No hay final de año sin una buena lista, así que en este blog no vamos a ser menos. Como lo nuestro son los libros y las pantallas, aquí van treinta sugerencias literarias adaptadas al cine, la televisión y los proveedores por internet y estrenadas en 2018, ordenadas por fecha de estreno. No pretende ser una lista exhaustiva, porque en ambas categorías hay más de quince títulos solo de este año, y además en el caso de las series se han incluido solamente aquellas cuyo primer episodio se haya estrenado en los últimos doce meses, ignorando nuevas temporadas de obras ya comenzadas antes. Si el título está en rojo, se puede pulsar en él para leer un artículo más extenso. Si alguien quiere sugerir alguna más, puede hacerlo en la sección de comentarios.
The Alienist (TNT, 21 de enero)
Basada en la novela de Caleb Carr, es una miniserie de diez episodios ambientada en la Nueva York de 1896, donde un asesino en serie está matando a prostitutos menores de edad. El comisario jefe, Teddy Roosevelt (figura real) arma un equipo formado por un psicólogo (Daniel Brühl), un ilustrador del New York Times (Luke Evans) y la primera mujer empleada por la policía neoyorquina (como secretaria, Dakota Fanning). Lo de «alienista» viene porque en el siglo XIX es como se llamaba a las personas que sufrían enfermedades mentales, al estar «alienadas» de sí mismas. Es una serie de tono gótico y detectivesco, dirigida por Cary Fukunaga, el de la temporada buena de True Detective, que tendrá continuación con la adaptación de otra novela del mismo autor.
Altered Carbon (Netflix, 2 de febrero)
Basada en la novela de Richard K Morgan, es una miniserie de diez episodios, ya renovada por otros ocho, calificada como «ciencia ficción cyberpunk distópica». Situada principalmente en San Francisco el año 2384, nos lleva a un futuro donde la mente de una persona se puede descargar en un disco colocado en la nuca y cambiar a otro cuerpo, sea humano o sintético. Es decir, que con la previsión adecuada, alguien puede vivir eternamente mientras su disco no sea destruido y vaya cambiando de cuerpo cuando sea necesario. En la práctica, quizá como pasa hoy en día con los procedimientos quirúrgicos más caros, solo los más ricos del mundo, apodados «Matusalenes», pueden acceder a este estilo de vida, en el que lógicamente se apropian de las «fundas» o cuerpos más cañón del momento. Entre ellos está el de Takeshi Kovacs (Joel Kinnaman) un mercenario cuyo papel en la sociedad de su tiempo es una de las complejidades de la trama. Es ciencia ficción musculosa, oscura de diseño, y envuelta en muertes misteriosas y escándalos sociales que resolver. James Purefoy es el millonetis desdeñoso y Martha Higareda la poli dura y latina.
The Looming Tower (Hulu, 28 de febrero)
Basada en una parte del libro de Lawrence Wright, es un drama político-factual de diez episodios sobre los eventos que llevaron al 11-S y la destrucción de las Torres Gemelas en 2001, con Osama bin Laden como una desconocida figura a la que no se prestó atención hasta que fue demasiado tarde y una lucha interna entre el FBI y la CIA que permitió que el grave suceso ocurriera. Jeff Daniels encarna a John O’Neill, figura real al frente del antiterrorismo estadounidense en aquelmomento, y Tahar Rahim hace lo propio con Ali Soufan, el agente libanés que era de los poquísimos del FBI que sabía hablar árabe.
Fariña (Antena 3, 28 de febrero)
Basada en el libro de Nacho Carretero, había estado en la nevera durante meses hasta que la reaparición en las noticias del narcotraficante Sito Miñanco y el secuestro judicial del libro vinieron a hacerle publicidad gratis al proyecto. Es la historia de una década en el narco gallego, a episodio por año, que en el extranjero Netflix está vendiendo como Cocaine Coast, y que en España nos sabe a tabaco de batea y a telediarios de los 80. Lancheros, capos, drogatas, esposas, amantes, equipos de Segunda B, polis parsimoniosos y miña terra galega, con tu cielo siempre gris. Un estupendo proyecto con poco que envidiar a Narcos más allá del presupuesto.
The Terror (AMC, 25 de marzo)
Basada en la novela de Dan Simmons, es un relato ficcionalizado en diez episodios de una expedición real, la de Sir John Franklin en 1845 a la búsqueda del «pasaje del noroeste», una ruta que permitiera comunicar Europa y Asia navegando por el norte de Canadá. Combinando hechos auténticos sobre la malograda aventura con elementos sobrenaturales de las tradiciones nativas, sale un infierno gótico sobre hielo en el que las condiciones exteriores y los demonios interiores acaban diezmando a las tripulaciones del Terror y el Erebus, los dos barcos participantes.
The City and The City (BBC, 6 de abril)
Basada en la novela de China Miéville, es una curiosa mezcla de ciencia ficción, ucronía política e historia negra de detectives, ambientada en las extrañas ciudades gemelas de Besźel y Ul Qoma. Situadas en algún vago lugar de una Europa oriental de ambiente retro, lleva el entorno «telón de acero» a sus últimas consecuencias, ya que ambas ciudades coexisten en el mismo espacio físico, pero mientras que una es un lugar avanzado, próspero y democrático, aunque no carente de problemas, la otra está bajo una férrea dictadura de estética definida como «Estambul en los 70» y con un alfabeto ficticio hecho de influencias eslavas. Los habitantes de ambas no pueden verse mutuamente, no tanto por imposibilidad física como porque desde niños se les ha enseñado a no mirar al otro lado de la calle, y hay un siniestro cuerpo de seguridad que vela por que esto siga así, «desapareciendo» a los infractores. Cuando quien se desvanece es una estudiante estadounidense, esta vez se necesitan respuestas en vez de encoger los hombros y mirar al suelo. Son cuatro episodios ambiciosos y originales.
Killing Eve (BBC America, 8 de abril)
Basada en la saga de novelas Codename Villanelle, de Luke Jennings, ha sido una de las sorpresas del año, dando una novedosa vuelta de tuerca al subgénero de la asesina política y los agentes que intentan capturarla. Sandra Oh interpreta a la americana de origen coreano que trabaja para el MI5 británico y Jodie Comer a una multilingüe mercenaria psicopática empeñada en divertirse con su profesión en vez de simplemente entrar, matar y salir, lo cual desquicia a sus mandos. No es una comedia, aunque tiene muchos momentos de humor negro, y la relación obsesiva que ambas mujeres acaban teniendo la una con la otra, vigiladas por una tercera, la veterana Fiona Shaw, adquiere vida propia más allá de las laberínticas misiones y momentos de tensión entre espías, que también se sostienen bien por sí solos. Con solo ocho episodios de duración, es lo justo antes de que se desmorone el castillo de naipes.
The Woman in White (BBC, 22 de abril)
Basada en la novela de William Wilkie Collins, es una adaptación bastante fiel de uno de los pioneros de la narrativa sensacionalista del siglo XIX, donde se mezclan mansiones, muertes, desapariciones, secretos de la alta sociedad, herencias que te cambian la vida y personajes que no son lo que parecen. Con un sólido peso para los personajes femeninos, son cinco episodios llevados a buen ritmo y con paso seguro.
Patrick Melrose (Showtime / Sky Atlantic, 12 de mayo)
Basada en las novelas semiautobiográficas de Edward St Aubyn, Patrick Melrose adapta una persona más que unos libros. Conocemos a St Aubyn/Melrose como un odioso inglés de clase alta en los años 80 que lleva varios años pasándose con las drogas, el alcohol y la lengua viperina hacia los que lo rodean, para luego ir comprendiendo mejor por qué se convirtió en eso, por mucha mansión francesa que su familia tuviera para los veranos y mucha fiesta con la princesa Margaret a la que fueran. Este papel llevaba años siendo objetivo número uno para Benedict Cumberbatch, y a pesar de su ajetreado éxito internacional últimamente, lo saca adelante con maestría. Hay a quien Cumberbatch no le cae bien del todo, y esos son precisamente los que disfrutarán más de esta miniserie de cinco episodios
La catedral del mar (Antena 3, 23 de mayo)
Basada en la novela de Ildefonso Falcones, son ocho episodios que narran la historia de la construcción de una catedral en la pujante Barcelona del siglo XIV. El personaje central es Arnau (Aitor Luna), que comienza su vida como siervo, y a través de varios oficios intenta conseguir su libertad. Señores feudales, soldados, prestamistas, inquisidores, judíos y prostitutas medievales para una serie que intenta codearse con lo mejor de la ficción histórica internacional.
El día de mañana (Movistar+, 22 de junio)
Basada en la novela de Ignacio Martínez de Pisón, consta de cinco episodios y también está ambientada en Barcelona, pero esta vez entre 1960 y 1980. El charnego Justo Gil (Oriol Pla) emigra a cataluña con lo puesto y allí conoce a Carme (Aura Garrido), una aspirante a actriz, y al agente Moreno (Jesús Carroza), policía de la Brigada Social franquista. A través de sus vidas se retrata a una ciudad muy activa y bulliciosa, entre artistas, estudiantes, políticos y empresarios al final del franquismo y el inicio de la Transición. Karra Elejalde, como el comisario Landa, resulta el personaje más llamativo.
Heridas abiertas (HBO, 8 de julio)
Basada en la novela Sharp Objects, de Gillian Flynn, es un thriller psicológico de ocho episodios en el que una periodista con problemas emocionales regresa al pueblo del que salió en Missouri para escribir sobre el asesinato de dos chicas jóvenes. Como diría la sinopsis oficial, una vez allí se ve obligada a enfrentarse a sus demonios interiores, y Amy Adams es la estrella absoluta de la serie, con su mirada intensa, y su mezcla de fortaleza y fragilidad, mientras los recuerdos a veces la ayudan en su labor y a menudo la hunden más en la miseria. La madre ahogadora, la hermanastra precoz y procaz, el padrastro que está más a su tocadiscos y a sus jerséis que otra cosa y la diversa fauna del lugar convierten a la historia en opresiva para el espectador tanto como para la protagonista.
Vanity Fair (ITV, 2 de septiembre)
Basada en el tomazo decimonónico de William Makepeace Thackeray, cuenta la historia de dos jóvenes muchachas a principios del siglo XIX, y de cómo sus diferentes personalidades, tras salir ambas de la misma escuela para señoritas, las llevan por distintos caminos, especialmente tras la famosa batalla de Waterloo. Becky Sharp (Olivia Cooke) es guapa, precoz, trepa y encantadora, mientras que Amelia (Claudia Jessie) es normalita, apocada y sencilla. Entre soldados de casaca roja y varios otros hombres en sus vidas, intentan evitar su destino original como institutrices para toda la vida, con mayor o menor fortuna. Correcta, bien hecha e iluminada por la sonrisa picarona de Olivia Cooke.
The Little Drummer Girl (BBC / AMC, 28 de octubre)
Basada en la novela de John le Carré, es una de espías setenteros con todas las de la ley, aunque su prestigio se basa en que lo extremo de la propuesta (escoger a una inexperta actriz inglesa para infiltrarse entre terroristas palestinos) compensa al lector y espectador con múltiples paralelismos entre el mundo de la actuación, el espionaje, la política e incluso la construcción de mitos fundacionales para una nación. Michael Shannon, Alexander Skarsgård y Florence Pugh lo dan todo en una serie de seis episodios con el personal sello visual del coreano Park Chan-wook.
The Long Song (BBC, 18 de diciembre)
Basada en la novela de Andrea Levy, narra en tres episodios los últimos años de esclavitud en la Jamaica del siglo XIX a través de las memorias de una anciana. Con la llamada Guerra Baptista de 1831, una gran revuelta de esclavos, como fondo histórico, la trama sigue a July (Tamara Lawrance), una muchacha que empieza a servir en la casa del obligatorio propietario malvado de la historia, que en este caso es una mujer (Hayley Atwell, dejando atrás sus papeles de heroína de cómic). Sin embargo, en contra del tono atormentado de Doce años de esclavitud y otras similares, July se revela como una jovencita de férrea voluntad que a veces le gana algunas manos de la partida a su dueña, y el resto de los esclavos también tienen espacio para el humor e incluso la alegría durante sus vidas, sin por eso obviarse el horror y la crueldad de su condición, que está punto de cambiar debido a la abolición, pero no siempre para mejor.
Aniquilación (13 de febrero)
Basada en la novela Annihilation de Jeff VanderMeer, es una película de terror y ciencia ficción con Natalie Portman, Jennifer Jason Leigh y Oscar Isaac entre otros, en la que un grupo de científicos militares (de hecho, cinco científicas, todas mujeres) se internan en una zona en cuarentena llena de criaturas y paisajes en cambio continuo. La premisa parece más bien la de un videojuego, pero es una historia que hace muchas preguntas y deja las respuestas para el espectador, a través de la personalidad de cada una de las cinco enviadas: la depresión, la sensación de pérdida, las autolesiones y la propensión humana a la destrucción son parte de lo que el equipo se encontrará durante su misión.
Gorrión Rojo (15 de febrero)
Basada en la novela Red Sparrow, de Jason Matthews, exmiembro de la CIA, es un thriller de espías donde una agente rusa intenta descubrir a un topo con ayuda norteamericana. Criticada por un excesivo estilismo, contiene escenas explícitas de sexo y violencia, y se sostiene por la interpretación de Jennifer Lawrence como una antigua bailarina de ballet reconvertida en «sexpía». Como siempre en una buena historia del género, lo interesante acaba siendo más el estudio de lo que la gente es capaz de hacerse mutuamente que las misiones en sí.
Un pliegue en el tiempo (9 de marzo)
Basada en la novela A Wrinkle in Time, de Madeleine L’Engle, es una producción de Walt Disney mezcla de ciencia ficción y fantasía sobre una joven (Storm Reid) que busca a su padre con la ayuda de tres «viajeros astrales», dos de ellos interpretados por Oprah Winfrey y Reese Witherspoon. Es una historia tipo Disney sobre el poder del bien, el optimismo, la familia y el perdón, en medio de un diseño de producción luminoso y colorido, pero eso por otra parte es lo que algunos buscan en una película, en medio de tanto horror cotidiano.
Ready Player One (29 de marzo)
Basada en la novela de Ernest Cline, es un Spielberg de ciencia ficción con mucho de todo. Estamos en el año 2045, y la gente se dedica mayormente a escapar de su grimoso día a día, usando un equipo de realidad virtual llamado OASIS. Lo que sigue es un espectacular megatorneo de videojuegos en busca de un gran premio final, con gran despliegue de efectos visuales y muchas referencias de cultura popular, que según algunos mejora la novela original. Y todo con los típicos toque spielbergianos de canto a la amistad y querer es poder.
La sociedad literaria y el pastel de piel de patata (9 de abril)
Basada en la novela The Guernsey Literary and Potato Peel Pie Society, es la historia de una escritora que visita la isla inglesa de Guernsey tras la Segunda Guerra Mundial para presentar un libro. Entre el marco incomparable, la deseada huida de la gran ciudad, la peculiar gente local, el campesino alto y guapo (Michiel Huisman), y el misterio de una persona desaparecida, no es raro que ella se acabe quedando más rato del que esperaba. Lily James es una de las chicas de moda en el último par de años, probablemente la próxima gran estrella del cine romántico, y el director Mike Newell, el de Cuatro bodas y un funeral, sabe cómo combinar varios tonos, desde el cómico al trágico al romántico, para deleite del espectador.
On Chesil Beach (18 de mayo)
Basada en la novela de Ian McEwan, y adaptada por él mismo, es la historia de dos recién casados vírgenes (Saoirse Ronan y Billy Howle) en 1962, cuya fallida primera experiencia sexual los marca de por vida. Es un relato de sentimientos reprimidos, falta de comunicación, soledad angustiada y arrepentimientos tardíos, así que no es la alegría de la huerta precisamente. Como es habitual en la narrativa de McEwan, hay mucho más en la cabeza de cada personaje que las cosas que hacen externamente, así que esta película es para los que de verdad tengan aguante para enfrentarse a las verdades ocultas y menos agradables de la vida.
The Man Who Killed Don Quixote (19 de mayo)
Basada en ya sabemos qué, esta película tiene una historia que probablemente algún día tendrá su propia película. Terry Gilliam, el americano de los Monty Python, llevaba treinta años intentando hacer una personal y peculiar versión del Quijote, y en el año 2000 arrancó un rodaje inacabado en Navarra con Jean Rochefort, Johnny Depp y Vanessa Paradis en el reparto, cuyas múltiples calamidades acabaron dando para un documental que se estrenó por sí mismo en salas de cine. El proyecto finalmente terminado, con Jonathan Pryce como Alonso Quijano, tiene aún muchos problemas de distribución, y no ha podido verse en muchos países todavía. Lo primero que hay que decir es que no es una adaptación de la novela, sino una peripecia sugerida o inspirada por los personajes, que en principio trata de un ejecutivo de publicidad (Adam Driver) que intenta rodar un anuncio con los famosos personajes del Quijote y Sancho, diez años después de haber hecho un corto estudiantil sobre el mismo tema. Una década más tarde, resulta que el actor que empleó entonces, un zapatero llamado Javier, ahora se cree don Quijote. Es todo un experimento varias veces meta y autorreferencial, donde cada escena puede significar varias cosas y puede merecer varias líneas de notas a pie de página para enriquecerla o enmarañarla aún más. No es para los puristas, pero nada hecho por Gilliam lo es.
Fahrenheit 451 (19 de mayo)
Basada en la novela de Ray Bradbury, es una TV movie hecha por la HBO que oscurece y actualiza el libro y la famosa versión cinematográfica de François Truffaut. En este mundo futuro donde los libros están prohibidos y los que se van encontrando se van destruyendo hay emoticonos, cámaras por doquier y los bomberos que los queman son héroes mediáticos en lugar de meros funcionarios. Interesante acercamiento al tema, pero se queda un poco corto quizás.
King Lear (28 de mayo)
Basada en la obra de William Shakespeare, su nombre da siempre lustre a cualquier lista, así que no podía faltar aquí. A muchos se les puede haber pasado desapercibida, porque es una producción para la televisión de menos de dos horas hecha por la BBC y distribuida internacionalmente por Amazon. La trama básica del rey con tres hijas a las que duda cómo legar su reino se transporta a un universo alternativo, en un Londres del siglo XXI altamente militarizado. Con un Anthony Hopkins de 80 años recién cumplidos al frente del reparto (y Emma Thompson, y Emily Watson, y Florence Pugh, y Jim Broadbent y varios más), no debería hacer falta mayor recomendación.
Crazy Rich Asians (15 de agosto)
Basada en la novela de Kevin Kwan, se ha convertido en uno de los éxitos más inesperados del año, sobre todo por dar visibilidad a la comunidad asiático-americana en una producción de un gran estudio, cosa que no ocurría desde los 90. Es una comedia romántica, la más recaudadora del género en una década, en la que ella es una profesora de universidad normalita y él viene de una de las familias más ricas de Singapur. Hay bodas exóticas, fiestas de despedida, secretos de familia y los típicos baches en la naciente relación. Este tipo de películas tiene su público fiel, y es de las que ya no se hacían con tanto éxito desde hace igual veinte años.
