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5 poemas de ‘Bondo’, de Menna Elfyn

5 poemas de ‘Bondo’, de Menna Elfyn

Menna Elfyn es uno de los mayores exponentes de la literatura contemporánea en lengua galesa. Además de haber recibido un gran número de galardones, ha escrito poesía, obras de teatro, libretos de ópera, novelas infantiles y, junto con John Rowlands, la antología The Bloodaxe Book of Modern Welsh Poetry (2003). Tras la publicación de Mancha perfecta (2011),  también en versión de la poeta vasca Eli Tolaretxipi, Trea vuelve a poner al alcance del lector español otra de sus obras, Bondo: «la palabra “bondo” significa alero en galés; puede sonar en inglés a lazos y vínculos, y a su vez, es una lengua en extinción del nordeste de la India, donde Menna Elfyn pasó una temporada. Además, en lengua galesa a los aviones comunes (delichon urbicum) se les llama “gwenoliaid” y “bondo”. En el libro hay pájaros propios de la literatura medieval galesa, como los de Rhiannon y el cuco de Abercuawg; y también elementos que se desarrollan en poemas seriados o en poemas solos donde se sigue aludiendo a los lazos y a las conexiones, entre diferentes lenguas y culturas y entre distintas latitudes del mundo, donde subyace también la poesía, el sentido de la poesía ahogada por esa misma humanidad, esa misma civilización. […] Bajo los aleros que dan título al libro, los humanos conversan o se preservan de la lluvia, y los pájaros descansan de sus migraciones o anidan; los aleros son también el hogar del que alguna vez se parte; crean un espacio donde los pájaros se acicalan, enseñan sus lecciones unos a otros, crean lazos entre los distintos».

Seguidamente, Zenda adelanta cinco poemas de Bondo.

***

Neblina

Mencionas campos, aire, lluvia, es todo lo que conozco de Gales.

Arantxa Urretabizkaia, en correspondencia con Menna Elfyn.

No entendemos las gotas que nos motean los ojos
y nos empañan la vista

esta neblina en el aire
que confunde destino y fe.

Una simple gotita parece bastar para distraernos, como
ese cristal oscuro de los salones de juego

de los parques de atracciones
que nos lleva hacia otra parte.

«Todo lo que sé de Gales» dices.
Pero ¿es ésta nuestra historia?

¿Por qué tenemos que ser el pueblo de la niebla
y sentir que nos estamos disolviendo?

Hace siglos que llegamos aquí, y
seguimos confundidos aún por los misterios

de lo que nunca fuimos
y de lo que nunca seremos.

Pero aquí es donde anhelamos
nuestro propio metro cuadrado de creación;

la piedra sobre la que nos encontramos
es precámbrica.

Hoy reunimos el rebaño,
incluso a los que quieren errar perdidos.

No hay secreto para ellos
en el clima del mundo.

Nos envuelve el xirimiri, una fina lluvia
y lanbro, en la neblina, más allá, en la distancia inabarcable
que se esconde detrás de las montañas
donde lan, arriba, y bro, el poblado está cerca de las nubes

del tiempo. Miramos, como siempre, al sesgo
a nuestro amor por el aire y los campos
y la lluvia, lan da lan, incesante, arriba, arriba, cae sobre nosotros
hasta que, de pronto, vemos en el cielo
una repentina incandescencia.

***

Salida / Exit

1

De niña nunca entendí la letra equis.
¿Era la equis Cristo portando la cruz torcida?

Pensé que la equis era una letra extraña
y que el neón que anunciaba la salida

escondía el cielo donde vivía Dios
bajo ese haz de luz que iluminaba la pantalla.

Pero antes de que acabara la película, algunos de nosotros
nos largábamos sin mirar atrás;

y mientras buscábamos la luz por una puerta lateral,
otros se dispersaban como refugiados,

con la sensación de que la equis de exit nos permitía
levantar los asientos y escapar.

2

Esta otra salida es un azimut
deslumbrante, una puerta fatídica.

Me miro en el espejo de las nubes, soy poca cosa,
una superviviente poco común
en este viaje impredecible. Tenemos que ser fuertes,

rezo, pensando que es la manera en que Dios nos da la bienvenida.
Pero esta no es una película de mala onda

y yo soy la salvadora de la tribu indómita
y entre yo y la puerta misteriosa

brilla un icono rojo del que tengo que tirar.
Tan ansiosa como siempre,

llamo al éxodo a través de esa asombrosa
oscuridad, temiendo que alguien huela el fuego.

