El guionista y novelista Antonio Mercero ha publicado Pleamar (Alfaguara), en palabras suyas, «una novela policíaca de argumento trepidante y final sorprendente» en la que el envés de la trama son las redes sociales, de las que ha dicho a Efe que «banalizan la vida en búsqueda de una supuesta perfección».
Dos hermanas de 19 y 17 años que han logrado sumar 18 millones de seguidores en las redes sociales a base de vídeos frívolos, de enseñar trucos de maquillaje y de fingir peleas entre ellas aparecen un día, para sorpresa de sus muchos seguidores, en el último de sus vídeos «amordazadas y maniatadas en un lugar oscuro, y llorando desesperadamente». El argumento que arranca de ese modo le vale al autor para «reflexionar sobre cómo ha cambiado la consideración del mérito, que también se ha banalizado; antes había que despuntar en alguna disciplina artística o académica, y ahora basta con ser simpático, con tener frescura y desparpajo; y eso tiene una influencia tremenda en los jóvenes».
Para Mercero, es «sorprendente» que esa influencia no se limite a los adolescentes, sino que afecte también a muchos veinteañeros porque, ha señalado, suele tratarse de vídeos y de mensajes «de muy poca sustancia». «Las redes sociales se han convertido en escaparates de unas vidas maquilladas en las que se muestran logros, por más pequeños que sean; y eso también lleva a algunos adolescentes a acomplejarse y en algunos casos pueden conducir al desastre». También generan una desaforada competencia entre youtubers e influencers y «un mundo de rencillas, envidias y traiciones» que dejarán «perplejo» a uno de los investigadores que protagonizan la novela, un cincuentón, padre de una adolescente problemática.
«La revolución tecnológica provoca cambios a una velocidad de vértigo», y uno de ellos es haber multiplicado la brecha generacional entre padres e hijos, ha observado el autor, quien señala otra paradoja: que un medio que podría haber servido para ganar en libertad, porque «dota de un altavoz a todo el mundo», paraliza a quien lo emplea por miedo a las represalias y a perder seguidores, de modo que se elude cualquier discrepancia: «Una influencer me contó que por haber subido una foto suya en los toros perdió a la mitad de sus seguidores, y esas reacciones obligan a que no se note qué piensas de prácticamente casi nada», ha señalado.
Mercero, que ya creó a la primera policía «trans» como protagonista de las letras españolas, ha hecho que uno de los dos personajes centrales de Pleamar, el policía veterano, sea un aficionado a la literatura clásica porque le gusta que sus protagonistas «además de investigar, tengan una vida propia». De su policía «trans», a la que con cariño define como «un conflicto con patas», dijo que además de enfrentarse a sus casos tuvo que acometer «el viaje más heroico que hay, más alucinante aún que el de Ulises, que es el viaje desde un sexo al sexo contrario».
Sobre si el auge de las series puede ir en detrimento de la literatura, Mercero ha asegurado que aunque a él le venga muy bien, por tratarse de su medio de vida, sí tiene cierto miedo de que puedan arrinconar el ejercicio de la lectura, por lo que ha confiado: «Esperemos que los friquis de las series cojan un buen libro de vez en cuando». También ha asegurado haber puesto mucho de su oficio de guionista en la novela: «No aburrirás es el mandamiento número uno del guionista, y eso está muy bien para la novela».
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: