Inger Christensen fue una poeta, novelista y ensayista nacida en Vejle, Dinamarca, en 1935. Considerada la escritora danesa más relevante de su generación, su obra se enmarca dentro de la poesía experimental. Después de dar clases en el Colegio de Artes de Holbaek entre 1963 y 1964, pasó a dedicarse a la escritura a tiempo completo, produciendo dos de sus primeras grandes colecciones, Luz (1962) y Hierba (1963), en las que examinaba los límites del autoaprendizaje y el papel del lenguaje en la percepción. Algunas de sus obras más destacadas son Alfabeto (1969), donde usa el alfabeto (desde la «a» de albaricoques hasta la «n» de noches) junto a la secuencia numérica de Fibonacci, creando una evocación poética de ideas enfrentadas y Eso (1981), en la que explora temas sociales y políticos pero de fondo subyacen grandes cuestiones filosóficas, oponiendo grandes ideas como el miedo y el amor, o el poder y la impotencia. Los dos libros fueron publicados en España por la Editorial Sexto Piso en 2014 y 2015 respectivamente.
También es autora de varias novelas como Perpetuum mobile (1964) y La habitación pintada (1976), y escribió relatos para niños, obras teatrales para radio y numerosos ensayos, los más destacados reunidos en el libro El secreto de estado (2000). En 1978 fue elegida por la Academia Danesa y en 1994 se convirtió en miembro de la Academia Europea de la Poesía. Obtuvo múltiples distinciones como el Premio Austriaco de Literatura Europea y el Premio Nórdico en 1994, el Premio Europeo de Poesía en 1995 o el Premio Americano en 2001. Sus obras han sido traducidas a numerosos idiomas y fue una eterna candidata al Premio Nobel hasta su muerte en el año 2009. Presentamos una selección de textos de El valle de las mariposas (Sexto Piso, 2020), compilación del resto de la obra poética de la autora que comprende Escalera de agua, Carta en abril, Poema sobre la muerte y la última obra que escribió: El valle de las mariposas. Un réquiem. Un libro complejo en el que los temas de la memoria y la muerte resuenan esbozando la forma de un círculo perfecto.
***
I
***
Llegamos temprano una mañana,
Casi antes de habernos despertado.
El aire es pálido y algo fresco
y se encrespa sobre la piel
como una película de humedad.
Hablamos de la telaraña,
de cómo ha podido formarse,
y del agua bañada por la lluvia
mientras dormíamos,
mientras avanzábamos sobre la tierra.
Y estamos junto a la casa,
y nos bañamos en el polvo del camino de gravilla
como entre gorriones.
***
¿Esta cascada
de imágenes
es de verdad una casa?
¿De verdad
vamos a vivir
en esta caída
entre la multitud
de dioses?
¿Vivir y poner la mesa
y compartir?
***
Saco las cosas de la maleta,
Unas pocas joyas,
Unos pocos juguetes
papel,
lo necesario
puesto dentro
del mundo
por un tiempo.
Y mientras tú dibujas
Y trazas mapas
de continentes enteros
entre la cama
y la mesa,
el laberinto gira
en suspensión
y el hilo
que nunca sobresale
por un segundo está
fuera.
***
Luego la luz irrumpe
de repente en el interior
y nos oscurece del todo.
El sol es redondo
como verde es la manzana
y ambos suben y caen.
***
Ya en la calle
con el dinero apretado
en la mano,
y el mundo es una panadería blanca
donde nos despertamos muy temprano
y soñamos muy tarde
y donde corrientes de crudos
e inutilizados pensamientos
se acercan más a la verdad
mucho antes de ser pensados
***
*
Escribe sobre la muerte
describe en un poema
lo que sientes
hacia la muerte
delante de la muerte
soy como un animal
y el animal puede morir
pero no consigue escribir nada
intenta escribir
un poema sobre la muerte
si la muerte tiene algún sentido
cuál
ahora que las manzanas
caen tan lejos
del árbol de la ciencia
que no
las comemos por placer
ni tampoco por hambre
sino por el cansado deseo
la muerte está sola
ahora que las manzanas parecen
modelos de manzanas
manzanas ideales
inmaculadas
ahora que el gusano debe roer
el pecho de alguien
que no sean los hijos de los hombres
la muerte está suprimida
toma a la muerte de la mano
dale una manzana
ve a su tumba
y muerde la manzana tú primero
baila en su tumba
que la sabiduría impere
consume las capas de oscuridad
que acompañan a la luz del sol
es que las palabras mueren como moscas
por doquier sus cuerpos barridos
del papel blanco
hazle sitio a la suciedad
un recién nacido es como
una criatura sobrenatural
que hasta no la golpean
enfermedades no parece
un niño humano
danos espacio para amar
una forma mortal
de la inmortalidad
igual que la profundidad alza el agua
hacia un manantial
la muerte alza a los vivos
para beber
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