3

Ahora, en el sonido envolvente del crematorio
todas las equis regresan entre susurros

mientras vemos partir a un ser querido
por una puerta lateral, esa salida

de la que no se puede regresar.
La muerte es la cruz que cuelga ahí arriba

inmaculada en su forma de equis
mientras le cantamos a quien acaba de esfumarse,

y luego marchamos bajo la amenaza de lluvia
mientras la equis va cortando nuestra tela como una tijera.

***

Nudo de amor

Ilka morn auld love’s a han

Gerda Stevenson

Cada mañana el viejo amor se renueva como un regalo,
como el collar que no puedo abrochar
sin la ayuda del amor. El cierre
y el ojo no me dejan creer
que puedo atarlo sola detrás de la nuca.
Es preciso un ritual, el unísono
entre dos, el seguro secreto
que permite que el collar
caiga sobre mi pecho, el nudo escondido
que une a dos amantes.

De generación en generación
esta obligación tan simple,
esta tarea entre amantes
solo es un momento
entre el pulgar y el índice.

Me pregunto si estas bellas cuentas
fueron fabricadas en otra era
para que este ritual para dos
se volviera una ceremonia común
en una cueva o en una alcoba privada
para que las dos partes se acoplaran en la nuca,
para verlas unidas,
para acariciar en el acto de cerrar
este compromiso ordenado.

Dependen la una de la otra, como el collar,
necesidad y ruego del amor, una cadena
que brilla y va más allá de las perlas
renovada, inquebrantable.

***

Nebbish

Somos muchos los que hemos defendido a los marginados,
pero nunca pensamos que acabaríamos ahí.

Barbara Kingslover

Lo que aprendí hace mucho tiempo: pequeño es pequeño, más pequeño, el más pequeño.
¿Pero quién es el más pequeño de todos?
Pensábamos que éramos nosotros, los galeses
un «apéndice», un tipo de reliquia
de Inglaterra, también conocida como Gran Bretaña,
aunque ella se vea minúscula en el mapa.

El galés es la única lengua que aprendes
para poder hablar con muy poca gente,
dijo el jefe de prensa; o como declaró la periodista:
«esa lengua inútil», aunque ella fuera incapaz de emitir
una sola sílaba para expresar su pequeño mundo.
Más grande, más grande, más grande es la maldición que escuchamos.

Hoy en día, los pequeños y los más pequeños
marchan y estamos con ellos
los más pequeños, los chiquitos
que tienen nostalgia de un hogar
de un techo, incluso de un alero, y bendiciones;
que anhelan, aún siendo pequeños,
un festín, una morada, una plenitud;
los que evitan a los que quieren tocar
las hojas de sus labios.

Después de todo, nuestros vecinos
nos llamaron extranjeros,
así que entendemos a los que van y vienen
farfullando idiomas sin el calor de la lengua materna:
salicornia en la playa lejana
guijarros que se estrellan contra las rocas
antes de caer en el caldero de las mareas.

Hasta que el gran poder recompone sus diccionarios
y aparece el pueblo diminuto,
pequeño, pequeño, el más nebbish más pequeño:
un nebach, un don nadie sin linaje,
pequeño a más no poder,
pobres, qué pena, dicen algunos al despedir
el último suspiro de tribus y naciones diminutas

antes de regresar con sigilo a su gran mundo
ahora más, mucho más grande que nunca.

[Nota: nebbish significa «pobre infeliz» en yidis; en lengua galesa, neb significa «nadie» y ach «linaje». La palabra «Welsh» (galés) derivada del anglosajón wealhas la impusieron los ingleses y significa «forastero, extranjero».]

***

La mancha negra

HEDD WYN (1887-1917)

No podemos decir que poseamos las estrellas
ni podemos mirar con anhelo a la luna
ni a la nube de borde dorado
que respira en el azul infinito.

No podemos decir que poseamos nada
excepto este mundo radiante
que hemos dejado encenagado en un torbellino
donde se desató la belleza de Dios.

—————————————

Autora: Menna Elfyn. Traductora: Eli Tolaretxipi. Título: Bondo. Editorial: Trea. Venta: Todos tus libros, Amazon y Casa del Libro.

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