En el año 2013 se cumplieron cien años del nacimiento de una de las figuras clave en el surrealismo internacional del siglo XX: Ghérasim Luca. Además de sus aportaciones al surrealismo (sus descubrimientos en torno a la objetología, sus esfuerzos por renovarlo de cara a mantener su radicalidad original o la abundante correspondencia que mantuvo con miembros del movimiento surrealista como Victor Brauner o André Breton, fueron esenciales en su desarrollo tanto teórico como práctico) y sus contribuciones al psicoanálisis (Deleuze, por ejemplo, reconoció que sus teoría del Anti-Edipo se había basado en las teorías no-edípicas de Luca), son muy interesantes sus poemas fonéticos (su célebre tartamudeo, por ejemplo), sus investigaciones en torno a la oralidad, así como sus collages y cubomanías. En España sólo se han publicado en castellano hasta la fecha dos de sus libros, El inventor del amor y La muerte muerta, en un mismo volumen y traducidos por Eugenio Castro (este volumen se editó en La Poesía, señor hidalgo) aunque de El inventor del amor ya se había publicado años antes una traducción de Jesús García Rodríguez.
Zenda comparte cinco poemas de Ghérasim Luca.
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¿DEDOS?
Déjame que te hable ahora
de la mujer sin dedos:
Llegó una noche,
yo fijaba sábanas en las ventanas,
para tomar el baño de la noche.
Estaba desnudo hasta el dedo
ella era la mujer ciega y sin dedos
en el dedo.
Al palparme desnudo, se asustó
y me pidió tocarle el seno
para confirmarme;
al enganchar mi dedo en su blanco pezón
me lo robó en su ventrículo
y tal y como había aparecido se esfumó.
Y a mi amigo del cuarto de al lado,
a cada uno un dedo.
El edificio sin dedo se apoda ahora
nuestro edificio.
Esta es la historia de la mujer que
no tenía dedos.
Traducción del rumano de Catalina Iliescu
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DISCURSO INAUGURAL EN UNA EXPOSICIÓN DE PINTURA
damas y caballeros
hoy traeremos ante ustedes al hombre más forzudo del mundo
pasen, señores, pasen, señoras
este hombre es más fuerte que una roca
este hombre es más fuerte que una flecha
este hombre es más fuerte que Maciste
señores
en una sola mano lleva cuarenta y cuatro mujeres flor y nata
en una sola cabeza lleva dos ojos flor y nata
y esos ojos están llenos de mazut y de puñales, señores
no le juzguen por lo menudo y escuchimizado como la roña
él saca a hombres de la tierra
él parte el cielo
se bate con los muertos
quién no le ha visto de noche aullando con los perros
podrá verle aquí, señores
quien no le ha visto de noche mordiendo a las damas
podrá verle aquí, señores
en su cabeza se han juntado los demonios
en su dedo la sangre aflora y un gato que llora
de noche todavía tiene guerras de palos con los espectros
y con las hembras,
hey, tú, el del gorro de lado
hey, tú, la damisela de las tetas más salidas que el guiñol,
hey, tú, barrendero
hey, tú, comerciante
hey, tú, mendigo
dejad de rebuscar en los bolsillos
que el espectáculo más grande es gratis
más gratis que la flor del cuco
más gratis que la hoja del saúco
más gratis que el fez del turco
ja, ja, ja, qué contentos se pondrán los locos…
Traducción del rumano de Catalina Iliescu
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TRAGEDIAS QUE HAN DE OCURRIR
Soy libre
y puedo observar con especial atención las cosas que me rodean
mis dedos temblorosos como álamos y cortos como balas
agarraron hoy con fuerza el cuello blanco de mujer amada e inspiradora
agarraron con fuerza el cuello blanco de mujer
tal como agarraron los viejos poetas en sus habituales ataques de amor por la naturaleza
las flores – las ovejas – el campo y las estrellas
poetas de hoy, poetas de dedos temblorosos como álamos y cortos como balas
cada uno tiene en su casa un cuello blanco de mujer que ha de ser asesinado
la lucidez con la que contemplemos luego las cosas que nos rodean es tan necesaria
y su lengua violeta, cuán cómico espectáculo.
Ahora, como somos libres, nuestro callejear presenta una importancia de la que hemos de ser conscientes:
las mujeres son más elegantes y más provocadoras hoy
los caballeros más sonrientes
y los escaparates de las tiendas más repletos y alumbrados
nuestros bolsillos normalmente llenos de caramelos y notitas contienen piedras hoy, de todos los tamaños.
Junto a nosotros, salieron de paseo otros hombres por las grandiosas avenidas de la ciudad
tienen los dedos blancos y gorditos como pedazos de tocino, tienen los dedos en los bolsillos
y junto a ellos, junto a la foto más reciente de la novia, un pañuelo lleno de mocos.
Los poetas de hoy en día, poetas de dedos temblorosos como álamos y cortos como balas
poetas con piedras de todos los tamaños en todos los bolsillos
deben saber que lo único difícil es romper el primer escaparate que se les presente en las grandes avenidas
pues los demás escaparates se rompen por sí solos igual que basta apagar una estrella para que las demás se apaguen por sí solas
Pido perdón por este símil de la estrella
poetas,
es un recuerdo de antaño
cuando quedaba extasiado ante los árboles en flor y desmayado con cada amanecer.
Poetas de hoy en día, poetas de dedos temblorosos como álamos y cortos como balas
pueden apedrear el símil de la estrella
y tal vez sea éste el primer escaparate que rompáis
y los demás escaparates por sí solos ya se romperán.
Traducción del rumano de Catalina Iliescu
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CERO DISPARO
Tus zapatos deslizan la contraseña
bajo el paladar de mi boca
Mi lengua chupa la contraseña
Bajo el paladar de tu boca
mi lengua se desliza
Tus zapatos se deslizan en el ala derecha
bajo el paladar de mi boca
Tus zapatos se deslizan en el ala izquierda
Tu zapato derecho bajo el paladar de mi boca
Tu zapato izquierdo en el ala derecha
Mi lengua se desliza en tu zapato derecho
Mi lengua calza tu zapato izquierdo
Bajo el paladar de mi boca
tus zapatos calzan mi lengua
Tu lengua chupa la contraseña
En tu zapato izquierdo mi lengua se desliza
En el paladar de mi boca tu zapato derecho
Mi lengua calza tu zapato derecho
Tu zapato izquierdo se desliza
en el paladar de mi boca
La contraseña calza la contraseña
y el ala derecha el ala izquierda
Bajo el paladar de tu boca mi lengua se desliza
Tu zapato derecho calza mi lengua
tu zapato izquierdo la chupa
y calza el ala izquierda en el ala derecha
se desliza bajo el paladar de mi boca
zapato izquierdo en zapato derecho
tu lengua en mi boca
Tu lengua calza mi boca
y mi boca tu lengua
Tu zapato derecho se desliza
bajo el paladar de mi boca
y tu zapato izquierdo sobre mi lengua
Tu lengua en mi boca
la contraseña en el zapato derecho
el ala izquierda el zapato derecho
el zapato derecho chupa el ala izquierda
se desliza bajo el paladar de mi boca
caza mi lengua calza mi boca
sobre tu zapato derecho mi boca se desliza
en el ala derecha bajo el paladar de tu boca
pasa de zapato derecho a zapato izquierdo
sin zapato izquierdo ni zapato derecho
tu lengua en mi boca
sin contraseña
ni ala derecha ni ala izquierda
bajo el paladar de tu boca
tu boca se desliza sin zapato izquierdo
ni zapato derecho
mi lengua pasa
m’i-lengua pasa
t’u-zapato se desliza
m’i-lengua pasa
Traducción del francés de Jesús García Rodríguez
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EL BALANCEO DE MI LENGUA
Palabras dulces
y desde la salida escondidas:
la caracola del silencio roza a la de los arrecifes…
de donde este relato
Atropellado por el amante del sinsentido
digo aproximadamente esto
para decir precisamente eso
Existo ¡ay!
luego me piensan
(El ciego apunta al águila
y dispara sobre un sordo)
Es así que vivo
lo que veo
y que mi voz se consagra
al yo que se extingue
Como el «dulce» en la duda
¿soy el «sonido» de mis sueños?
En esta orgía de palabras
y de ascetas a la escucha
mi Demonio sonoro actúa
sobre un mundo que se niega
se anega y se anuda
en lo hondo de mi garganta
Hechicero por ondas ritmos
hordas…
Para el rito de la muerte de las palabras
escribo mis gritos
mis risas peor que locas: falso
y mi ética fonética
la lanzo como un dado
sobre el lenguaje
En este lado de esto
y más allá de eso
fuera fuera de mí
Pues estar en otra parte
tira de la hora primero
y el metro a continuación
su llegada está aquí
muro del sonido
donde se fusila a un héroe
infinito
cuya marejada escondida
lanza un tejido de palabras
—una ínfima sábana de muerto—
sobre el desnudo de una mujer muda
acostado como un ocho
en los brazos del cero
Traducción del francés de Jesús García Rodríguez
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Autor: Ghérasim Luca. Traductores: Catalina Iliescu, Vicente Gutiérrez Escudero, Eugenio Castro y Jesús García. Título: La zozobra de la lengua. Editorial: El Desvelo. Venta: Todos tus libros, Amazon y Casa del Libro.
BIO: Ghérasim Luca (1913-1994)
Figura esencial del surrealismo. Nace en Bucarest. En sus primeros años de juventud participa en revistas rumanas de clara influencia dadaísta, como Unu o Alge, y en sus respectivos «suplementos»: Muci y Pula, actividad que le llevó, junto con los otros editores, a ser encarcelado unos días por difundir “literatura escandalosa». Durante los años 30 inicia en diversos periódicos una defensa de la “poesía proletaria” y escribe artículos en los que atacaba de forma directa al fascismo. En 1938, debido a sus orígenes judíos y al ambiente de represión de los años previos al advenimiento del régimen de Ion Antonescu huye a Paris, estableciendo contacto directo con los surrealistas franceses. Allí le sorprende la guerra. De regreso a Rumanía funda junto con Gellu Naum el conocido como “grupo surrealista de Bucarest”, integrado además por Virgil Teodorescu, Paul Păun y Dolfi Trost, con quienes desarrolla gran parte de su actividad —tanto individual como colectiva, y en muchos casos clandestina- hasta su segundo exilio, propiciado por la llegada del régimen comunista. Tras un breve paso por Israel, recala en Paris en 1952, en donde se asienta definitivamente. Sin renegar del surrealismo, pero marcando cierta distancia con éste, colabora estrechamente con numerosos poetas, pintores y artistas multidisciplinares. Además de sus poemas y manifiestos —el propio Gilles Deleuze llegó a reconocer la influencia de los manifiestos no-edípicos de Luca en su teoría del anti-Edipo— hay que destacar sus poemas visuales, cubomanías, objetos, libros-objeto y collages, así como sus célebres poemas fonéticos y sus lecturas, de las que existen varias grabaciones. En 1991 él y su compañera Micheline Catti, y demás vecinos, fueron desalojados del piso parisino en el que habían vivido durante décadas por motivos de renovación urbana. Se mudaron a otro barrio y las autoridades le obligaron a solicitar la nacionalidad francesa. Tres años después, a la edad de 80 años, Ghérasim Luca se suicidó arrojándose al Sena.
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