Hoy cumple 70 años Arturo Pérez-Reverte. Para celebrarlo, nos subimos a su velero con una selección de tuiteos en los que ha contado cosas sobre sí mismo, su vida y sus convicciones:
—Hace dos meses que no dormía a bordo. Levante suave. Reflejos en el agua del puerto. Claxons lejanos. España ha debido de ganar algo, supongo. Curioso, el mar. Basta con asomarte para que lo de atrás quede muy atrás. Indiferencia, puede ser la palabra. O casi. Me crié junto a marinos. Esos extranjeros forzosos. Ni en su propia casa estaban en su casa. Después, con los años, vi llorar a hombres hechos y derechos, sólo porque debían volver. A sus hogares. Nunca sabremos lo que en realidad pensaba Ulises, camino de Ítaca. O sí. Demasiadas preguntas pendientes que piden respuesta. Fondeado en isla mediterránea, con mucho viento afuera. Vigilo el ancla y leo. Días sin periódicos ni políticos. La verdadera paz. Pese al hormigón quedan orillas con olivos, vino tinto. Ánforas en el fondo. No hay mar más viejo ni sabio. Navego por nuestra memoria.
—jcglozano: ¿Podría decirme qué barco tiene? A mí también me gusta la vela y siempre tuve curiosidad.
—Un velero sin televisión y con trescientos libros a bordo, equipado para crucero largo. Eso lo convierte en el mejor barco del mundo. Buen barco y buen chico. Me sacó de más de un apuro. A veces creo que tiene vida propia y navega solo. Me cuida. 46 pies, con perdón. Perfecto para tiempos duros. Sólido y fiable. Sueco. Ahí saben de eso. Quienes salimos en cualquier época del año lo agradecemos mucho.
—Dedalo83: Me pregunto si alguna vez ha estado en peligro allá fuera, en el mar, mientras navegaba solo.
—Alguna. Como todo el que se sale allá afuera. De eso se trata, también. No del peligro, sino de alejarse de lo equívocamente seguro. El peligro del mar sólo es un precio a pagar. Si no, cualquier imbécil podría estar allí, dando por saco. Para eso ya está la tierra.
—Korso74: Viendo cómo está el patio, ¿no ha pensado salir al mar y hacer de aguas internacionales su patria? Yo no tengo barco, porque si no…
—Lo hago, amigo mío. Lo hago cada vez con más frecuencia.
—Rosalormann: ¿Qué música escucha en el mar?
—No oigo música en el mar. El mar me basta. Cuando se mueve o cuando está en silencio. Voy para estar lejos. Hasta de la música. Navego con sólo el canal de trabajo 16 en VHF. Y leo y trabajo en silencio absoluto. Sólo oigo música cuando conduzco.
—viudaroja: Ah, qué envidia. Siempre me he preguntado cómo se las arregla un velero en medio de una tormenta eléctrica. Lo veo muy chungo.
—Se apagan todos los aparatos, se manda a la gente abajo y el patrón se queda arriba, gobernando a mano.
—_behindblueeyes: Me encantaría dormir alguna vez a bordo de un barco. El mar me relaja y hace que me olvide de todo. Es usted afortunado.
—Relaja a veces. Las menos. Otras hace blasfemar en arameo. A veces se echan horas y días para salvar el barco y el pellejo. El mar es el mayor hijo de puta que he conocido. Y conocí a varios. Aunque tal vez el mar no sea personalmente malo. Es el viento el que lo hace ruin, traidor y malo.
—Adriwan: El estar cerca del mar, oír el rumor de las olas o el balanceo de un barco me hace ver lo insignificante que soy.
—Pues imagínese agua por todas partes, soplando fuerte y sin poder decir paren que me bajo. No conozco a ningún chulo mar adentro.
—Avisnigra67: Buenas tardes. ¿Le da para escribir a bordo?
—No. A bordo sólo leo y cuido del barco. Un velero exige mucha atención y trabajo.
—Uraricoera: Qué envidia, quién le acompañara sobre esa cubierta, señor Reverte, y sin abrir la boca conformarse solo con oírle hablar a otros.
—La verdad es que a bordo hablo muy poco, querida amiga. De eso precisamente se trata.
—Iberiarural: Ya lo dicen los viejos marinos: no hay malas mares, hay malos rumbos.
—Tiene razón. Alguna vez, con tiempo duro y mar infame, cambio el rumbo y lo corro como una seda. Lo que me recuerda un viejo refrán marinero de Cartagena: «A la mujer y al viento, con mucho tiento». Dicho sea sin intención de liarla.
—Condottiere_86: Don Arturo, siempre me pregunté si lleva un sextante cuando se hace a la mar. Si la respuesta es afirmativa: ¿cuál?
—Claro que llevo sextante. Alemán. Un Plath. Los GPS los carga el diablo.
—chemamun: ¿Suele navegar en solitario? ¿Qué consejo recibió que le haya sido muy muy útil en la vida?
—»La principal virtud del marino es una saludable incertidumbre». Reconozca que vale para el mar y para lo otro. Para todo.
—Martina_nik: ¿Marino o navegante? ¿Qué se considera? Y por otro lado, discernir qué estrella o constelación es fulanita o… ¡Qué difícil!
—No es lo mismo marino que navegante. Yo soy un marino lector que accidentalmente fue reportero y accidentalmente escribe novelas. Alguna vez lo dije ya. Navegante tiene más que ver con la aventura, a mi juicio. Marino es una profesión o un estado de ánimo. O las dos cosas.
—Rosalormann: Curiosidad: primer libro tomado prestado o ansiado de la biblioteca de su abuelo. Si responde ‘Guerra y paz’, ni me sorprendo.
—’Los tres mosqueteros’ en su ciclo completo: cuatro volúmenes, contando ‘Veinte años después’ y ‘El vizconde de Bragelonne’.
—tyndaro: Aunque, como decía la fotógrafa húngara Mari Mahr, acabe siendo «nostalgia del lugar del que se viene, y del lugar al que se va».
—Fíjese. Yo crecí de niño, gracias a los libros, con la nostalgia precoz de lugares que aún no conocía pero que ya creía conocer.
—eduardoskinner: Arturo, ¿tú tiras con florete o sable? Si no, te recomiendo que pruebes, que te gustará mucho.
—Florete. Tierna infancia. Decía mi abuelo que era el único deporte a dos propio de un caballero.
–Magwisa: ¿Nunca sufrió un mal profesor?
–Claro que sufrí a malos profesores. El peor se llamaba hermano Emilio (maristas), alias «El Poteras». Lo recuerdo en mis oraciones. El más miserable de cuantos tuve.
—marleymen: Mi madre adora sus artículos y mi padre fue compañero suyo de clase en el colegio Maristas.
—Estuve 10 años en ese colegio. Hasta que me echaron.
—jmsoria: ¿Recuerdas tu etapa en el colegio mayor La Salle?
—Breve, pero simpática. Esos amigos. Esas chicas del Blanca de Castilla. Ese todo. Un abrazo.
—harrisongs40: Los amigos de Jesuitas del 67 tenemos la duda de si estudió también con ellos. Dicen que imprimían carácter, y coincidimos mucho.
—Lo mío fueron los Maristas. Y no fui precisamente alumno modelo. Me expulsaron en cuarto de bachillerato. Cuando leo que alguien denuncia torturas y malos tratos pienso que no estuvo en clase con el hermano Severiano.
—Caguto_tuitera: En el cole, ¿a qué tribu pertenecía, a los de la primera o a los de la última fila?
—Últimas filas. A los que se llevaban la leña. Porque en aquel tiempo, nos sacudían estopa. No me quedó trauma.
—rachelgreen20: ¿Tuvo compañeros de esos que le hacían la vida imposible y ahora le paran por la calle como si hubieran sido sus mejores amigos?
—Más bien yo era de los que hacían la vida imposible a otros. Éramos chicos duros, entonces. Cosa de hacerse respetar.
—SilAzagra: Por curiosidad… ¿Qué libros destacaría de su etapa de adolescente (16 años)?
—Unos 150, o así. No me caben en el tuiter. Leía hasta los listines telefónicos. Crecí entre libros. Biblioteca grande, de los abuelos. Lo tuve bien fácil. Soy consciente de la suerte que tuve. Figúrese. Con mis hermanos usábamos los libros apilados como barricadas, para jugar.
