Galo Ghigliotto es un escritor y editor nacido en Valdivia, Chile, en 1977. Magíster en literatura latinoamericana y chilena (USACH). Creador de editoriales independientes, destacan entre sus proyectos Editorial Cuneta y La Furia del Libro, feria de editoriales independientes. Actualmente es Director de Editorial USACH, de la Universidad de Santiago de Chile. Es también docente de la Escuela de Periodismo de dicha universidad. Como autor, ha publicado los libros de poesía Valdivia (2006), Bonnie&Clyde (2007), Aeropuerto (2009) y Monosúper (2016), los cuentos en A cada rato el fin del mundo (2013) y las novelas Matar al Mandinga (2016), ganadora de los Juegos Literarios Gabriela Mistral 2016, y El museo de la bruma (2019), ganadora del Premio a la Edición y del Premio Mejor Obra Literaria, ambos de 2020. Como traductor del francés y el inglés, ha traducido la obra de autores como Annie Ernaux, Violette Ailhauld, Antonin Artaud, Marie Darrieussecq y Daniel Borzutzky. Presentamos una selección de textos inéditos.
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Nada haces con los trazos de mi locura
heridas abiertas descubres
y miras hacia el sol
mis talentos no dilapidas ni escondes
tomas mis palabras truncas
para construir una torre
desde la que valle te miro
extensa
vasta en procesión de plantas e insectos
montañas avanzan y suben
escarcha ligera en mantas
casi transparentes
vacías de distorsiones sinuosas
abruptas pruritos inaguantables
haces de la luz un sonido efervescente
mente calma y calmo
todo menos la sed que lame
la imagen tuya de ti que tienes instalada en el
centro exploratorio diestro en
cerrar abismos como deporte casi como
nostalgia de lo impuro y puro
sudor que cruza de un lado a otro de la cordillera
se avergüenza de su tono lustre
y lacustres lagos y lagunas escurren como chasquis
imperiales en su fílmica exactitud de tomar
trozos de locura como argumento
de la infinita sed sedienta de la sed que
nunca cede y entonces
llena el vacío devorando distancias
establecidas en el ridículo decreto ilusorio
de la realidad
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Tipa
Solía ser el amor un mar
solía ser una mancha incandescente de agua
que todo lo cubría
y se presentaba a veces en la forma
de una ola gigante
espumosa hosca y resuelta
que venía
para
solía ser una ola formidable y ondulada
cabrilleante
hasta que
de súbito
quedó congelada
no de frío
mucho menos de hielo
sino de tiempo
y loca y cuerda en su congelamiento
esa ola
se volvió árbol
una tipa transfigurada sobre
sí con toda su estructura catedralicia
para hacer del mar una raíz
y de la espuma
una canopia
ávida de expandirse sobre lo amado
soy yo esa tipa
esa ola detenida y sosegada
que ya no es ola
ni caos
ni amenaza
soy ese árbol de ramas
que hilvanan un techo
bajo el cielo
y te observa
y te ve andar por el mundo
y persigue tu desplazamiento
de un hemisferio a otro
tu vacilación sobre el camino
te ve dar un paso a la izquierda
y luego continuar hacia la derecha
te ve disfrutando el paisaje de ese bosque
sorprendida
ola
devenida fronda
oquedad y vacío
como un alma evaporada
del cuerpo del amor
y por mucho
o muy poco que te alejes
sus ramas se expanden en lo alto
y te cobijan
mientras instala troncos en el camino
en caso de que algún día
quieras detener tu andanza
y echarte a descansar
bajo su noche
con la espalda apoyada en su corteza
***
Los árboles
en la cada vez más escasa complejidad de las sombras
van las copas trenzadas sin suelo y sin cielo
el viento levanta sus recuerdos abandonados
suben un tanto y caen
para susurrar su mensaje a las semillas
la danza de la multiplicación sigue una música
que nunca ha acabado ni acabará
hablamos de un mundo sin sol, pero luminoso
hablamos de todos los recuerdos del mundo
escritos en líneas concéntricas
y aunque ajenos somos
a su lengua, a su escala temporal
flotamos bajo ellos
y soñamos un largo sueño
dividido en millones de vidas cortas
***
Cómo erigir una casa embrujada
elija construir su casa en un largo periodo de tiempo
