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4 poemas de Cuerdas de plata, de Stefan Zweig

4 poemas de Cuerdas de plata, de Stefan Zweig

Se publica el primer libro que publicó Stefan Zweig. Se trata de un poemario hasta ahora inédito en castellano en el que, en su momento, la crítica especializada supo ver a un joven talentoso al que, sin embargo, le faltaba todavía algo de experiencia. La presente edición, además de ser bilingüe, cuenta con un prólogo de César Antonio Molina.

En Zenda publicamos cinco poemas de Cuerdas de plata (Fórcola), de Stefan Zweig.

***

A guisa de introducción

Lo que antes daba vastas vueltas,

Cadencias perdidas, cadencias sueltas,

Hoja con hoja aquí descansa

De horas soñadoras canción mansa. –

Un largo viaje emprende ahora.

No para todos virtudes atesora,

Mas tráeme la queda melodía

De la nostalgia de mis mozos días

Y la lira que en mis adentros mora…

***

El canto a la vida

…Y cada señal de vida que he palpado

Oscuros sones en mi interior ha agitado.

 

Y sin embargo hay algo en que no atino:

Encajar en canto a la vida mi destino,

 

Trabar en urdimbre de cristalina sintonía

Lo que el mundo me ha dado noche y día.

 

Nave huérfana y errabunda en lejanos mares,

Mi alma va zozobrando en sus avatares

 

Y busca y rebusca sin llegar a encontrar

Su resonancia en la armonía universal.

 

Poco a poco su odisea la va cansando

Sabiendo que sólo una puede desatar su canto,

 

Y acoplar la pena, la dicha y todo afán

En un cantar profundo eternamente igual.

 

Sólo con la muerte que restaña toda llaga

Se cumplirá la oración petitoria de mi alma.

 

Cuando decline lasamente el astro de mi vida,

cuando el día con luces lánguidas se despida

 

Sentiré su palabra, su redentora voz,

Que tocará mi alma en son de bendición,

 

Y en mis adentros latirá una paz súbita y sagrada…

El corazón callará… La muerte será sonrisa templada…

 

Y levantará el arco… Y temblarán las cuerdas

Como antes de la tormenta las mieses prietas,

 

Y vibrarán, se doblarán… entonando ya

El primer tono de plata, plácido de nostalgia.

 

Como tímido retoño abriendo en flor

madurará el tono primigenio en himno de dulzor

 

Entonces se hará verbo mi añorar más hondo,

Mi canto a la vida será un acorde mondo,

 

Y pesar, alegría, noche y resplandor solar

Se abrazarán juntos en limpio consonar.

 

Y a insondados lugares de profundidad abismal

Descenderá el poder de su mano magistral.

 

Y lo que sólo fuera pulsión instintiva

La muerte sabrá redimirlo en claridad paladina.

 

Y furia será su cantar… Repleto y rusiente

caudal de sonidos cual sangre candente

 

Y correrá como olas de espuma encrestadas

Que por su misma fuerza se rompen obstinadas,

 

Bramará loco canto de ménades ávidas de gozo

Derramándose en cascadas de exultante alborozo

 

Embravecerán en franca bacanal los sonidos

Deviniendo insospechado tormento de los sentidos

 

Y se tornarán grito agudo que al cielo subirá –

– El bravo río en remolino morirá y caerá…

 

Con fatiga algún sollozo aún se desprenderá…

…Callará el cantar… El arco flojo claudicará…

 

Y mi alma de las cuerdas partirá estremecida

Hacia eternidades por celestes sones conmovidas…

***

Como pinedas oscuras…

Parecen mis sueños a menudo pinedas oscuras

Donde los troncos se aprietan en íntima angostura.

No azulea en ellas día de primavera. Las ramas penden

En muda pena, y llenos de mágicas tonadas

Son sus árboles cual arpas de largo olvidadas.

 

Pero alguna vez desciende con apacible oscilancia

Brillo de luna de plateada y celeste distancia

Que solloza y anhela volver a sus sidéreas alturas…

Es cuando los árboles, trémulos, su oído le tienden

Y los oscuros cantos de anhelo pesarosos de él aprenden.

***

Añoranza ida

La noche de primavera se acerca tibia y templada

Por soñadores pagos discurriendo.

Tan suaves, tan tiernas, tan templadas

Son sus manos delicadas

Como de una mujer el dulce aliento.

 

Se alejan estas y con ellas tu añoranza

Sientes que se te va escapando…

Ignorante de su palabra y de su andanza

La buscas y la buscas sin mudanza

Y jamás la acabas encontrando…

—————————————

Autor: Stefan Zweig. Título: Cuerdas de plata. Traducción: Richard Gross. Editorial: Fórcola. Venta: Todos tus libros.

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Jacinto Rodríguez
Jacinto Rodríguez
2 meses hace

Precioso libro de uno de los más grandes escritores que en el mundo han sido. Lo que desentona es el prólogo de uno de los más necios que en el mundo han sido. Stefan Zweig jamás hubiera permitido que un político ensuciara su libro. Quede en la conciencia del editor. Un saludo.

Calos A. Muñoz
Calos A. Muñoz
2 meses hace

Traduttore, traditore.

María Gloria Mejía Montoya
María Gloria Mejía Montoya
2 meses hace

El idioma alemán es muy difícil y más aún traducir poesía de un nobel de literatura de la altura de Stefan Zweig. Mis respetos al traductor.