—alexbluses: ¿Qué te interesaba cuando eras adolescente?
—Las chicas y los libros. Por ese orden.
—alexbluses: ¿De adolescente eras rebelde?
—¿Qué adolescente no es rebelde? Casi lo incluye la palabra. Otra cosa es ser estúpido, poco realista o descerebrado. Quizá los libros que leí entonces me ayudaron a hacer provechosa esa rebeldía. A asumirla, digerirla y orientarla. Suerte con la suya, joven amigo.
–javieralmeria: ¿Cómo fue como universitario? Dentro y fuera de las aulas. ¿Qué recuerdo le queda?
–Ya trabajaba. Viajes. Regresaba de una guerra para examinarme, y me iba. Me aprobaban siempre porque firmaba en primera.
—fjpm7: Noches de estudio y café. ¿Qué tal afrontaba usted esos momentos universitarios? ¿Los recuerda con cariño o lo contrario?
—También tuve cafés y paquetes de Ducados amaneciendo sobre los libros. Pero lo que recuerdo con cariño es tener cuarenta años menos.
—QueodeVidriera: ¿Asoció alguna vez a Paco el Piloto, correligionario de Lope de Aguirre, personaje de Sender, con su entrañable paisano?
—No. La verdad es que nunca pensé en ello. Gracias por el recuerdo del Piloto.
—Adele_T1809: Cosas que le hubiera gustado saber con 18 años. ¿Puede elegir una?
—Que aprendemos demasiado tarde y morimos demasiado pronto. Y que ellas saben cosas que un hombre ignora.
—FabrizioDelDong: Por favor, ¿habrá columna sobre la educación que le dieron? ¿Aquella para un mundo que no existe, existió ni existirá? Intrigado.
—Llevo veinte años escribiendo columnas sobre la clase de educación que me dieron, querido amigo. Si se fija, y sé que lo hace, verá que en realidad siempre escribo sobre lo mismo. Lo demás me importa un carajo.
—VIEJOCAPITAN: ¿Cuando buceabas por las Cartagenas (están todas bajo el agua), encontraste algo guapo? Que se pueda contar, claro.
—Expolié ánforas a mansalva, como cuantos buceábamos entonces. Eran otros tiempos. Recuerde ‘La carta esférica’. Casi autobiográfica.
—iPablow: ¿Qué opinión tienes acerca de la gente que no se droga?
—Pues no sé qué decirle, la verdad. Yo no me drogo (excepto con libros) y tengo buena opinión de mí. O razonable.
—iPablow: Bueno, pero supongo que usted se habrá drogado a lo largo de su vida alguna vez. ¿Tanto leer y no ha explorado su mente?
—Cuando era jovenzuelo, años 70, me calcé un par de canutos en buena compañía. Pero no me entusiasmaron lo que la compañía.
—joachust: ¿Puedo preguntarle, si fuera usted joven ahora, qué camino seguiría en su vida? ¿Haría lo mismo que hizo en su momento?
—Paso por paso. Desastres incluidos.
—bi_chobi: Tú, cuando aún eras un zinguángano, ¿estabas en el equipo de los «listos»?
—Yo era de los peores. Hasta los 15 años, acumulaba castigos y suspensos. Pero de traumas, ni uno.
—peposaez: Líbreme Dios de entrar en su intimidad, pero tengo cierta mucha curiosidad por saber cómo es usted como padre.
—Habría sido peor como madre, me temo.
—jamarglez: ¿Qué le empujó a convertirse en reportero de guerra? Leí ‘Territorio comanche’, y ‘El pintor de batallas’, y parece odiar ese modo de vida.
—Quería vivir y confirmar lo que había leído en los libros. Y a ratos, sí. Por eso escribo novelas ahora. Para hacer balance de todo aquello. Mientras fui joven y cruel, todo fue bien. Pero no siempre se es joven. Lo demás vino solo e inesperado. Una vez allí descubrí mi propia vida y mis propios libros.
—RDeVillegas: ¿Deseaste alguna vez cambiar tu micrófono por un arma? ¿A qué huele el horror? Un abrazo y gracias de antemano, oiga.
—Alguna vez sí lo deseé. En cuanto a lo otro, no huele a nada especial: a plástico quemado mezclado con carne podrida.
