José Pablo Barragán se alzó con el premio Internacional de Poesía José Hierro gracias a un libro que es muchas cosas a la vez: un recuerdo, un manual de ciudadanía, un homenaje al presente, un castillo e incluso una puerta abierta. En definitiva, Tarea de español es un puente que une lugares y tiempos, recuerdos y vivencias.
En Zenda reproducimos cinco poemas de Tarea de español, de José Pablo Barragán (Ya lo dijo Casimiro Parker).
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LA GALLINA CIEGA
La señora Francisca de mi pueblo
tenía una gallina ciega.
Se había dejado un ojo en unas zarzas,
y el otro lo cubría
un velo, como en un tazón de leche
que se ha quedado frío.
Andaba siempre al fondo del corral,
separada del resto, y la señora
Francisca le apartaba unos puñados
de pienso cada vez
que echaba de comer a las demás.
A veces los muchachos
del pueblo le tiraban piedrecitas,
hasta que la señora
Francisca, viuda y sorda, les corría a escobazos.
Diréis que es una historia fácil
para una moraleja.
Pero son solamente un par de versos
para que no me olvide
de la gallina ciega y la señora
Francisca de mi pueblo,
que hace ya tantos años que están muertas.
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SUPERMERCADO COREANO
Ayer tarde cogí el coche
y manejé lentamente por las calles de Lancaster.
Manejé hasta cruzar más allá de las vías,
y llegué al supermercado coreano
que hay en Walnut con la 12,
a la altura de la cancha donde juegan los Barnstormers.
Siempre me anima el especiado olor de los pasillos
del supermercado coreano;
me reconforta saber que puedo ir de un extremo al otro
del mundo en sus estantes,
que no hay más que dos pasos entre el tarro
de tofu fermentado y los paquetes
para hacer sopa de matzo
que aún conservan el aroma de los ghettos lituanos.
Y me fascinan las bandejas donde duermen los pescados sobre el hielo,
alineados como lanzas o guerreros de terracota.
Ah, cómo me gustaría acariciar la tersa piel de los jureles españoles,
desnudar mi corazón sobre las ramas
del oscuro árbol de sangre de sus branquias,
persignarme ante su olor de santidad
como si fueran una punta de la túnica del Cristo de mi pueblo.
Pero admiro sobre todo el mostrador
donde despieza el carnicero las canales de ternera,
la brillante brusquedad de sus cuchillos
que separan las costillas
una a una.
Quién pudiera ser ellos,
que levantan una pica en este reino
de la carne congelada y los olores a quirófano.
Quién ellos, y con un único golpe de muñeca,
abrir el mundo en dos
y devorarlo.
***
QUEREMOS TANTO A BRITNEY
Ay, Britney, baby, cómo se supone
que íbamos a saber de esa terrible
llaga, piedra, alondra negra
que te anidaba en el pecho,
de esa lengua de un mar muerto en tus mejillas;
cómo íbamos a ver,
si tanto nos cegaban,
si solo contemplábamos
tus muslos, tus muñecas, tu cintura
de colegiala rebelde,
la lumbre de tu piel bajo las medias;
cómo íbamos,
si todo, si lo único que ansiábamos
era llegar a ti descalzos sobre el fuego.
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PIE PARA LOS NIÑOS DE VALLECAS
De aquí no se va nadie.
No mientras la lengua quebrantada de los niños de Vallecas,
no mientras sus párpados de arena bajo el muro y los estrechos.
No, de aquí no se va nadie.
Ni el cínico, ni el cura ni el poeta.
Porque aquí no hay artificio,
ni yelmo, ni bacía, ni misterio
que valga.
Aquí solo hay la lengua quebrantada de los niños de Vallecas,
sus párpados de arena bajo el muro y los estrechos.
Y no hay modo de huir
del mar ni los carteles.
No hay modo de esconderse
en las ermitas o en los versos.
Siempre estarán allí la lengua quebrantada,
los párpados de arena.
No.
De aquí no se va nadie.
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NEGRA NUBE DEL ALBA
Zona Cero, Nueva York
Negra nube del alba
aguardamos que caigas aguardamos
que cubras nuestros huesos con el polvo
de huesos de tendones con el polvo
de grasa de los muslos aguardamos
que caigas como un muro que nos cubras
Negra nube del alba
aguardamos que caigas aguardamos
que anegues nuestros bronquios con el polvo
de huesos de tendones aguardamos
tan cerca de las torres respiramos
tan cerca de las bocas de los hornos
respiramos igual que en una urna
repleta de cenizas
Negra nube del alba
aguardamos que caigas aguardamos
que anegues nuestros bronquios con el polvo
respiramos los huesos los tendones
la grasa de los muslos respiramos
la muerte contenida en los resquicios
del aire en la ceniza en las finísimas
moléculas de polvo
Negra nube del alba
aguardamos que caigas aguardamos
que anegues nuestros bronquios respiramos
el polvo de los huesos respiramos
tan cerca de las bocas de los hornos
tan cerca de las torres respiramos
la muerte contenida en los resquicios
del polvo en la ceniza respiramos
sus huesos sus tendones respiramos
la grasa de sus muslos sus cenizas
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Autor: José Pablo Barragán. Título: Tarea de español. Editorial: Ya lo dijo Casimiro Parker. Venta: Todos tus libros.
BIO
José Pablo Barragán (Valladolid, 1981) es poeta, profesor y traductor. Es autor de los libros de poemas Lugares comunes (Universidad de Sevilla, 2008, Premio Universidad de Sevilla) y La Nave (El Gaviero, 2012). Su obra literaria ha aparecido en publicaciones como Iowa Literaria o El Cuaderno. Formó parte del colectivo literario vallisoletano COLMO y fue alumno del prestigioso programa de escritura creativa de la Universidad de Iowa. Ha coorganizado eventos y festivales de poesía en España y Estados Unidos. Es doctor en Literatura Española y Filología Clásica, campos en los que ha publicado numerosos trabajos académicos. Vive desde 2012 en Estados Unidos, donde enseña español en Filadelfia.
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