Inicio > Poesía > 4 poemas de El libro de los golpes, de Carlos Manuel Gómez

4 poemas de El libro de los golpes, de Carlos Manuel Gómez

4 poemas de El libro de los golpes, de Carlos Manuel Gómez

El poeta cubano Carlos Manuel Gómez se alzó con el XVIII Premio Internacional de Poesía Antonio Gala con un poemario que, según el jurado, rebosa originalidad y creatividad, así como una conformidad sintáctica y una expresividad temática que entroncan con lo social.

En Zenda reproducimos cuatro poemas de El libro de los golpes (El Toro Celeste), de Carlos Manuel Gómez.

***

Las balas

La policía
de mi país
mató a balazos
a un niño
y los periódicos dijeron
haber matado al demonio.

¡Muerte al demonio!
¡Desangren al demonio!
¡El demonio no!
Y los casquillos de las balas
cayendo,
como moscas,
sobre
las sucias botas.

El Diablo ha muerto.
Los policías lo han matado.
¡Honores!
¡Aplausos!
¡Vítores!
Han matado a un niño.

Nos están matando
como perros
los perros asesinos.

Estos abusadores
de profesión
con
sus bastones de mando
amansan
su pastel de carne
y de harina de hueso.

Yo he visto al país
levantarse
como Lázaro
con el hedor a libertad
característico de los muertos.
Pero
al final del día
los muertos vuelven a dormirse,
como perros,
porque
ningún periódico los resucita.

***

La tierra

Cuando Cristóbal Colón
llamó Juana a
la Isla de Cuba
siendo la isla,
isla,
y no mujer ni madre,
le atribuyó
cualidades de persona
como lo son
la traición y la locura.
Ojalá mi país
no se llame nunca como mi madre
porque la tierra
cuando abriga,
mata.

Las madres
no abrazan a sus hijos.
Madre,
tu abrazo me destruye,
madre muerte,
no me tapes con la tierra.
No tires
mi corazón
a un país oscuro,
porque allí
no echará raíz
ni dará flor
ni fruto.

*** 

La belleza

Polvo.
Hay demasiado polvo
en la casa del poeta.
Telarañas y libros…

Hay polvo
en la casa
y las sillas
se acuestan en las camas,
y los paraguas
se desayunan los sombreros,
y una viejita ha muerto
y su sillón
se está meciendo todavía.
Ha muerto y su sillón
se está meciendo todavía.

Polvo.
Hay demasiado polvo
en la casa del poeta.
Quien limpia la casa
destruye la belleza.

***

Los ojos

He visto
a jóvenes imberbes
colgando
de un árbol con sus trajes verdes:
morir de verde
en su verde edad.

Tengo muertos los ojos.

A testigos de Dios
negar a Dios,
enterrados
hasta el cuello,
como un cisne salvaje.

Tengo muertos los ojos.

A los que tocaron
en Sodoma al ángel,
descalzos
sobre un zinc,
bajo el sol meridiano.

Tengo muertos los ojos.
Tengo muertos los ojos
de tanto verte enferma.

—————————————

Autor: Carlos Manuel Gómez. Título: El libro de los golpes. Editorial: El Toro Celeste. Venta: Todos tus libros.

BIO

Carlos Manuel Gómez (Santa Clara, Cuba, 1991) es miembro de la Cátedra Honorífica Desiderio Navarro de la UNISS y de la Encyclopedic Poetry School of Beijing. Ha impartido conferencias y coloquios sobre poética y poesía en universidades y ferias del libro. Es jefe de sección de literatura de la AHS en Villa Clara, coordina el Encuentro Hispanoamericano de Escritores y edita para la Editorial Capiro. Su poesía ha sido recogida en antologías de Cuba, México, Chile, Ecuador, España, Argentina y Colombia. Sus poemas han sido adaptados al teatro y a la fotografía y han sido traducidos al inglés, al chino, al serbio y al sueco. El libro de los golpes es su primer poemario.

4.2/5 (45 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios