5 poemas de Antonio León

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no respiro al centro de otro humano al borde de otro hombre en el principio de una vaina innoble. no respiro como jadeo de recién nacido a las glándulas del habla. salivar? no hablo cerca de otro joven. no digo nosotros y tocar en la misma oración. no habito la misma conífera de la imaginación infecta de nosotros en la tarde: juegos de mesa, hace daño el calor. no hablo de poner las manos juntas por abajo y arriba los equipales son sillas que no esconden el rubor, información de dos que recién se han visto orinar en el baño del restaurante. no digo orinar juntos en aquella fiesta como doctorarse en besos coloidales a temprana edad. no digo estudio de la mente y centro de un atleta bello como un terremoto epitelial que aparece de la nada y me regala una ventana

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adriano es su nombre y no existe de hecho, no tardaré en inventarlo con todo y sombra o marca de clase de un libro, adriano
es una enfermedad que me carcome porque también existe la muerte a primera vista

polillas de sexo abierto que todo lo transforman en aserrín humano

en una de estas tardes lloverá plomo de mis pesadillas, adriano
aparece y es una partida de naipes en la que hundo mi rostro sin saber reglas del juego

alguna vez en el turista mundial se utilizaron vergas de dos pisos
en lugar de hoteles de plástico

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mi padre se enojaba con las fotos y carteles de estrellas de rock en mi cabecera

odiaba a los enclenques de mánchester y a cualquier atrevido que lanzara flores al público o se hiciera pipí en la cama

lo que no sabía mi viejo es que nunca me ha parecido atractiva la incontinencia
me dan asco las películas de lluvia dorada
una de mis pesadillas es una casa sin privacidad
has visto películas de alfred hitchcok?
no te muestran la escena del asesinato y da más miedo que el cine snuff

mi padre temía a las estrellas mionas
a la debilidad de un soldado fitosanitario
que funciona
con música

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nadie menciona el número de oxidación del humano sobre la tela de asbesto. ya lo intenté con un grupo de amigos en mi etapa de bachillerato: íbamos al laboratorio y untábamos el rostro en la ventana y el blanco de nuestros penes sobre diferentes superficies de vidrio

también queríamos besarnos, pero aun no éramos tan maricas, aunque yo sí estuve triste al volver con los labios intactos a la sala de hacerse la pinta. la descripción de los labios adolescentes puede tomarse de una plica acerca del mundo de los piratas en cualquier museo de una comunidad que haya sufrido siglos de abuso. en el cartón se lee BESO TRUNCO, carne y saliva en bloque por siete años sobre mástil de la nao de ninguna parte

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hablo de sus piernas que brillan en la tensión de aceite que las ilustra. hablo del sol entre sus piernas como mascota que olisquea como entender el vaho en dispositivos electrónicos. hablo de mis padres apenas católicos y algunas ventosas de culpa a culpa, pero muy pequeñas. hablo de las tardes en que bajo hacia el río imaginario de mi adolescencia. hablo de sus piernas que me ayudan a escapar un día en que el loco del pueblo quiere matarme. hablo de los pasos del resfriado en el cráneo, del Partenón de mis anclas humanas. hablo de sus piernas tensas una tarde en que nada importa después de que sonó la caja de sismos