Este libro articula un eros poético revisando los usos del amor en nuestros días. La autora confía al lector su experiencia de encuentro y pérdida de un amante, buscando su complicidad a través de imágenes intensas y referencias a lo cotidiano.
En Zenda reproducimos cinco poemas de Duerme sobre mi espinazo (Cántico), de Montserrat Fernández.
***
en el número veintinueve bis
donde se sonrojaban los años y el botones
me comía unas galletas de sal
unas horas volcadas unas horas a veces
unas mismas horas unas horas yo sola
unas horas de lana
pero si tú venías si tú silbabas
las palomas auguraban la arena
tiernamente callada
gorgojosamente azul
me mordía las puntas del pelo y de los días
de espaldas a cualquier polluelo o llave
sin importarme la veloz esquina
que arramblaba la luna de lo oscuro
y las aceras se volvían lilas
entonces tú tirabas de mis pies
me hablabas por detrás de algún sonido
el timbre de alguna fábrica cerca
o el dibujo de algún niño en el aire
de vuelta en la estación sacaba del bolso una galleta
distraída
***
ya no me paso el día descalzándome
la habitación no es junio martes o nube
es un ruidoso olor como un achicamiento
respira solamente aquel retrato
tu mirada avergonzada y tu risa
mientras tomo la foto
mis pies acariciándote
miro por la ventana invento recuerdos
espero tu llamada hace ya
kilómetros de pena
***
lleno de esperas tengo el espinazo
que alguien lo cubra de esquirlas y yodo
como si fuese algo que tapar
un pie una tiroides
un reloj un relámpago
y si no vuelves
que no me borren todas las esquinas
***
me cogió enamoradamente flaca
sorprendentemente envuelta en verano
artrósicamente casada y rubia
nunca supuse nunca ya estarás
un canalón suelta el agua de gotas
así fueron los días de tu ausencia
restando tu parte en aquel hotel
nuestro hogar de sombreros y ensaladas
yo tildaba de amor nuestros espacios:
una rueda pinchada la fruta por comprar
quizá enfermo alguno de sus hijos
qué sé yo
me sangran las encías cada vez
más flaca y más casada
***
en mi familia nadie morirá
de amor
lo sé porque comemos fruta después de la comida
porque apagamos la luz cuando nos vamos a dormir
porque a quien madruga dios le ayuda
porque nos lavamos la cara antes del café
porque envolvemos los regalos
yo quisiera que uno al menos muriese
en la hoguera de un armario que no es suyo
a plena luz del día con un cuchillo en el cuello
desnutridos por cartas extraviadas
pero en mi familia no pasan esas cosas
pasan los días
sólo eso
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Autora: Montserrat Fernández. Título: Duerme sobre mi espinazo. Editorial: Cántico. Venta: Todos tus libros.
BIO
Montserrat Fernández nace en 1973 en Barcelona. Sus padres emigran en 1970 desde Huelva por lo que a pesar de ser catalana tiene un fuerte arraigo con Andalucía. Lectora desde la infancia comienza a escribir sus primeros relatos a los siete años. Se inicia en la poesía durante la juventud. Dedicada a la rama de las ciencias, es una amante del arte y la cultura. Actualmente reside en Barcelona y estudia Filosofía continuando su constante empeño por añadir conocimientos y contribuir de esta forma a un mayor fomento de la cultura en nuestros días.
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Ya me parece increíble todo.
La vanguardia poética no sólo no rima, ni mide versos..
Ahora ya no usa signos de puntuación ni mayúsculas, con lo que a los errores gramaticales añade los ortográficos.
No sé si vende mucho o poco esta nueva forma de poesía , sinceramente no me interesa, pero de lo que no me cabe la menor duda es que nadie recordará después de leerla una sola obra de estos nuevos poetas.
Señores y señoras NO ESTÁN HACIENDO POESÍA, no sé lo que hacen, pero poesía NO.