Inicio > Poesía > 4 poemas de Réquiem de las esferas, de José Luis Giménez-Frontín

4 poemas de Réquiem de las esferas, de José Luis Giménez-Frontín

4 poemas de Réquiem de las esferas, de José Luis Giménez-Frontín

José Luis Giménez-Frontín nos abandonó hace ya 16 años, pero su poesía sigue latiendo entre nosotros acaso con más intensidad que en el momento de su gestación. De hecho, la voz de su Réquiem de las esferas, libro merecedor del Premio Esquío 2006, contiene el eco de una vida dedicada a la literatura.

En Zenda reproducimos cuatro poemas de Réquiem de las esferas (Sociedad de Cultura Valle-Inclán), de José Luis Giménez-Frontín.

***

Sapere aude

Tu mano nació sabia.
Tu pecho, inteligente.
Tu mente, diseñada por un gen altruista
para darse a otras mentes de materia futura.
Tu tesón alzarás en la tierra baldía.
Serás sordo a las burlas ingeniosas del necio.
No temerás exilio. Soportarás con gozo
el peso de la luz.

Con humildad, sin miedo, por tus pasos regresa
a aquel lugar en donde,
mordisqueada apenas, desechaste
la manzana fatal de la sabiduría.
Con reverencia lame su verde jugo, sorbe
su incorruptible esfera,
y atrévete a ser libre
-no hay otra alternativa-
en el futuro incierto.

***

El vecino exigente

Oh vecino exigente,
que en la página he puesto,
pero bien sé que apenas
he sabido ser fiel y ser constante
a tu extraño mandato.

Cansada está mi vista para las tenues letras
que escribes cuando duermo.
Cerrados mis oídos al susurro
por el ruido constante.
Ando como un anciano por las noches,
y hay vértebras roídas
que con dolor humillan mi cintura
y me alejan de ti,
oh voz que escucho a veces
y a quien siempre traiciono
cuando vuelvo a ser joven.

Oh vecino inquietante.

Es tuya la mirada del lector
que estos versos recuerda.
Es tuyo su apiadado pensamiento,
la lengua que le forja
y la contemplación
que siempre le contempla
desde el vacío, clamoroso y denso

***

Son tuyas las palabras

El pensamiento que me piensa, ahora,
a seguirle me invita por sendas escarpadas.

En la noche cerrada, detrás de mí se agita
una marea de grises multitudes
atrapadas en el magma fangoso
de la putrefacción.
Pero arriba, en el límite mismo
de una quebrada línea de negrura,
asoma la silueta de las almas
que la palabra amó: Hipatía e Iseo,
Beatriz, madona Laura, la irreal Dulcinea,
madame Bovary con su veneno,
sor Juana con su cruz…

Y todos bien sabemos
-nada nuevo la voz aquí revela-
que la negra montaña debe ser ascendida
con rodillas y manos quizás ensangrentadas.

Hasta que el tenue día nos acoja
y eleve en el vacío, destilando
sobre el valle mezquino
su carga luminosa.

*** 

La razón en su sueño engendra monstruos

Poco a poco los hombres
a solas quedarán sobre la tierra.
Los pobres serán ricos,
en subasta sus genes,
y dispondrán de drogas inagotables
y estadios estruendosos.
Los verdaderos ricos
invisibles se harán en sus reservas
de verdor y silencio y, siempre juveniles,
vivirán siglo y medio.
Liberadas de una ley obsoleta,
encinta de sí mismas
quedarán las mujeres.
Los hombres parirán.
Amarán los androides, diseñados
para el amor sin riesgo.
– Extramuros se mantendrá la raza
violenta y reaccionaria de los adoradores
de las causas primeras.

Y aquí la voz ignora cuántos siglos
y cuántas escrituras
necesarias serán para entreabrir las puertas
de nuestra percepción
más allá del lenguaje y bautizar de nuevo
las sombras insumisas.

—————————————

Autor: José Luis Giménez-Frontín. Título: Réquiem de las esferas. Editorial: Sociedad de Cultura Valle Inclán. Venta: Todos tus libros.

4.3/5 (57 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios