línea azul en el GPS no es algo que pase
Pasa eso sí el beso helado en la boca y el grito que piensa en la muerte.
Y la impaciencia por salir corriendo
Y a nadie parece que le importe nada cuánto
pesa un paseo por la Tierra con toda su agua dentro
Y pasa que la plegaria habla y hablan los pechos
al aire y los pechos dicen
: que regresen los dulces de leche 86
: que regrese la niña roja y el aullido
: que regrese la eternidad de hormiga,
sus mil patitas atacando la razón tan satisfecha
¡Ay!, me olvidaba, una buena onomatopeya
algo así como el eco de un gato
2 dobles de pez
una salvia marina eso o el ruido de la vecina de trajín tras el visillo.
¡Ay!, una onomatopeya
algo así como
piú piú
o el aspecto de la fundición de tuercas
unas pequeñas piezas que levitan y luego
plof plof
como si fueran de agua oye
¿y luego?
Luego la guerra.
—————————————
Autora: Salomé Ballestero. Título: Mosaico de barr(i)o movedizo. Editorial: Piezas azules. Venta: Todos tus libros.
BIO
Salomé Ballestero fue la última niña en nacer en Escalona del Prado, un pueblo segoviano sin hospital. Para definirse, ella dice que habría de saber de las que la criaron; también de las grandes personas, famosas y no, que conoció en trenes, montañas y asociaciones, en la pintura y en la danza. Cuidadora de niños, maestra de inglés y docente de jueces y médicos del mar, investigó la microbiota cuando aún no se hablaba de esas cosas, y ha escrito sesudos artículos sobre venenos en escenarios sorprendentes. Cree haber hallado su lugar en el mundo, pero para eso tuvo que descubrir a La Piscifactoría y sus gentes. Está muy contenta de haber escrito y dirigido un poema dramatizado y de ganar un premio de poesía que se apellida Galeno. En estos momentos anda practicando la perfopoesía, publicando su primer poemario y colaborando en el consejo editorial de la revista Agua. Aunque ha vagabundeado por media Europa, ha pasado la mayor parte de su vida en Carabanchel. Salomé Ballestero sigue en la tarea de buscarse. Si la encontráis, por favor, decidle algo. Mosaico de barr(i)o movedizo es su primer libro.
-
Historias de Persia, la visión griega de un imperio fascinante
/marzo 13, 2025/En la actualidad conocemos este vasto imperio ante todo como antagonista de los griegos en las Guerras Médicas y como árbitro de la política griega desde mediados del siglo V a. C. hasta la conquista de Alejandro Magno de Macedonia en el siglo siguiente. De hecho, gran parte de lo que sabemos sobre los antiguos persas proviene de fuentes griegas, que, aunque inevitablemente sesgadas, resultan irreemplazables. Entre ellas destaca Ctesias de Cnido, médico de profesión, nacido a mediados del siglo V a. C. Como atendió a Artajerjes II y otros miembros de la familia real, Ctesias tuvo acceso privilegiado a…
-
Una historia de Europa (CI)
/marzo 13, 2025/A todo esto, mientras el pastel mundial lo cocinaban Inglaterra, Alemania y Francia (y al otro lado del Atlántico los jóvenes Estados Unidos se preparaban para engullir su porción) y se lo repartían entre ellos, los extremos del Viejo Continente, oriental y occidental, Rusia por un lado y la península ibérica por otro, jugaban papeles secundarios en el cogollo europeo, al margen del negocio principal.
-
A cobijo de lenguajes inventados
/marzo 13, 2025/Ha habido muchos que han vivido a cobijo de lenguajes inventados, y así es el modus vivendi de quienes pueblan estas páginas (medievalizantes, caballerizantes, alucinantes). Ya lo advertí en otra ocasión: Laura Ramos ha conseguido narrar fuera de los géneros. ¿Poemas?, ¿novelas?, ¿un cuento escuchado al calor de la hoguera? Se suceden los diálogos, las descripciones (físicas, botánicas, geográficas, míticas) junto a los momentos de alto lirismo. Al mismo tiempo, tememos el hechizo y abrimos el libro como quien no quiere la cosa, sin despegar del todo una página de otra, mirando de refilón, pues quizá nos pegue un bocado…
-
Café en la nieve, de Matthew Dickman
/marzo 13, 2025/Fotografía de portada: Angela Deane. Como indica la editorial en una de las solapas, hay una extrañeza muy particular en los poemas de Matthew Dickman, un cierto grado de irrealidad que —al emerger dentro de un escenario cotidiano y, en apariencia, reconocible— inquieta y fascina a la vez. Podemos sentir la tentación de creer que cuando nos habla, en su tono cercano y cálido, de su gran tema, la familia (sus hermanos y hermanas, su madre, su exmujer o su hijo), nos está hablando justamente de eso. Pero los poemas siempre contienen un exceso, una zona de transición hacia algo…
mmmm…. No, no hay arte. Hay una intención. Hoy una sopa de letras puede ser un poema… o peor aún, una pieza dramática. Entronan obras conceptuales y lo hacen muy mal. La litertura está en su punto más bajo.