Transgresora, al margen de las normas. Así era ella, Guadalupe Teresa Amor Schmidtlein, y también su poesía. A continuación reproduzco 5 poemas de Pita Amor.
El cisne encantado
Aquel cisne encantado
y el pelícano negro tenebroso;
el gallo degollado
y la sangre en el pozo
y el mago del sorbete misterioso
Cansada
Cansada de esperarte
con mis brazos vacíos de caricias,
con ansias de estrecharte
pensaba en las delicias
de esas noches, pasadas y ficticias
Como los rieles del tren
Como los rieles del tren,
unidos y separados
pero siempre sentenciados
a llegar tarde al andén
Como el constante vaivén
del tren por los encrespados
cerros grises levantados,
mi amor y el tuyo también
corren paralelamente
corren fugitivamente
corren juntos, divididos
separados, pero unidos
corren hasta el mar quebrado
mar sin olas, desolado
Vi en el espejo
Vi en el espejo un personaje raro
un pájaro de sombras taciturno,
del polaco Chopin, oí un nocturno
y vendí mi reloj a un viejo avaro
Tu traje oscuro, que costó tan caro
las refulgentes luces de Saturno
el comandante que cambió de turno
y la niña que juega con el aro
Un telegrama que me ha enviado Emilio
y yo pidiéndole al demonio auxilio
las tabernas de vinos asesinos
los burdeles de vicios clandestinos
los imanes, las grises cerraduras…
También las misteriosas cerraduras.
De azabache enlutado
De azabache enlutado,
el cuervo con sus alas tan sombrías
va al cielo del pasado
y vuela lejanías
volando por nocturnas galerías
Preferiste escribir versos a criar un niño. Yo prefiero hablar con los vecinos. Ellos son los versos de los que eligieron no ser poetas. ¿Soy cruel? Tal vez sí, porque ya no es tiempo de decir esto.
No eres cruel, simplemente estás pendejo. Qué has escrito tú?