Jimena Cid publica un poemario en el que reflexiona sobre el deseo femenino, el cambio de tiempo, las canciones, el cuerpo como religión y otros temas que, además, dialogan entre sí. El libro viene acompañado de las ilustraciones de Ana Cid.
En Zenda reproducimos cinco poemas de La Sal (Piezas azules), de Jimena Cid.
***
LA LECHERA
Al cántaro lo que es del cántaro:
la sed y los cascotes,
pero también los cuentos,
el pábulo
y la fe.
***
LAR
Camino de la ermita de nuestra cama
entorno los muslos
para sujetar la casa,
su órbita
calzada con una de tus manos
entona el canto de penates
que confirma la hipótesis.
***
POEMAS PRIMITIVOS
I
Bajo la yerba los padres de mis padres
mis padres bajo la yerba
bajo la yerba mis hermanos
mis amigos bajo la yerba
bajo la yerba tú
y yo bajo la yerba.
II
Los ojos sabios de mi amado
las manos sabias de mi amado
el sexo sabio de mi amado.
III
Él encaja lleno en mi vaso.
IV
La estrategia era simple: moverse, pernoctar,
hacer fuego, mojarse, junto al río en septiembre,
venerar a los viejos, el amor y la guerra.
V
Hay tantas cosas
perdidas para siempre
como arándanos que recolectar
en un día.
***
LA SAL
I
Valor al sí y al vendaval
desde la exacta arena
volátil
tan salada.
II
Y cómo respirar
con un peso de fondo
adherido a la pieza del pulmón
blanda y caliente
que no se extirpa.
III
Desempolvar las primeras cartillas
para admitir
desde sus mismas hojas
que basta solo el roce de una mano.
IV
No debes asustarte,
soy yo quien muere.
V
Volver a respirar
como de niña
con todo el paladar en los pulmones.
***
VENENO
Del paladar al fondo la guerrilla,
veneno sin amortiguar son sus detonaciones,
juego de sal cisterna adentro.
Veneno desde abajo hasta el colapso.
Veneno portentoso buen auspicio
de cordiales antídotos
o no,
de más veneno. Más.
—————————————
Autora: Jimena Cid. Título: La Sal. Editorial: Piezas azules. Venta: Todos tus libros.
BIO
Jimena Cid (Madrid, 1969). Se cría entre algarrobos en un pueblo cercano a la desembocadura del Ebro, hoy La Rápita. Estudia Psicología y Educación. Ha trabajado con enfermos de esquizofrenia durante más de una década, resguardado otra para la crianza de sus tres hijos y actualmente se dedica a la enseñanza. En 2017 entra en contacto con Gonzalo Escarpa, poeta y gestor cultural, con quien realiza un primer curso de poesía en Billar de Letras y seguidamente otro en su Laboratorio de Creación Poética. Desde entonces no ha dejado de escribir, formando parte del Laboratorio hasta hoy. Ha participado en diversos recitales poéticos en Madrid al amparo de La Piscifactoría y publicado textos en la revista Agua Poesía Líquida y formado parte de su Consejo Editorial durante casi cuatro años. Este es su segundo poemario, el primero de los cuales, Lengua de juego, vio la luz solo para sus amigos. No será el último.
La máquina de escribir se saltó palabras, versos