Sara Vanegas Coveña es una poeta, ensayista, traductora y promotora cultural nacida en Cuenca, Ecuador, en 1950. Embajadora Universal de la Paz (París/Berna), PhD. en Filología Germánica (Múnich), Magíster en Docencia Universitaria (Cuenca), profesora de Lengua y Literatura Española (Madrid), exprofesora en las universidades de Múnich y Bielefeld, profesora invitada del Leonir Rhyne College, Consultora Internacional de Español como segunda lengua y docente-investigadora de la Universidad del Azuay. Ha obtenido premios como el Premio Nacional de Poesía Jorge Carrera Andrade (Antología Personal, 2000; Al Andar, 2004), el Premio Hoja de Encina (Versos Trashumantes), Asociación Prometeo Poesía, Madrid, 2001, la Mención Especial Pegaso Editores (PoeMAR), Rosario, 2000, o la Condecoración Matilde Hidalgo de Prócel al Mérito Cultural, Asamblea Nacional del Ecuador, 2017. Su obra aparece en múltiples antologías y estudios nacionales e internacionales. Ha publicado un total de13 poemarios, 9 antologías literarias críticas, una novela para niños, un diccionario de autores ecuatorianos y decenas de ensayos. Poemas traducidos al inglés, alemán, portugués, italiano, francés y rumano.
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PoeMAR
(Fragmento)
alguien sobre el pico más alto del mundo toca una trompeta:
las criaturas más bellas y las más infames acuden al llamado
todas se miran en el agua y olvidan su rostro
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voces que reclaman tu garganta. voces oscuras. voces que se enredan en tu lengua y en tus manos. voces que te atrapan
y te encadenan al mar
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crean las voces las estatuas, en las faldas herméticas de las
montañas. en el fondo del mar
un día te crearon en mi garganta
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las voces del mar tornan a morir
en mi garganta
voces que un día te crearon
hace ya tanta agua
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crece un árbol de huesos desolados. tu pelo es un
enjambre de ángeles quemados.
el mar ya no será:
sólo el naufragio
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tu voz ya es una con las roncas voces del océano
lejos muy lejos lo que fue tu agonía y tu placer
te vas. firme y voluptuosa y leve. ya otra. ya
tú misma. ya sólo deseo y agua.
divina sombra:
ya olvido
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para entonces: sólo un canto amargo te despertará
por la noche y te llevará mi nombre
… ya podrida astilla de naufragio
***
el cortejo de lunas es ya un recuerdo en tus ojos
náufragos
la noche nos juntará en lo más hondo:
como un aullido
***
tu nombre ….. deja una cicatriz de naves incendiadas
aquí. en el océano de mi pecho
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RETORNO
los pájaros han vuelto a mi ventana
oscuros libres ajenos
queman el aire cantan
pero no anidan
cruzan el desierto de mi nombre
beben de mi sed
los pájaros tardíos
mi casa es un enjambre de alas que se fueron
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