Este viernes, dentro de la sección No son todos los que están, presentamos la lista de siete poetas contemporáneos mexicanos que complementa a la publicada hace unas semanas de siete grandes poetas mexicanos. Pasen y lean. Estos son los que están esta semana, y los que no, ya llegarán.
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CORAL BRACHO
Coral Bracho es una poeta nacida en la Ciudad de México en 1951. Estudió Lengua y Literatura Hispánicas. Poemas suyos han aparecido en revistas y suplementos culturales de México, como Fractal, La Jornada Semanal, Letras Libres, Periódico de Poesía, Vuelta, entre otros, así como en revistas y antologías publicadas en España, Francia, Italia, Finlandia, Canadá, Estados Unidos, Brasil y otros países de Latinoamérica. Becaria de la Fundación Guggenheim. Miembro del SNCA. Premio Nacional de Poesía de Aguascalientes 1981 por El ser que va a morir. Premio Xavier Villaurrutia 2003 por Ese espacio, ese jardín. Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines-Gatien Lapointe 2011. Premio Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval 2016. Su poemario El ser que va a morir se incluye en la compilación Premio de Poesía Aguascalientes 30 años, 1978-1987 (Joaquín Mortiz/Gob. del Edo. de Aguascalientes/INBA, 1997).
Como un acuario
La luz de la tarde escoge algunas plantas
y en algunas de sus hojas penetra.
Como un acuario encendido por sus peces;
como un fluir
de la noche
entre rastros de estrellas,
transcurre
en su quietud
la maleza.
*
La voz indígena
Es un dolor
de voz que se apaga. De voz eterna
y profunda
que así se apaga. Que así se apaga
para nosotros.
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ELISA DÍAZ CASTELO
Elisa Díaz Castelo es una poeta y traductora nacida en Ciudad de México en 1986. Ha ganado el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2020 por El reino de lo no lineal, el Premio Nacional de Poesía Alonso Vidal 2017 por Principia y el Premio Bellas Artes de Traducción Literaria 2019 por Cielo nocturno con heridas de fuego, de Ocean Vuong. Estudió una maestría en Creative Writing en la Universidad de Nueva York y ha sido becaria del FONCA (Jóvenes Creadores), de la Fundación Para las Letras Mexicanas y de la Fulbright. Su último libro, Proyecto Manhattan, acaba de publicarse en Ediciones Antílope. Presentamos una selección de poemas de Principia (publicado en España por Ediciones Liliputienses, 2020) y de El reino de lo no lineal (Fondo de Cultura Económica, 2020)
Orfelia no encuentra un comprobante de domicilio
Toco lo que me queda. Lo que habrá de quedarme.
Dios mudará de dientes. Se atenuarán los círculos,
los años. Pasará lo que pasa siempre:
el tiempo. Me abrigo desde ahora con lo que me hará falta:
la luz esa tarde en la azotea, siete campanadas
en la iglesia del cuerpo. Una hora
rodeada por la lluvia.
Mido mi discordancia. Remonto la usura.
Pronostico el final de mi nacimiento.
La ciudad se ha mudado de sitio.
Unos metros, dicen, se desplaza. Ya no está
donde estuvimos. Y no he vuelto a subir a la azotea.
Fuimos sólo esto: dos piedras sobre una barda,
nombre a nombre. Pienso ahora:
mis huesos de leche sobre tus huesos. Muerte a muerte.
Tal vez seremos siempre lo que no fuimos nunca.
No ruinas. Mapa de fracturas. Ciudad de grietas.
Mi cuerpo hormado por el tuyo. Todo lo que era blando.
Mi único. Mi siempre. La sisa de mi piel.
Incluso el tampoco, el sitio donde empiezan
las últimas veces. El acaso y su resaca de mal vino.
Alguna vez mi abuela, dentadura postiza,
dijo desde la última esquina de su viudez escueta:
escoge lo que has de llevarte. Dos o tres momentos.
La prórroga de los últimos días. Anclaje y penitencia.
Todo lo que nadie recuerda, ni nosotros. El paraíso
enterrado en el viejo jardín, mascota muerta.
De aquí hasta entonces
todo es periferia. Hubiera dicho: amor,
no te detengas. La muerte empieza
a mordisquear nuestros tobillos. Y no llegaremos juntos
a ninguna parte. Seremos sed, seremos
sedimento. Explícitos cadáveres apagados.
Calaveras dormidas
al fuego lento de los crematorios.
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LUIS EDUARDO GARCÍA
Luis Eduardo García es un poeta nacido en Guadalajara, Jalisco, México, en 1984. Ha publicado Dos estudios a partir de la descomposición de Marcus Rothkowitz (Tierra Adentro, México, 2012; Libros Tadeys, Chile, 2015), Armenia (Filodecaballos, México, 2016), Máquinas inservibles (Hijos de la lluvia, Perú, 2018), y Bádminton (Libros Tadeys, Chile, 2018); así como las antologías Una máquina que drena lo celeste (Zindo & Gafuri, Argentina, 2014), Poemas póstumos (Ediciones Liliputienses, España, 2018) y Un velo de bacterias (Ruido blanco, Ecuador, 2018). Recibió el Premio Hispanoamericano de Poesía Para Niños 2017 por el libro Una extraña seta en el jardín (FCE, 2018).
Una vez que desaparezca no escucharás esa frecuencia de nuevo
¿Sabes qué es
ese pitido que escuchas?
El sonido de las células
de tu oído
muriendo.
Es un canto
de despedida.
*
Le hablo como hombre común, ¿y me sale con estos enigmas de mierda? ii
Por favor
que el esqueleto no sea metáfora de algo, que sea
una casa de huesos
nada más.
***
JORGE HUMBERTO CHÁVEZ
Jorge Humberto Chávez es un poeta nacido en Ciudad Juárez, Chihuahua, México, en 1959. Se integró en 1980 al Taller Literario del Museo de Arte del INBA en Ciudad Juárez, mismo que coordinó de 1988 a 1999. Algunos de sus libros más destacados son De 5 a 7 p. m.(1981), La otra cara del vidrio (1984), La lluvia desde el puente (1991), El libro de los poemas (1996), Bar Papillón (1999 y 2001/ Bar Papillón y el poema triste/Bar Papillon et le poéme triste, Québec, edición en francés y español, 2004) o Cuaderno de Barcelona (2009) Ha obtenido premios como Premio Nacional de Poesía Colima 1981. Premio Nacional de Poesía Salvador Gallardo Dávalos 1981 o el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2013 por Te diría que fuéramos al río Bravo a llorar pero debes saber que ya no hay río ni llanto (FCE México, 2013).
Otra crónica
El 6 de octubre de su año Armando El Choco nos comentó en
una fiesta que lo habían ido a buscar
y lo encontraron un mes más tarde esa mañana que calentaba el motor
de su auto para llevar a sus hijas a la escuela
en 1967 íbamos al río Bravo a lavar los coches del barrio primero
el del Chato luego el de Bogar y al último el de Huarache Veloz
en 1990 los policías iban al río Bravo a pescar muchachas que
esperaban en la orilla para cruzar a El Paso
en el año 2010 ya sin río casi un migra y Sergio Adrián de 13 años
pelearon él con una piedra en su mano y el agente con un revólver
ese mismo año en una tienda de Salvárcar el empleado se negó a pagar
una extorsión y recibió un tiro en la cara
y 17 vecinos suyos fueron cazados uno a uno mientras celebraban
la victoria de un partido de tach
oh jóvenes hijos de Cadmo yo sé que quisieran estar en otra parte
pero hoy están aquí cantaba el viejo Ovidio
y a ti mujer que sacaron de su casa y amenazaron con matar
a tu marido si no subías a tu último paseo en auto
te diría que fuéramos al río Bravo a llorar pero debes saber que ya
no hay río ni llanto
***
ANDREA MURIEL
Andrea Muriel es una escritora, traductora, editora y promotora cultural nacida en Ciudad de México en 1990. Estudió la licenciatura en Lingüística y Literatura Hispánica en la BUAP y la maestría en Letras Modernas – Inglesas en la UNAM. Ha traducido varios libros del inglés y del italiano entre los que destacan el poemario Dímelo de Kim Addonizio (Valparaíso, 2016) y la novela La imperfecta maravilla de Andrea de Carlo (Seix Barral, 2018). Obtuvo una beca en el programa de escritura creativa de la Fundación para las Letras Mexicanas. Es co-editora de la revista de literatura Vuela Palabra y de la editorial independiente Osa menor. Da cursos y talleres sobre poesía y escritura. A veces el amor es un cactus (Osa menor 2019) fue publicado en España por Ediciones Liliputienses en 2021.
