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4 poemas de Isabel Zapata

Foto: Manuel Sánchez Castro.

Isabel Zapata es una escritora, traductora y editora nacida en la Ciudad de México en 1984. Estudió Ciencia Política en el ITAM y Filosofía en la New School for Social Research, en Nueva York. Es autora de los libros Las noches son así (poesía–Broken English, 2018), Alberca vacía (ensayo–Argonáutica/UANL, 2019) y Una ballena es un país (poesía–Almadía, 2019). Su trabajo ha sido incluido en medios mexicanos como la revista de la Universidad de México, Periódico de poesía (UNAM), Letras Libres y Este País, entre otros, e internacionales como Waxwing (EUA), The Common (EUA), World Literature Today (EUA) y Ancrages (Canadá). En el periodo 2016-2017 fue becaria del programa Jóvenes Creadores del FONCA, en la disciplina de poesía. En 2015 fundó Ediciones Antílope con cuatro amigos, que bajo el lema “hacemos libros que nos gustaría leer” ha consolidado un catálogo que abarca la narrativa, la crónica, la poesía y el ensayo.

***

Espermaceti (fragmentos)

Para Lelé

1.

Una ballena es un país de fronteras difusas,
un país que no aparece en los mapas,
que bien podría estar inscrito
en la Breve guía de lugares imaginarios
entre Balnibarbi (tierra de hombres distraídos)
y Barataria (la ínsula que el Quijote encomendó a Sancho Panza).

Vista desde arriba una ballena es una isla de piedra
flotando a la mitad del océano.

2.

En el agua los cachalotes son fantasmas grises,
afuera son negros casi púrpuras con pecas amarillas.
Las ballenas tienen la barriga llena de bichos,
una ballena puede hospedar a más de siete mil.

Las ballenas también son una casa.

4.

Dicen los libros que un cachalote pesa cuarenta toneladas.
Eso no puede ser cierto:
un cachalote es ligero y blando
como todo lo que no sabe tener dueño.

Una ballena es un país:
no pesa porque no tiene anatomía, tiene geografía.

***

Razones para no pisar a un caracol

Porque son machos y hembras al mismo tiempo.
Porque su concha crece con ellos.
Porque Apicio los cocinaba con vísceras de pescado fermentadas.
Porque su baba quita las arrugas.
Porque su apareamiento dura tres horas.
Porque tienen veinte mil dientes microscópicos.
Porque el papa Pío V dijo que eran peces para poder comérselos en cuaresma.
Porque duermen siestas de una semana.
Porque Leonardo da Vinci los preparó con mantequilla y perejil.
Porque caminan con el estómago.
Porque crujen, pero saben amar sin rigidez.

***

Diorama con oso polar

Al fondo del pasillo vive un oso polar.

La entrada es cara pero si te acercas
lo verás devorar una foca de sangre falsa.

¿Sueña el oso disecado con focas vivas?

El taxidermista que arregló su cuerpo
conoce la elasticidad de su piel,
la aritmética de su esqueleto,
el ángulo exacto de sus articulaciones
pero no el espíritu de hielo que en ellas se agitaba.

Como el vigilante del zoológico,
es guardián de un animal vencido.

También de tu soledad hicimos una ciencia.

***

Yo no soy de aquí

Cuando por las noches sube la marea
la playa se vuelve un pasillo del mercado:
pañales, galletas de mar, caparazones de erizo,
huevos de tiburón tejidos con alga al litoral.

Considera ese artefacto de colágeno y curvas suaves.

Los tiburones ponen huevos en forma de tornillo:
espirales que se enroscan al suelo marino para quedarse en su lugar.

Mira cómo respiran a través de su cáscara traslúcida.

Considera su violenta geometría.

En algunos se agita una semilla viva, un embrión que
habita esa fosa de humedad y que, visto a contraluz,
palpita como diciendo:

Yo no soy de aquí.

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