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5 poemas de El sindicato del crimen. Antología poética dominante

5 poemas de El sindicato del crimen. Antología poética dominante

«El sindicato del crimen, la antología que provocó tanto revuelo en los años noventa, es una obra fundamental para entender cómo se ha valorado la poesía española de las últimas décadas. ¿Qué otra antología pone en el punto de mira a poetas ramplones y corruptos poética y políticamente? ¿Dónde encontramos mejores ejemplos de poetas ambiciosos, que se enfrentan al desa­sosiego con lucidez y delicadeza sin que muchos críticos se den cuenta? El sindicato del crimen quería desenmascarar a una mafia poética para que el público rechazara sus malas artes. Pero aquellos poetas, en vez de caer fulminados, sólo han crecido en prestigio y popularidad. Es difícil deshacerse de las mafias, sobre todo las que se dedican a la poesía lírica. Eligio Rabanera perdió su guerra poética, pero supo identificar a los que hoy son grandes poetas contemporáneos. Esta edición cuasi-facsímil celebra el éxito de su antología, que acaba de cumplir veinticinco años.» – Ana Eire.

Zenda adelanta cinco poemas de El sindicato del crimen. Antología poética dominante (Renacimiento).

***

(AMALIA BAUTISTA)

GALATEA

No sabías qué hacer aquella tarde.
Tú estabas enfadado y no querías
salir. Me fui al parque del Oeste
y estuve paseando mucho rato
sin encontrar un alma. En el invierno
casi nadie pasea por los parques.
No pensé nada. Me senté en un banco
y encendí un cigarrillo. De repente
un hombre joven se sentó a mi lado.
Le miré y vi que había un solo ojo
en mitad de su frente, un ojo oscuro,
tristísimo y brillante. Me miraba
como pidiendo ayuda, suplicando.
Ninguno de los dos dijimos nada.
Él miraba mis ojos y yo el suyo.
En silencio empezó a llorar despacio,
se avergonzó y se fue. Yo no hice nada
por detenerle. Tú no creíste
ni una palabra de esta historia, pero
yo me lleno de angustia y de tristeza,
aunque quiera evitarlo, si recuerdo
al cíclope del Parque del Oeste.

***

(LUIS GARCÍA MONTERO)

MUJERES

Mañana de suburbio
y el autobús se acerca a la parada.

Hace frío en la calle, suavemente,
casi de despertar en primavera,
de ciudad que no ha entrado
todavía en calor.

Desde mi asiento veo a las mujeres,
con los ojos de sueño y la ropa sin brillo,
en busca de su horario de trabajo.

Suben y van dejando al descubierto,
en los cristales de la marquesina,
un anuncio de cuerpos escogidos
y de ropa interior.
Las muchachas nos miran a los ojos
desde el reino perfecto de su fotografía,
sin horarios, sin prisa,
obscenas como un sueño bronceado.

***

(CARLOS MARZAL)

LA ETERNIDAD ANSIADA

De que el mundo no basta
y de que no es bastante una vida cualquiera
nos da perfecta cuenta
la manera en que algunos observan el futuro.

Se propagan (dicen que se propagan)
en hijos, en palabras, y que su descendencia
y sus escritos
les conceden la eternidad ansiada.
Por obra de sus frutos,
resucita el que fueron
y regresa a la vida en la vida de otros.

Esa ingenua ilusión —albergar la esperanza
de que se cobra vida mediante la memoria—
nos da perfecta cuenta
de lo frágil y de lo lamentable
que es la ciudadanía.

La eternidad, si fuera,
si en verdad contuviese una brizna de vida,
y no sólo la prueba de nuestra insuficiencia,
no sería jamás vida que otros viviesen
en lugar de nosotros.
La eternidad, si fuera,
sería vida eterna, es decir, que esta vida
se prolongara ahora eternamente,
llegar a serlo todo
en todos los instantes, bajo todos los precios,
a sangre y fuego siempre, bajo cualquier
desánimo y bajo cualquier tedio.