Cómo saber si un cactus ha muerto
Primero habría que fijarse en la rigidez de sus espinas,
luego en la consistencia de su cuerpo
que debe ser firme y robusto,
más tarde habría que pensar en el clima
o en cada cuánto se le puso agua.
Un cactus muere tres meses antes de que nos demos cuenta
y es imposible saber si las pequeñas señales:
los bordes amarillos, el encogimiento,
son indicios de la muerte o tan sólo parásitos.
Los expertos dicen que sólo existe un signo
inequívoco de la putrefacción:
hay que pinchar su carne
para ver si brota algo y confirmar
que el hedor ha comenzado a formarse
desde dentro.
Dicen que el amor es de todos los días
pero yo no sabía que los cactus pueden llegar a ahogarse.
Pensé que cuidarlo era ponerle más agua.
Siempre me ha costado entender cuánto es suficiente.
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JORGE POSADA
Jorge Posada es un poeta nacido en San Luis Potosí, México, en 1980. Ha publicado Depresión tropical (Polibea, 2017) y Habitar un país es llenar de tierra una piscina, recopilación de sus primeros libros publicados en México, Argentina, Puerto Rico y España (Liliputienses, 2016). Ha participado en diversos festivales de América y Europa. Parte de su trabajo ha sido traducido al inglés, al italiano y al portugués. Durante mucho tiempo fue editor del proyecto Poesía Mexa y colaboró con revistas y proyectos como Transtierros, Playboy México, BongoBooks o Punto en Línea UNAM.
provengo de una familia
que no posee nada
cuyo legado
serán las peleas
que sostuvimos
los sábados por la tarde
las puertas
que se disuelven
durante el verano
provengo de una familia
que jamás logró sostenerme
que evita llegue a su casa
durante ciertos lunes
de agosto
donde mi madre
odiaba
los muros de mi cuarto
con fotografías
de actrices porno
provengo de una familia
que esconde
la comida entre los frascos
que me arrebató
la posibilidad
de construir una casa
porque me infundió
el temor de que un hogar es una escopeta
a punto de dispararse
*
museo nacional de historia
un solo muro
con familias degolladas
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JOSÉ EUGENIO SÁNCHEZ
José Eugenio Sánchez es un Poeta y performer, nacido en Guadalajara, México, en 1965. Es autor de los libros Jack boner & the rebellion (Almadia, 2014), Suite prelude: a/h1n1 (Toad Press, Los Angeles California 2011), Galaxy limited café (Almadia, 2011), Escenas sagradas del oriente (Almadía, 2009), La felicidad es una pistola caliente (Visor, 2004), Physical graffiti ( X Premio Internacional de Poesía de la Fundación Loewe a la joven creación, Visor, 1998). Fue Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del FONCA e invitado por U.S. State Department International Affairs al International Writting Program de la Universidad de Iowa, donde obtuvo el grant de Honorary Fellow Writer.
Hay viento y Dios silba una canción de Frank Sinatra
viene únicamente cuando amenaza lluvia
cuando el viento sacude varias fotografías de su buró
viene por instantes y por alguna prenda del ropero
luego
hacemos el amor
para no platicar
para no distraernos del asunto
viene en sus días más negros
cuando su cuerpo le discute
cuando su casa la abandona
pareciera que mis manos tuvieran algo que ver con su
tristeza
La huella de juan rulfo ai dot nou