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5 poemas de Natxo Vidal

5 poemas de Natxo Vidal

Tras quedar finalista del Premio Nacional de la Crítica con su anterior poemario, XL, Natxo Vidal publica 106 Palabras (La Fea Burguesía). En el prólogo, Andrés García Cerdán dice: “Desde la conmoción nos habla de sensibilidad y humanidad adormecidas. Hay en estos poemas un racimo de gestos que intentan despertarnos, un haz de miradas que nos enseñan a mirar [… ]”.

En Zenda reproducimos cinco poemas publicados a lo largo de toda la carrera de Natxo Vidal.

***

Habrás oído
todas esas canciones,
hablando de cosas tan hermosas.
De todas, Aunque no sea conmigo
es
mi favorita.
Ya sabes, todo aquello
de que si ahora tienes
tan solo la mitad/del gran amor que aún te tengo/
puedes jurar/ que al que te tiene lo bendigo,/ quiero que seas feliz/
aunque no sea conmigo.
O Confesión, ¿recuerdas?
Un tango anti persona
que te rompe el alma:
Hoy, después de un año atroz, te vi pasar:/
me mordí pa no llamarte./
Ibas linda como un sol…/ Se paraban pa mirarte./
Yo no sé si el que te tiene así se lo merece,/
solo sé que la miseria cruel que te ofrecí/
me justifica al verte hecha una reina,/
pues vivirás mejor,/
lejos de mí.
O esa ranchera milagrosa,
con la letra más cursi de la historia:
Ojalá que te vaya bonito,
ojalá que se acaben tus penas.
Que te digan que yo ya no existo,
que conozcas personas más buenas.

Habrás oído
todas esas canciones, todo lo
que dicen.
Olvídalo:
yo también he pensado mis deseos,
ahora que me han dicho por ahí
que estás muy guapa
y que lo vas contando:
que yo soy el pasado,
que todo es diferente y es mejor
(comer,
dormir,
tumbarte sobre el césped)
desde que no soy yo quien te acompaña.
Escúchame:
durante mucho tiempo
te quise
como quieren los perros a su dueño.
Pero no te equivoques
(cuesta mucho decirlo,
ponerlo por
escrito):
yo te deseo lo peor,
una espiral sin fin de sufrimiento.
Cien dolores pequeños cada noche,
todas las noches de tu vida.

Y que todos los dientes se te caigan
cuando sea otra lengua y no la mía
la que se meta dentro de tu boca.

(De Mi parte de la pólvora. Huerga y Fierro, 2018).

***

Igual que Kirsten Dunst,
inmóviles,
nos limitamos a contar las horas
mientras ese planeta se aproxima.
No deseamos nada.
Solo, tal vez, que el fuego
nos ilumine un poco, antes de
quemarnos.

(De Mi parte de la pólvora. Huerga y Fierro, 2018).

***

Me fascinaba pelar los conejos.
Ayudar a pelarlos.
Mantenerlos en alto,
con las patas abiertas,
colgados en el aire, bocabajo,
calientes todavía.
La sierra del cuchillo
rasgando
(ruc-ruc) la piel
de las patas traseras,
(ruuuuuuc) rasgando el vientre.
Antes que la evisceración,
antes
que el cuchillo bajando,
vértebra
a
vértebra
(clac-clac-clac),
hasta dejar partido el cuerpo en dos
pedazos
(que no se te baje, cariño,
mantenlo siempre
alto),
antes
que sujetar el corazón
o los riñones con mis propias manos
lo que más me asombraba,
antes
de todo lo demás,
era la piel colgando, vuelta del
revés, la carne al aire,
igual que un niño
con los brazos en alto y el pijama
atascado en el cuello.
El resto
ya casi no
me interesaba.
Tripas, ojos y sangre. Mierda,
en muchas ocasiones.

Me fascinaba pelar los conejos.
Ayudar a pelarlos.
No me lo dijo nadie, lo aprendí
yo solo,
allí,
manteniendo bien alto
aquellos animales.

Así
iban a ser las cosas
por dentro,
siempre,
al darles la vuelta:
todo da asco.
Todo mancha.

(De Así termina. Frutos del Tiempo, 2020).

***

Hay una teoría
según la cual en algún sitio, lejos,
tal vez al otro extremo del planeta,
en mis antípodas,
existe un hombre como yo:
mi estrella par,
mi alma gemela,
el otro cabo de la cuerda, el hombre
que sueña con mis sueños antes
de que sueñe con ellos.
Que siente antes que yo lo que yo siento,
con diez o doce horas
de ventaja

No sé si él lo sabe,
si como yo es consciente de la vida
de mierda que tenemos, en el caso
de que tengamos vidas paralelas:
dos veces cada día,
una
cada diez mil kilómetros,
el mismo tipo de basura.
Mi estrella par,
mi alma gemela,
el otro cabo de la cuerda, el hombre
que sueña con mis sueños antes
de que sueñe con ellos

Ignoro dónde estás,
cuál es tu nombre,
pero lo siento mucho.

Lo siento
mucho.

(De Ícaros desorientados. Raspabook, 2015).

***

y servirse una copa. Y después otra. Y otra más, hasta perder la cuenta. Luego marcar un número cualquiera, en el teléfono, y escuchar una voz. Una voz, igual que una manzana flotando sobre el agua. Decir algo, buenas noches. Y recordar la lluvia golpeando los techos de los trenes. Las hojas de los árboles. Poner A Love Supreme, antes de colgar, un poco solamente. Y escuchar un nombre, por primera vez. Una voz, igual que una manzana flotando sobre el agua

(De 106 Palabras. La Fea Burguesía, 2023).

—————————————

Autor: Natxo Vidal. Título: 106 Palabras. Editorial: La Fea Burguesía. Venta: Todos tus libros, Amazon y Casa del Libro.

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