En el último poemario de María Jesús Fuentes, Al hilván que traza la luna, los poemas están enfrentados por parejas. Si en la página izquierda se habla de Romeo, en la derecha se hace lo propio con Julieta. Y así con Tarzán y Jane, con Otelo y Desdémona, y con tantos otros binomios frecuentes en el imaginario colectivo.
En Zenda ofrecemos tres parejas de poemas de Al hilván que traza la luna (Hiperión), de María Jesús Fuentes.
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ELIZABETHA
¿Tanto me querías
o era tu genio de poderoso conde
el que te impidió asumir mi muerte?
Al final,
tu adoración de fetichista
convirtió mis blondas rizadas
en cenizas caducas
que desesperan cada crepúsculo
por que me devuelvas
a la respiración de las magnolias
o por que, sin la rabia de los colmillos cansados,
mueras conmigo.
***
DRÁCULA
No tengo la sed de otros siglos.
El milenio pasado enrojeció el recuerdo
tras una tupida pared de sangre sobre sangre
y las llamas de eterno fulgor apenas palidecían
bajo el ansia de venganza.
Tanto dolor hirviendo
tanto líquido caliente
derramado y sorbido
para llegar a una montaña viscosa
cuya cúspide
presido con mis alas vampíricas,
desde aquel maldito pacto
que me impide morir, pero no olvidarte.
***
TARZÁN
No sé leer.
Casi no sé hablar.
Me comunico con lo que llamáis fieras
y me desplazo sobre lomos amigos.
De liana en liana
recorro la selva como un rey
para llevarte los primeros frutos
y el agua cristalina,
para verte,
con tu falda corta, con el pelo suelto,
para que me veas pasar.
***
JANE
Llegué, recta la falda
y almidonado el pelo,
desdeñando pretendientes
y buscando aventura.
Pero te dejaste ver,
balanceándote entre las copas,
con el brillante torso desnudo,
la sonrisa sin contaminantes
y una alta estatura de rey
dirigiendo la manada.
No me importó si sabías leer,
porque, poderoso en el río,
comprobé que sabías amar.
***
OTELO
Cansado estoy.
Me dicen de ti
que entregas tus labios
a la sensual sonrisa del coqueteo,
que cautivas
a señores y siervos
y que te citas a medianoche
entre las sombras
con un enamorado
de piel blanca
que hace ruborizar
tus tersas mejillas
con el color de la traición
cuando yo te quiero.
Y con los ojos en tus ojos
y el pecho transparente
contemplaría la imagen pura
y sabría la verdad.
***
DESDÉMONA
Cansada estoy.
Te dicen de mí
que me entrego sensual
con la sonrisa
del coqueteo,
que envío manzanas
a tus mercaderes
y que acudo
oculta entre las sombras
al encuentro
del galán blanco
que sonroja
mis saladas mejillas
con palabras de amor
cuando yo te quiero.
Y con los ojos en tus ojos
y el pecho transparente
contemplaría la imagen pura
y sabría la verdad.
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Autora: María Jesús Fuentes. Título: Al hilván que traza la luna. Editorial: Hiperión. Venta: Todostuslibros.
Imaginación tortuosa y minusvalida