Un libro imprescindible para los amantes de los árboles y de la poesía. Más de setenta poemas de escritores como Federico García Lorca, Pablo Neruda, Wisława Szymborska, Rafael Alberti, Camilo José Cela, Gioconda Belli, Fernando Pessoa, Walt Whitman y muchos más. Leticia Ruifernández nos lleva de viaje alrededor del mundo para mostrarnos los árboles de cada uno de los países a través de la mirada de las y los poetas.
Zenda adelanta cinco poemas de La poesía de los árboles, publicado por Nórdica Libros.
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MUJER SALUDANDO A LOS ÁRBOLES
Dorothea Tanning
Estados Unidos, 1910-2012
Lo normal es que nadie
se dé cuenta al principio.
Me ha dado por maravillarme
de los árboles del parque.
Algo puedo deciros:
son hermosos
y lo saben.
También están exhaustos,
cientos de años
atascados en el mismo lugar:
hermosos paralíticos.
Cuando estoy a sus pies
sienten que los observo,
miran cómo agito mi necia
mano, y envidian la alegría
de ser un blanco móvil.
Los ociosos que pueblan los bancos
empiezan a fijarse.
«Hay gente para todo…»,
se oye decir.
Muchos tienen los ojos
perdidos en el suelo,
como si de verdad no hubiera nada
que mirar, hasta que
ahí va esa mujer
saludando a las ramas
de estos viejos árboles. Alzad
la frente, amigos, mirad arriba,
puede que veáis más
de lo que nunca os pareció posible,
justo ahí donde algo
la saluda tal vez para decirle
que ha visto lo maravilloso.
Traducción: Jordi Doce.
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LA VIDA
Marcos Ana
Alconada (Salamanca), 1920-2016
Decidme cómo es un árbol.
Decidme el canto de un río
cuando se cubre de pájaros.
Habladme del mar. Habladme
del olor ancho del campo.
De las estrellas. Del aire.
Recitadme un horizonte
sin cerradura y sin llaves
como la choza de un pobre.
Decidme cómo es el beso
de una mujer. Dadme el nombre
del amor: no lo recuerdo.
(¿Aún las noches se perfuman
de enamorados con tiemblos
de pasión bajo la luna?
¿O solo queda esta fosa,
la luz de una cerradura
y la canción de mis losas?).
22 años. Ya olvido
la dimensión de las cosas,
su color, su aroma… Escribo
a tientas: «El mar», «El campo» …
Digo «Bosque» y he perdido
la geometría del árbol.
Hablo por hablar de asuntos
que los años me borraron.
… … … … … … …
(No puedo seguir: escucho
los pasos del funcionario).
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EXISTÍAN TUS MANOS
Antonio Gamoneda
Oviedo (Asturias), 1931
Un día el mundo se quedó en silencio;
los árboles, arriba, eran hondos y majestuosos,
y nosotros sentíamos bajo nuestra piel
el movimiento de la tierra.
Tus manos fueron suaves en las mías
y yo sentí la gravedad y la luz
y que vivías en mi corazón.
Todo era verdad bajo los árboles,
todo era verdad. Yo comprendía
todas las cosas como se comprende
un fruto con la boca, una luz con los ojos.
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TARDE DE OTOÑO
Matsuo Bashō
Japón, 1644-1694
Sobre una rama seca
un cuervo se ha posado.
Atardecer de otoño.
Traducción: Rumi Sato.
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PAZ
Alfonsina Storni
Argentina, 1892-1938
Vamos hacia los árboles… el sueño
se hará en nosotros por virtud celeste.
Vamos hacia los árboles; la noche
nos será blanda, la tristeza leve.
Vamos hacia los árboles, el alma
adormecida de perfume agreste.
Pero calla, no hables, sé piadoso;
no despiertes los pájaros que duermen.
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VV. AA. Ilustradora: Leticia Ruifernández. Título: La poesía de los árboles. Editorial: Nórdica Libros. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
Se me enriquece el alma siento a Dios que palpita dentro de mi.
Gozo y disfruto al leer cada verso que publica Zenda.
Muy bueno el poder leerle desde aqui, los Estados Unidos. Continuen haciendo posible la fraternidad.