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5 Poemas de «Prado negro», de Manuel García

5 Poemas de «Prado negro», de Manuel García

Basta leer la nota bio-bibliográfica de Manuel García para darse cuenta de que no es poeta al uso, de grupo, escuela o cofradía. Manuel García va por libre y combina su profundo conocimiento de la historia y la técnica literarias con una gran riqueza y variedad temática, una insobornable sinceridad y un posicionamiento libre y libertario ante doctrinas, instituciones y costumbres. Aunque sean muchos los que se llaman como él, Manuel García el poeta es realmente único.

JUEGOS DE AGUA

Imagino un cuchillo

refrescando mis venas,

mi sangre recorriendo

desde el lavabo, suelta,

cañerías, cloacas,

sumideros, acequias,

ríos de rojo vivo

hasta la mar abierta.

 

Y allí mi sangre, libre

por fin de sus cadenas,

hará juegos de agua

con tus piernas.

 

Oh sangre liberada

del dolor y su pena,

sangres que son de niños

mientras juegan.

SUEÑO DEL ESCORPIÓN

Un escorpión en medio

de un círculo de fuego

se abrasaba (y un hombre

reía) y en el centro

tenía el cuerpo abierto.

En medio de la carne

dañada, puso un beso

el aguijón, qué dulce

placer, qué hiriente trueno

de dolor, qué alegría

de veneno crujiendo.

La carne, acostumbrada

a hervir en el incendio,

se refrescó y quedara

sucia ceniza negra

o del placer secreto

o de la fruta ajena

que se pudrió por dentro.

Y yo no sé quién soy:

si el aguijón, si el hombre,

si el veneno o el fuego.

NUEVO CANTAR DE AMIGO

Para Antonio “el Baila”, in memoriam

No sé, madre Sagra, dónde se ha escondido,

no sé, madre Sagra, dónde está mi hermano;

 

en qué paraíso de bancal y vino,

con cuánta dulzura de cal y tabaco.

 

Dale cielo abierto sobre monte amigo,

mortaja de nieve para su descanso.

 

Yo sé que no sufre, que siente el abrigo

que deja en mis ojos tu blanco sudario.

 

Que me espere pronto, que yo no lo olvido,

y, mientras me junto con él, en mis labios

 

no faltará el verso que diga su nombre

ni faltará el vino para recordarlo.

 

(La muerte)

 

“…desde mi infancia había muerto ya muchas veces”

Proust (El tiempo recobrado)

 

 

Has vivido tu vida. Una, dos vidas, tres,

y diferentes.

 

Has sido dulce con los dulces, fuiste

cruel con quien calmara

tantas veces tu fiebre.

 

Si bebiste el instante como arroyo

que se desborda siempre,

prepárate a morir

todas tus muertes.

INSTRUCCIONES SOBRE CÓMO

DAR VUELTAS CON UNA CUCHARILLA

A UNA TAZA DE CAFÉ

Te sientas en el bar

tranquilo de algún parque

con café, cucharilla

un cuaderno y un lápiz.

Y empiezas a dar vueltas

a tu vida. Al mezclarte

con la primera vuelta,

miras emparejarse

luz y sombra en las hojas

del olmo que hay delante

y piensas que es consuelo

de tu muerte el paisaje.

A la segunda vuelta

un verso viene a darte

la bienvenida y tú

lo miras escaparse.

Tercera vuelta y dejas

poco a poco acecharte

esas penas antiguas

sin nombre, que te asalte

cualquier miedo que ya

conoces, que te arrase

esa ausencia de algo

que no puede llenarse

de palabras. Y vuelves

otra vez a vaciarte

sin luz, con la conciencia

de esfumarte en la tarde.

Te sientas en un bar

a escribir lo que sabes:

que una nada te busca

y tendrá que encontrarte.

LA HUIDA

Miro la lumbre. Ya no echaré más leña en ella, sino que dejaré que se haga rescoldos lentos. He vuelto de nuevo escribiendo al paisaje que había perdido desde la infancia, como niño que se acurruca de nuevo en brazos de su madre. Aún no sé desde dónde seguiré escribiendo, o si seguiré escribiendo. Huir, irse de los sitios sin despedirse de nadie, ni compartir una última mirada. Y andar por la calle sintiendo el vacío de una amputación, que es la parte de ti mismo que dejaste atrás, que diste a los otros, y que ya nunca volverás a entregar.

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Manuel García (Huéscar, Granada, 1966) ama los libros, a los que se dedica en casi todas sus facetas posibles: lector, escritor, crítico, encuadernador, editor. Es filólogo y ejerce de profesor de Lengua y Literatura castellanas en institutos de Andalucí́a. Como poeta ha publicado hasta el momento Estelas (1995), Sabor a sombras (1999), Cronología del mal (2002), La mirada de Ulises (2006), Poemas para perros (2008), Manual de cordura (2008) y De bares y de tumbas (poesía Hiperió́n 616, 2011), La sexta cuerda (poesía Hiperión 662, 2014), Es conveniente pasear al perro (poesía Hiperión 719, 2017) y Mejor la destrucción (2018). Como narrador ha publicado Mañana, cuando yo muera (2019), que cuenta los últimos años de Ángel Ganivet. Ha versionado en versos castellanos el Epitafio (2009 y 2012) y los Dieciocho cantares de la patria amarga (2012) de Yannis Ritsos. Ha versionado en castellano los raros poemas franceses de Á́ngel Ganivet (2012). Como crítico literario es responsable (junto con A. Martínez) de la edició́n y el pró́logo del libro de Joaquín Romero Murube Siete romances (2004). Tambié́n ha escrito los pró́logos de Platero y yo (actual edició́n de las Obras Completas de J.R.J., 2008) o de la Polixena del Abate Marchena (2008). Colabora en revistas como Mercurio, Los papeles mojados de Rioseco o Entorno Literario. Como músico, toca la viola de gamba. Es encuadernador y ha traducido del francé́s el libro de Octavio Uzanne La encuadernació́n moderna, artística y caprichosa (2012). Hace labores de editor en Point de Lunettes.

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Autor: Manuel Garcia. Título: Prado negro. Editorial: Hiperión. Venta: Todostuslibros y Amazon

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