Con estos ingeniosos, lúcidos y lacónicos parpadeos acompañados de una serie de sus inconfundibles dibujos, el autor más importante de humor gráfico en España se suma a la larga tradición del arte del aforismo, que en la literatura en castellano ha contado con vocescomo la de María Zambrano, Ramón y Cajal y Antonio Machado. Con una ligereza solo aparente, Andrés Rábago reflexiona sobre los procesos creativos, su visión de las bellas artes y su concepción de la pintura y el dibujo. En el camino, convoca a artistas como Rubens, El Greco, Matisse o Rothko.
Zenda comparte 23 de los aforismos que integran Parpadeos, de Andrés Rábago (El Roto), publicado por Taurus.
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16
No pintar como quien eres, sino como
quien podrías llegar a ser.
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17
Después de pensar lo visible, el que ve
desaparece y sólo queda lo que ha visto.
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18
La distancia adecuada para contemplar
una obra de arte no es una distancia física,
sino mental, justo ahí, donde ya no existe
lo medible.
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19
Experiencia. Aprendo de un maestro
que aprende de mí.
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20
El monótono trabajo de cada día. ¡Ese
tiempo extraordinario!
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21
Yo no soy mi obra, aunque ella insista
en señalarme.
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22
Con la pintura, el lienzo sufre un proceso
alquímico que revela todo lo que ya estaba
allí.
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23
En los museos las obras de arte parecen
estar de cuerpo presente, y los visitantes se
comportan como deudos o allegados,
vigilados de cerca por los celebrantes
del sepelio.
24
Me gusta la pintura reservada, aquella que
no se entrega de inmediato al primero
que se le acerca. Detesto la otra, la buscona,
la que se te echa encima y parece ofrecerte
un revolcón.
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25
Las veladuras, mejor que aparezcan por
debajo que por encima. Por debajo hacen
buena cama; por encima se comportan
como sábanas desordenadas.
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26
Cuando la obra se enreda, busco,
desorientado, entre líneas y colores
el camino de salida, para volver a entrar
por otro lado.
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27
Lo primero que salta a la vista en un
cuadro con ínfulas es toda la retórica
que lleva encima.
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165
Todos necesitamos la mirada del otro.
Incluso el más extremo anacoreta tiene
necesidad de la mirada de Dios.
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175
Todo arte pertenece a su época. Si en la
época de Rubens hubiese nacido Picasso,
pintaría como Rubens.
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176
La seguridad no es fiable, sólo la duda lo es.
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177
El expresionismo abstracto es el último
avatar del romanticismo, pero descreído
y subvencionado.
178
Para que la obra sea más he de avenirme
a ser yo menos.
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179
Ir de lo simple a lo complejo y luego de
nuevo a lo simple. La verdad siempre es
sencilla.
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180
Podemos dejar visible parte del trabajo
subyacente, el visitante tiene derecho a
conocer los pasos que hemos dado.
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181
En ciertas culturas se repite una y otra vez
el modelo hasta alcanzar la perfección; en
la nuestra se repite una y otra vez el mismo
tema hasta alcanzar el hastío.
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182
El Roto trabaja con significados, mientras
que Rábago lo hace con enigmas.
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183
En el arte las reglas las dicta el juego.
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184
Pintar sin ser visto, ¡qué placer y qué
desgracia!
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Autor: Andrés Rábago. Título: Parpadeos. Editorial: Taurus. Venta: Todos tus libros.
Me encanta Andes Rabago