Literatura de terror en España, con David Calpa

La literatura de terror en España nace, como casi todo en nuestro país, con bastante retraso respecto a otros países. El catolicismo recalcitrante, marca de la casa, impidió que el Demonio y otros seres malignos se colaran en los relatos, si el fin de los mismos no era moralizante. El miedo por divertimento llegó de forma masiva a España (quitando algunos conatos de Emilia Pardo Bazán o de Pedro Antonio de Alarcón, entre otros) en los años 70, cuando el franquismo agonizaba. Y lo hizo de la mano de autores sudamericanos como Julio Cortázar, encargado de las traducciones de los relatos de Edgar Allan Poe.