contrate un amplio staff de albañiles y peones
disponga todos los materiales de una vez a libre disposición
elimine las rejas que protegen la vivienda
deje abiertas las puertas por las noches
elija arena en vez de concreto para los cimientos
los materiales higroscópicos suelen ser los indicados
exponga la madera a altas temperaturas
no haga planos, improvise
mucho menos acuda a las autoridades a regularizar la vivienda
evite designar la obra y su lugar con un nombre específico
levante las habitaciones por separado
sin preocuparse de que cuadren las medidas de una y otra
una vez levantado el primer piso instale camas en los dormitorios
no se preocupe de decorar o instalar papeles murales
deje que los perros entren a devorar ratas y otros
lo que sea necesario para alejar a los gatos
instale un refrigerador inútil y desvencijado en la cocina
haga fiestas con abundante licor y poca comida
confunda a las visitas indicándoles erróneamente la ubicación de los baños
aliente la fornicación entre invitadas e invitados a sus fiestas
se sugiere el uso de máscaras para ocultar la identidad
permita que su esposa fornique con los obreros que ella elija
escúchela gemir escondido detrás de una puerta
invite a sus amigos a masturbarse mirando por las ventanas
levante el segundo piso de una sola vez sobre la edificación baja
para el techo elija materiales permeables
corte las plantas que hayan crecido en el patio de preferencia flores
reemplácelas por maceteros desperdigados por el piso de la casa
elija un ataúd para colocar en la puerta de entrada
lleve a vivir ahí a todos sus seres queridos
e inaugure una noche su casa
llena de fantasmas
***
Xilonen (tierno elote en náhuatl)
Cada grano es el sol caído
en posición de amanecer
el recordatorio
de que ese dios sin nombre
nos reconoce como hijas
hijos
de la fracción de tiempo
en que se inventó a sí mismo:
es
el amor
naciendo de la nada
para escribir su nombre incógnito
con el único material disponible:
la luz
***
Feral
¿cuál es la más hermosa bestia
que ha parido el ancho mundo?
Sin acudir al ingenio de la imaginación
de pegasos ni unicornios
calca esa majestad
en la leyenda de un bagual
azabache
brillante y firme y negro como la piedra
que galopaba entre los cerros que unían
Viña del Mar y Valparaíso
eran sus patas musculosas
como talladas por un artista florentino
decían en un diario de 1887
y a esto se agregan otros testimonios
de vecinos olvidados
que recuerdan
el ojo negro y grande un orbe oscuro
asomado entre las crines largas que caían sobre su frente
dándole un aspecto colérico
hacia el mundo de los hombres
los curas
italianos lo llamaban
Fera
porque alzado en dos patas
solía amenazar
cuando alguien osaba acercarse con una cuerda
tratando de convertir en posesión
lo que no tenía dueño
y sus patadas
remecían las montañas
en saltos recortados
ante el rosa atardecer
era tal su fuerza
cuando partía de lado
a correr sobre llantenes y dientes de león
parecía agigantarse en el curso
de abandonar la vista humana
hasta fundirse en las cimas
dejando la estela de su sombra
que no alcanzaba a disiparse
y fungía como un velo nocturno
sobre el que
como estrellas
quedaban los pétalos blancos
de las correhuelas
arrancadas por los cascos
he visto su pecho de cerca y es como la noche
dijo un poeta
tras visitar una tarde esos peladeros
y tantas cosas semejantes dijeron
los desafortunados que tuvieron a mal
tratar de enlazarlo
en una jornada absurda que duró cinco días
de excursión
porque el aliento no les daba
ni menos la comprensión del fenómeno
de una bestia que en sus cuatro patas
parecía sostener el mundo invertido sobre sí
ni cien leonas
ni mil hienas hubiesen sido capaces de abatirle
en cierto modo era
una luz escamoteando la oscuridad
con las crines
rasgando la noche con las patas
abriendo un sol que fulgía
incandescente
pero sobre todo salvaje
como el corazón del infinito
La hermosura de «Tipa» justifica leer todo lo demás
La poesía murió.
La han matado los llamados poetas
Con perdón, esos renglones, renglones son.
Si eso es poesía…