—dsdlatronera: Señor Reverte, soy militar y quiero agradecerle todo lo que ha escrito de nosotros. Muchos echamos de menos su cruda sinceridad.
—No hay nada más digno de respeto que un soldado honrado. Ni nada más despreciable que uno que no lo es. Un saludo.
—Condottiere_86: Don Arturo, alguna vez estudié medicina y me enseñaron que la muerte por monóxido de carbono es la mejor, ya que es placentera. Desde entonces me pregunto cuál es la peor. Vi infinidad de autopsias en la facultad de medicina, pero siempre creí que la peor se encontraría en la guerra y no en una mesa de disección, aunque nunca vi de cerca la guerra ni conozco a nadie que la haya visto.
—El fuego, me temo. Se tarda y se grita. Da tiempo a comprender lo que pasa.
—LorHH: ¿Qué consejo daría usted a una joven que desea ser corresponsal de guerra? Basado en lo que vivió cuando usted lo fue.
—No sé. Ya no es el mundo en el que yo trabajaba. Quizá le aconsejaría que lleve muchas cajas de tampax. Siempre me dejaban sin kleenex.
—LorHH: Jajaja. Creo que usted me ha dejado sin palabras, pero es una muy buena recomendación.
—Son cosas que nunca le enseñarán en la facultad de Periodismo. A mí tampoco me las enseñaron. Suerte.
—ZiaGe: ¡Buenas noches! Veo que hoy están belicosos. ¿Qué le pareció ‘Las flores de Harrison’, si la ha visto? Un beso.
—Ese último equipo de TV que en la peli abandona Vukovar éramos Márquez y yo en el Vukovar real. Fíjese si la cosa me suena.
—Hache_Hache: ¿Qué le diría a alguien que se hizo periodista por sus crónicas en Bosnia?
—Que eludo esa responsabilidad. Yo sólo pasaba por allí.
—xyuutsu41: ¿Algún consejo para una futura periodista que cuenta con la oposición de casi toda su familia para estudiar lo que le gusta?
—No me haré responsable de eso. Podría probar una carrera decente. Aparte que sus posibilidades de encontrar trabajo son mínimas. De todas formas, lo peor en la vida es decir: «Pude intentarlo y no me atreví». Cada cual debe correr sus propios riesgos. Pero yo no lo haría, forastera. Lo hice, pero ahora no lo haría. Ya no. Suerte, y un beso.
—peposaez: ¿No es ningunear el periodismo decir que el periodista sólo debe decir lo que pasa sin analizarlo? Cualquiera podría hacerlo.
—Hasta para eso hay que ser buen periodista. No crea que es tan fácil. Tampoco debe confundirse periodista con analista. Antes la frontera estaba clara. Hoy hasta el becario recién llegado cree necesario analizar. Según el punto de vista de la empresa.
—ElTabernero: Una pregunta: ¿qué le parece que en las universidades se le cite como modelo a seguir por los futuros periodistas?
—Un error. Los tiempos no son los mismos. Yo fui reportero. Aquellos de mi tiempo son imposibles hoy. Internet mató al reportero.
—LucretiaBorja: Hablamos de un reportero como los de antes.
—El talento de un reportero de antes era tener la cabeza tranquila y no perder de vista el reloj y la hora del telediario.
—Asecoa: Viendo un documental en La 2 sobre corresponsales de guerra. ¿No has participado?
—No suelo. Salvo en raras ocasiones, se me hace raro hablar de eso. Ahora mi oficio es otro.
—izaro93: ¿Qué asignatura elegiría usted en bachillerato para estudiar periodismo: geografía o literatura universal? Muchas gracias.
—Yo iría por la literatura. Da herramientas útiles. Lo otro se aprende con las guías Aguilar. Por ejemplo.
—QuibianCastillo: Maestro, ¿qué aprendemos los hombres de las guerras, usted que las ha vivido?
—De las guerras aprendemos que el ser humano es capaz de lo mejor y lo peor. Diría un 25% de mejor y un 75% de peor. O así.
—TRISKEL64: ¿Vivir tan cerca de la muerte mata o inmuniza? Hablo de sentimientos.
