Foto: Daniel Mordzinski
El Premio Formentor de las Letras 2021 retoma su título original, Prix Formentor, y reconoce en esta edición la obra del escritor argentino César Aira, tal y como ha anunciado este lunes el jurado reunido de forma semipresencial en el Hotel Renacimiento de Sevilla. Los miembros han sostenido una deliberación semipresencial: el profesor y traductor Gerald Martin y el crítico literario Juan Antonio Masoliver Ródenas, ambos vía telemática, así como Anne Caballé, Francisco Ferrer Lerín y Basilio Baltasar, presidente del jurado y responsable del Premio, que en esta ocasión se entregará en Túnez.
César Aira (Argentina, 1949) es reconocido en la actualidad como uno de los narradores más radicalmente originales, imaginativos, inteligentes y delirantes. Su obra ha sido publicada profusamente en Argentina, Chile, México y España, y sus novelas traducidas a más de veinte idiomas. Entre algunas de sus obras destacan Ema, la cautiva (1997), Cómo me hice monja (1998), La mendiga (1999), Cumpleaños (2001), El mago (2002), Canto castrato (2003), Las noches de flores (2004), Un episodio en la vida del pintor viajero (2005), Parménides (2006), Las curas milagrosas del Doctor Aira (2007), Las aventuras de Barbaverde (2008), El error (2010), El congreso de literatura (2012), Los fantasmas (2013), El santo (2015) o El cerebro musical (2016).
Destacan también los libros Sobre el arte contemporáneo / En La Habana (2016), Evasión y otros ensayos (2017) y Prins (2018). Su prolífica obra ha llevado a Juan Antonio Masoliver Ródenas a referirse a Aira como autor tan prolífico, «un Vargas Llosa», en alusión a su bibliografía, que incluye narrativa y ensayo. Masoliver destacó la naturaleza polémica del anuncio, dada la rareza y singularidad de la obra de Aira. «Como escritor, César Aira es un modelo. No es un autor popular pero deja perplejo al lector. Nos enseña a leer de otra forma. Escribe de otra manera que lo separa del común de los escritores», añadió Francisco Ferrer Lerin.
Organizado por la Fundación Formentor con el mecenazgo de las familias Barceló y Buadas, la edición de 2021 recupera el espíritu de los galardones y conversaciones literarias que se celebraron en el legendario Hotel Formentor en Mallorca en los años sesenta. En aquel entonces la dictadura franquista determinaba la vida intelectual y política española y la iniciativa supuso una ventana en medio del aislamiento propiciado por el régimen. Décadas después, y en medio de la pandemia, renueva su compromiso con el cosmopolitismo, la amplitud y el valor literario como piedra angular de una celebración.
Historia y presente
El Formentor fue concedido por primera vez entre 1961 y 1967, con el impulso de las principales editoriales europeas, entre ellas Seix Barral, además de las míticas casas literarias en el sector como la francesa Gallimard, la italiana Einaudi o la alemana Rowohlt. Autores como Jorge Luis Borges, Samuel Beckett, Saul Bellow, Jorge Semprún y Witold Gombrowicz fueron los premiados de esta primera etapa.
Tras un periodo de ausencia, el certamen reapareció en 2011 con el reconocimiento al escritor mexicano Carlos Fuentes. A él siguieron los escritores Juan Goytisolo, Javier Marías, Enrique Vila-Matas, Ricardo Piglia, Roberto Calasso, Alberto Manguel, Mircea Cărtărescu y Annie Ernaux, que también forman parte del palmarés.
Para esta edición de 2021 se estrena el comité de honor de la Fundación Formentor con los nombres de: Roberto Calasso, Antoine Gallimard y Anagrama. Los presidentes de las editoriales Adelphi, Gallimard y Anagrama son reconocidos y homenajeados en este comité de honor como miembros ilustres de la escuela editorial europea y herederos de los editores que fundaron el Prix Formentor.
Vocación cosmopolita
Nació con vocación plural y cosmopolita, en pleno franquismo. Décadas después, el Premio Formentor sostiene el compromiso con sus ideas fundacionales, entre ellas «el rendir tributo a las obras maestras, alentar su intrépida lucidez y fomentar el buen gusto, la certeza de lo excelente y la elegancia cultural». La Fundación Formentor destaca además su intención de «propiciar la admiración por las bellas letras, recordar el valor supremo del lenguaje y reconocer la influencia cultural de la ficción literaria».
El premio quiere además «dar notoriedad a la literatura como expresión de la conciencia contemporánea» y, para ello, el jurado «descarta los caprichos del mercado, la hipnosis del consentimiento general y hace más nítida la diferencia entre redacción y escritura, entre ocurrencia y creación, invención e imaginación, entretenimiento y conocimiento».
Las Conversaciones Literarias de Formentor, que reivindican la calidad, el prestigio y la influencia de la gran literatura, tuvieron su génesis en la década de los años treinta auspiciadas por Adan Diehl, creador del Hotel Formentor. Continuaron en la década de los sesenta con el patrocinio de Tomeu Buadas y desde hace más de una década cuentan con el mecenazgo de Simón Pedro Barceló, quien en 2008 pidió a Basilio Baltasar que dirigiera una nueva etapa del premio.
El Formentor es una institución cultural de la que formaron parte figuras míticas como Claude Gallimard, Giulio Einaudi y un novísimo Carlos Barral, quien describió el proyecto en sus memorias: “el refinamiento de Camilo José Cela, en funciones de nuevo conde Keyserling, y la generosidad de los propietarios del hotel”, entonces la familia Buadas, “emparentó” a un grupo de editores, escritores y gentes de letras con este rincón de la isla. Entonces ya el Nobel de Literatura había fijado su residencia en Mallorca. Como editor de la revista Papeles de Son Armadans, Cela convocó en 1959 las Conversaciones Poéticas en Formentor.
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