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5 poemas de Sophia de Mello Breyner Andresen

5 poemas de Sophia de Mello Breyner Andresen

Fue reconocida con importante premios literarios. La calidad de su obra poética le valió ser considerada una de las poetas portuguesas más importantes del siglo XX. A continuación reproduzco 5 poemas de Sophia de Mello Breyner Andresen.

Este es el tiempo

Este es el tiempo
De la selva más oscura

Hasta el aire azul se ha vuelto rejas
Y hasta la luz del sol se ha vuelto impura

Esta es la noche
Densa de chacales
Pesada de amargura

Este es el tiempo en que los hombres renuncian

Balcones

En el balcón los poemas emergen
Cuando se azula el río y brilla
El verde oscuro del ciprés cuando
Sobre las aguas se recorta la blanca escultura
Casi oriental casi marina
De la torre aérea y blanca
Y la mañana abierta
Irisada y divina se vuelve
Y sobre la página del cuaderno el poema se alinea

En otro balcón así un septiembre de otrora
Que en mil estatuas y azul púrpura se prolongaba
Amé la vida como algo sagrado
Y la juventud me fue eternidad

La forma justa

Sé que sería posible construir un mundo justo
Las ciudades podrían ser claras y bañadas
Por el canto de los espacios y de las fuentes
El cielo el mar y la tierra están dispuestos
A saciar nuestra hambre de lo terrestre
La tierra donde estamos —si nadie la traiciona— ofrecería
Cada día a cada uno la libertad y el reino:
En la concha en la flor en el hombre y en el fruto
Si nada adolece la propia forma es justa
Y en todo se integra como palabra en verso
Sé que sería posible construir la forma justa
De una ciudad humana que fuese
Fiel a la perfección del universo

Por eso vuelvo a empezar sin tregua a partir de la página en blanco
Este es mi oficio de poeta para la reconstrucción del mundo

Heme aquí

Heme aquí
Habiéndome despojado de todos mis mantos
Habiéndome apartado de adivinos magos y dioses
Para quedarme sola ante el silencio
Ante el silencio y el esplendor de tu rostro
Mas tú eres de todos los ausentes el ausente
Ni tu hombro me sostiene ni tu mano me roza
Mi corazón desciende las escalas del templo que no habitas
Y tu encuentro
Son llanuras y llanuras de silencio
Oscura es la noche
Oscura y transparente
Mas tu rostro está allende el tiempo opaco
Y no habito los jardines de tu silencio
Porque tú eres de todos los ausentes el ausente

Nunca más

Nunca más
caminarás en los caminos naturales.

Nunca más te podrás sentir
invulnerable, real y densa.
Para siempre está perdido
lo que más que todo procuraste:
la plenitud de cada presencia.

Y será siempre el mismo sueño, la misma ausencia.

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