Bel Canto (14 de septiembre)
Basada en la novela de Ann Patchett, es un thriller de secuestros en el que quien pasa el mal trago es una soprano estadounidense (Julianne Moore) en la fiesta privada de un magnate japonés (Ken Watanabe) en Sudamérica, llena de embajadores, vicepresidentes y delegados comerciales, entre ellos Christopher Lambert, el mismísimo Conor MacLeod del clan MacLeod en Los inmortales. Se aparece una guerrilla por allí, exigen liberaciones de camaradas encarcelados, y las negociaciones se alargan durante semanas, lo cual da espacio para las conversaciones, el conocimiento mutuo y los arreglos bajo cuerda. Carne de best seller tanto en la página como en la pantalla.
The Sisters Brothers (21 de septiembre)
Basada en la novela de Patrick deWitt, pues sí, aún quedan westerns basados en libros. John C Reilly y Joaquín Phoenix interpretan a los hermanos Eli y Charlie Sisters durante la fiebre del oro en Oregón en 1851, que reciben el encargo de matar a un ladrón, y van pasando por aventurillas más bien cómicas que trágicas, así que quizá los amantes del western más ceñudo la recibirán con menos agrado. Alabada por la prensa, ha fracasado en taquilla, pero aún hay tiempo para el rescate.
The Hate U Give (5 de octubre)
Basada en la novela de Angie Thomas, es un drama en el que un policía blanco mata a un estudiante de secundaria negro. Una amiga del estudiante, también negra, es testigo de lo ocurrido, pero esto no se comunica a nadie fuera de la familia de ella, con lo cual la chica vive las siguientes semanas ocultando su realidad en su instituto mayoritariamente blanco. El caso se convierte en una causa célebre, y hará aflorar guerras de bandas, racismo insitucionalizado y odios mas o menos encubiertos. El mayor acierto del libro y la película es meter estos temas dentro del segmento de mercado de la literatura para adolescentes, más allá (o mejor dicho más acá) de la fantasía y el romance habituales.
First Man (12 de octubre)
Basada en la biografía del astronauta Neil Armstrong escrita por James R Hansen, esta es una biopic épica con todas las letras, con gran abundancia de barras y estrellas (excepto en un momento muy significativo) y Steven Spielberg como productor ejecutivo. Los siete años anteriores al viaje a la luna son el centro de la película, con toda la grandeza y el boato de los astronautas reducido a una frágil lata metálica y a un sufrir lo que viniera con mandícula prieta, por encima de tragedias personales y vomitonas a gravedad cero. La verdad es que es difícil hacer un mal film sobre una época en la que la humanidad dio ese famoso gran salto.
The Girl in the Spider’s Web (24 de octubre)
Basada en la novela David Lagercrantz, a su vez basada en los personajes de la serie Millennium de Stieg Larsson, es a la vez un reinicio y una continuación de Los hombres que no amaban a las mujeres. Con Daniel Craig como el periodista sueco Mikael Blomkvist y Claire Foy como la hacker postcyberpunk Lisbeth Salander, es un thriller de acción e investigación sobre el caso de una mujer de familia rica desaparecida hace cuarenta años. Corre quizá un poco el riesgo de desgastar demasiado a la Salander como la imagen de un nuevo feminismo cañero, gótico y vengativo a base de convertirla en la reina de los aparatejos al estilo Batman o James Bond, llegando incluso a meter en el guion una trama de misiles. Y aquí ella ya no solo se defiende con ordenadores, sino a puntapiés contra el patriarcado. A ratos parece un caballo de Troya para reclamar pronto un 007 mujer (Craig está ahí mirando, como tomando notas), pero está rodada con brío y convicción.
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