Sergio Ramírez: «No hay populismos democráticos ya que son términos contradictorios»

Sergio Ramírez, Premio Cervantes 2017, ha participado este miércoles en la presentación virtual de la edición conmemorativa de El señor presidente (Alfaguara), con la que la Real Academia y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) rinden homenaje a la obra más importante de Miguel Ángel Asturias (1899-1974), Premio Nobel de Literatura en 1967.

Considerado el gran predecesor del «boom» latinoamericano y uno de los máximos representantes de la conocida como «novela de dictador», Asturias, que escribió este libro inspirándose en la figura del dictador guatemalteco Manuel Estrada Cabrera, marcó el devenir de la literatura latinoamericana durante décadas.

«El gran laboratorio de las dictaduras típicas de América Latina se da en Centroamérica y en el Caribe», ha indicado Ramírez, que ha recordado como una «figura arquetípica» de los dictadores fue la de Estrada Cabrera, que estuvo veinte años en el poder.

Asturias llevó este «arquetipo» de forma brillante a las páginas de El señor presidente, ha señalado Sergio Ramírez, que ha destacado cómo «gran parte del armazón de la literatura narrativa latinoamericana está construida a partir de la figura dominante del dictador».

Y ha considerado que el tema de las dictaduras en América Latina sigue siendo actual «en la medida en que el esquema democrático no encuentra todavía asideros suficientes para volverse permanente». «Y en América Latina tenemos una recurrencia de las dictaduras».

Por eso, El señor presidente sigue siendo actual desde una perspectiva política, ha indicado el Premio Cervantes, que ha agregado que hay muchas conexiones y semejanzas entre lo que relata esa novela y lo que se encuentra en las «dictaduras del siglo XXI» porque «el poder absoluto cuando se ejerce sin consideraciones a la democracia es siempre lo mismo».

Ramírez ha recalcado que no hay «populismos democráticos» ya que son términos contradictorios. Además, ha agregado, «los populismos siempre tienden al autoritarismo».

Y ha invitado a leer esta novela desde una perspectiva contemporánea «para aprender las lecciones que están en El señor presidente en términos políticos» y reflejarlas en lo que se está viviendo «hoy en día en América Latina».

Por ello, ha considerado que seguirán llegando novelas de este género: «Ya las estamos viendo en la literatura venezolana», aunque siempre hay una distancia entre los hechos históricos y la literatura.

Escrita entre 1920 y 1933 y publicada en 1946, El señor presidente es uno de los máximos exponentes de esa corriente en la que se encuadran otras obras como Tirano Banderas, de Valle-Inclán; Yo el Supremo, de Roa Bastos; El otoño del patriarca, de García Márquez, o más recientemente, La Fiesta del Chivo y Tiempos recios, de Mario Vargas Llosa.

«Mientras estos hechos históricos estén abiertos y se estén repitiendo, mientras que el tema democrático no impere en América latina y no sustituya al autoritarismo, al caudillismo, que siguen tan enraizados en nuestra sociedad, vamos a seguir viendo este tipo de literatura», ha vaticinado Sergio Ramírez.

Pero, más allá de su valor histórico y su actualidad en términos políticos, el valor de El señor presidente radica en su lenguaje: «Es una fiesta de las palabras» porque su aproximación a la figura «siniestra» del dictador se hace «pintando primero lo que es la atmósfera de la Guatemala de esos años», ha destacado.

Coordinada por Raquel Montenegro, directora de la Academia Guatemalteca de la Lengua, la edición presentada este miércoles por la directora editorial de Alfaguara, Pilar Reyes, va acompañada de un conjunto de breves ensayos sobre el autor y la obra de Arturo Uslar Pietri, Mario Vargas Llosa, Sergio Ramírez y Luis Mateo Díez, Darío Villanueva, Gerald Martin, Mario Roberto Morales, Lucrecia Méndez de Penedo y Anabella Acevedo.

De la colección de ediciones conmemorativas forman parte también Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez; La región más transparente, de Carlos Fuentes; Antología general, de Pablo Neruda; Gabriela Mistral en verso y prosa; La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa, o La colmena, de Camilo José Cela, entre otros.