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5 poemas de Lo demás te lo enseñará el relámpago, de Luis Arturo Guichard

5 poemas de Lo demás te lo enseñará el relámpago, de Luis Arturo Guichard

Luis Arturo Guichard, sin duda uno de los autores más singulares del actual panorama hispanopoético, publica un poemario que combina estampas de viaje, entradas de diario, reflexiones eróticas… Y todo bajo la mirada silenciosa de Heráclito, Montejo y Zagaiewski.

En Zenda reproducimos cinco poemas de Lo demás te lo enseñará el relámpago (Vaso Roto), de Luis Arturo Guichard.

***

La luz de las estrellas muertas
hace que el mundo viva en la pupila.
Esta cigarra que aletea en Madrid,
según dicen, puede cambiar la vida
de un chino, ese mismo que fabricó
el papel y la pluma con que escribo.

Esa hoja que vuela va directa
a ser cimiento de un nido de pájaro.

Cada célula de mi cuerpo
está decidiendo ahora si vive
o se convierte en cáncer y descuelga
de un golpe todos los recuerdos.

La velocidad mira de reojo
a ambos lados y piensa ensimismada.
La inmovilidad tasca su freno de aventura.

Tú me miras y veo en tus ojos todas las preguntas.
Yo te miro y ves en mí todas las que vendrán mañana.

La brisa que pasa entre los dos en este día
perfecto tiene todas las respuestas.

Todo tiene un destino
y al mismo tiempo no es nada,
potencia pura camino del caos:
sólo luz, sólo pupila, sólo cigarra,
sólo persona, sólo hoja, completas
y terminadas en lo que están siendo:
el mundo que empieza y termina en mis pupilas.

***

Demasiadas vidas: ése es el fracaso del poeta.
Ahora mismo y aquí, sólo pasando la vista.
Un hombre joven –no llegará a treinta–,
polo verde, cabello completo, bien parecido,
espera en su silla de ruedas turno en el café.
A su lado un hombre mayor, de barba,
sostiene un cello con su funda en una mano
y en la otra golpea un sobre grande contra su pierna.
La chica universitaria, ojos grandes y jeans,
que pasó vendiendo marcapáginas de Borges,
ya va lejos entre las mesas.
El repartidor de propaganda parado junto al altavoz
es gordito, tiene rastas y parece un oso
de peluche renegrido por la intemperie.
Demasiadas vidas de las que no se sabe nada.
Y de la propia, tampoco. Ésa es la vida de un poeta.

***

Para viajar hace falta creer:
creer en la promesa de lo no visto
todavía, en eso apenas intuido
al quitarse los zapatos el día anterior.

Creer de la misma manera que para enamorarse
o escribir libros: al filo del descreimiento,
en la frontera de la duda con el fulgor.

Viajar, escribir libros, enamorarse son bellas ficciones
que nos ayudan a vivir: si son buenas,
se convierten en verdades
por las que vale la pena casi cualquier otra cosa.
Incluso a riesgo de ser un amante lastimoso,
un mal poeta y un viajero extraviado.

Yo he sido los tres en un parpadeo.

Viajo poco últimamente. Gasto casi todas las energías
que me quedan en las otras dos ficciones.

***

Si supiéramos que existe un camino
que une todo esto con la misma certeza natural
con la que un hueso se une a otro hueso.

Si hubiera, mejor aún, un solo camino
posible, ya lo hubiéramos encontrado.
Pero los mapas no son como los cuerpos
ni las voluntades son como los huesos:
dan vueltas, se enredan, se pierden,
emergen de nuevo más allá de donde deben.

Los lugares por los que vamos pasando
no nos llevan a nuestro destino
como las venas, que tarde o temprano
van a dar al corazón: dudan
y toman decisiones, se arrepienten,
amanecen de pronto donde no esperaban.

Sólo se parecen a los cuerpos en que ambos tienen
sombra: una que se va deformando según caminamos.

***

Tarde o temprano ocurre
que compras un libro, lo llevas
al café de siempre, te acodas
junto a la ventana y lees
maravillado, cada vez más,
qué buen libro, qué buen poeta,
ése igual a ti y totalmente
ajeno, eso escrito en esa lengua
traducida, igual a la tuya y totalmente
ajena. La vida tal vez, sólo tal vez
sí está bien hecha.
Al final, sólo al final te das cuenta
de que eso ya ha ocurrido en otro tiempo,
en otra ciudad, iguales a éstos:
ese libro ya lo habías comprado
y ya lo habías leído y era maravilloso
y ya lo habías olvidado. Lo cierras.
Sales a la calle, esperas
que haya una tercera vez.

—————————————

Autor: Luis Arturo Guichard. Título: Lo demás te lo enseñará el relámpago. Editorial: Vaso Roto. Venta: Todos tus libros.

BIO

Luis Arturo Guichard (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México) reside en España desde 1997. Poeta, traductor y ensayista, es profesor de Filología Griega en la Universidad de Salamanca, donde coordina el Máster de Creación Literaria. Su poesía reunida hasta 2012 ha sido publicada con los títulos Una fe provisional (2012) y Realidad y márgenes (2013). Con El jardín de la señora D. (2017) obtuvo el 41è Premi Vila de Martorell de Poesia en España y el Premio Iberoamericano de Poesía para Obra Publicada Carlos Pellicer INBA en México (2018). Ha sido miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte de México. Subterranean bells, traducido al inglés por Jennifer Rathbun (2021), es su publicación más reciente.

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Dalit Rafael Escorcia Marchena

La poesía de Luis Arturo, es una cúmulo de sentimientos tejidos con la fluidez y elasticidad de las palabras; pero, ante todo, sin desprenderse de lo cotidiano, haciendo de este arte una búsqueda constante de unir los sentimientos individuales a las emociones constantes y colectivas, para obtener una verdadera conjugación del ser desde el yo y el otro.