Lo demás, mientras tanto,
es un enorme equívoco
que propician las lenguas naturales
y la falta de orgullo de los hombres.

***

(ELOY SÁNCHEZ ROSILLO)

AVISO DE CAMINANTES

En la suma de días indistintos
que la vida da al hombre, acaso hay uno
en que el destino, trágico y hermoso,
pasa por nuestro lado y el azar manifiesta
una insólita luz, un desusado
fulgor inconfundible.
Pero no has de dudar. Ten el coraje,
cuando llegue el momento,
de abandonar las cosas con que siempre
te engañó la costumbre, y sube pronto
a ese carro de fuego.

Poco dura

el milagro.

Después, si te negaras

a partir, sólo noche
merecerás. Y nunca, aunque quisieras,
podrás comprar la luz que despreciaste.

***

(ANDRÉS TRAPIELLO) 

RIPIOS PARA UN AMIGO Y TRES VIEJOS MAESTROS

Es de noche hace rato y ha llovido
en un Madrid dormido y otoñal.
En cada gota del cristal
se refleja mi lámpara y me reflejo yo,
y un rincón de este cuarto y del buró
que fue de Valentín,
y este muerto papel en el que escribo
se refleja también como un recibo
donde llevo las cuentas de mi spleen.
El cielo de mi calle iluminado y rosa
también abre un lugar de este reflejo,
parecido a la boca de una fosa
que besara a la muerte en un espejo.
Son ya las nueve, y llueve.
Que nadie te sorprenda preocupado
Por saber si esta lluvia es muy distinta
de la que vio Unamuno una vez en Bilbao,
negra como la tinta,
o aquella que hace un siglo a Pimentel en Lugo
tanto al hombre le plugo,
o la suya, que vio en París Verlaine,
del color de los charcos
o de los tristes barcos
o cual adiós que nos arranca un tren.
Tampoco te preocupe saber si este poema
antes que aquí se ha escrito.
No es esa la cuestión ni es el problema.
No quieras ser maldito.
Busca, por el contrario,
las fuentes de su lluvia y su calvario,
las fuentes de Unamuno, Verlaine y Pimentel.
Busca en ellos la hiel. Busca su miel.
Que la lluvia de entonces
llora ahora en sus tumbas.
Es dulce y es amarga
y eternamente interminable y larga.
Es la lluvia de siempre. La actual.
Que en lo tocante a lluvias
es un absurdo ser original.

***

Los poetas que forman la antología:

Javier Almuzara, Amalia Bautista, Francisco Bejarano, José Manuel Benítez Ariza, Felipe Benítez Reyes, Rafael Benítez Toledano, José Julio Cabanillas, Jacobo Cortines, Luis Alberto de Cuenca, Alejandro Duque Amusco Ramiro Fonte, Vicente Gallego, José Luis García Martín, Luis García Montero, Ángel Guache, Julio Herranz, Antonio Jiménez Millán, Jon Juaristi, Juan Lamillar, Abelardo Linares, José Carlos Llop, Joan Margarit, Antoni Marí, Julio Martínez Mesanza, Carlos Marzal, Miguel Mas, José Mateos, Inmaculada Mengíbar, José Antonio Mesa Toré, Ángeles Mora, Luis Muñoz, Lorenzo Oliván, Juan Antonio Olmedo, Juan Luis Panero, Francesc Parcerisas, Carlos Pardo, José Luis Piquero, Pere Rovira, Álvaro Salvador, Eloy Sánchez Rosillo, Leopoldo Sánchez Torre, José Daniel M. Serrallé, Pedro Sevilla, Álex Susanna, Rafael Adolfo Téllez, Vicente Tortajada, Andrés Trapiello, Luis Antonio De Villena, Germán Yanke.

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Varios Autores. Título: El sindicato del crimen. Antología poética dominante. Editorial: Renacimiento. Venta: Todostuslibros, AmazonFnac y Casa del Libro.

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