—Ni mata ni inmuniza. Espabila.
—RTPablo: Me ha encantado. Me parece increíble que pueda saber tanto de balas.
—Sé más que quienes las disparan. Todo se aprende, si uno se fija.
—RTPablo: A raíz del tema de las balas, me han dicho que para ser corresponsal de guerra hace falta saber manejar armas. ¿Es eso cierto?
—No. Le han mentido. Pero conviene saber lo que pasa cuando las disparan.
—fjpm7: ¿El periodismo fue una vocación, o una excusa para vivir de verdad lo que ya había vivido leyendo?
—El periodismo fue una excusa. Un pasaporte y una justificación. Luego se convirtió en un oficio apasionante. Pero luego.
—Fauerzaesp: ¿Aún existe el honor en la guerra?
—No hay honor en la guerra. Es mentira. Hay honor en algunos hombres, y ellos lo llevan a la guerra consigo. O a la paz.
—IsaacRuperez: Confieso que en mi juventud le aborrecía (no sé por qué), pero tras leer alguno de sus libros se disipó. Hasta estudié periodismo.
—Si estudió periodismo por mi causa, más o menos remota, mucho me temo que ahora me aborrecerá todavía más. Un abrazo.
—Sianeta: Dijo una vez su compadre Juan Eslava que todo hombre que regresa de una guerra es un hombre derrotado. ¿Está de acuerdo? Un abrazo.
—¿Cómo no voy a estar de acuerdo, si se lo dije yo?
—AlvaroMovellan: ¿Lee con delectación a algún reportero actual? ¿Fisk, Kaplan, Jagielski…? ¿Algún libro fundamental de este género?
—De ese tren me bajé hace tiempo, lo siento. Ya no me ocupo.
—RDeVillegas: Calderón salvaba cuadros en los saqueos de Flandes. Barlés salvaba cuadros de las bombas en los Balcanes. Dos grandes hombres, ¿no?
—Salvé un cuadro en una iglesia croata incendiada. San Nicolás. Cuatro cortes de Victorinox, y enrollado. Me lo quedé. Botín de guerra. Fue un regalo para una chica extraordinariamente guapa. Me pregunto si todavía lo tendrá.
—CarmenMourinho: ¿Cuántos idiomas hablas? Te he visto trabajar en muchos países, y no parecía que hubiera mucho tiempo para dedicar al estudio.
—De muy joven, con mi inglés, di la vuelta al mundo hablando francés. Luego diversifiqué un poco más la cosa políglota. Por ejemplo, blasfemo de maravilla en cuatro idiomas. O en tres y medio. Destrozo tres o cuatro más. Con eso me apañé toda mi vida.
—luisalgo: Estremecedora la historia del paternal maestro de Dubica. Como docente me rompe el alma y me emociona. ¿Lo vivió de cerca?
—Tan de cerca que hasta lo sacamos en un telediario. Dubica y su escuela. Esa colina. Nunca vi tanto miedo en caras de muchachos. Caminaban encogidos. Aún cierro los ojos y los veo.
—Seli0r: Qué vida más planificada la de @perezreverte, tiene horarios hasta para el ocio. Cuando fue corresponsal lo llevaría mal para seguir horarios.
—Se equivoca. Había dos horarios ineludibles: 15.00 y 21.00. Los telediarios. Y en el diario ‘Pueblo’, la hora de cierre. Pasé veintiún años de mi vida mirando las manecillas de un Omega Speedmaster Mark IV.
—David_Caulfield: ¿Qué le sugiere el conflicto del Sahara?
—Pasé allí un año de corresponsal, en 1975, y luego unos meses en Argel y Tinduf, en 1976. Me dice tanto que no cabe aquí.
—J__Garcia: Muchos años ya de la muerte de Franco. ¿Como recuerda ese momento? ¿Donde le pilló?
—Me pilló en Mahbes, con el Polisario, atacando un convoy marroquí. Les cogimos una radio y me enteré dos días después. Me dije: «Hay que joderse. Toda la vida esperando, y me entero en el desierto, con retraso». Cuando volví a España, todo había acabado.
—Rogorn: Ya hay quien llora por el futuro de los libros, pero ¿y las fotos? ¿Saca usted fotos, digitales o en papel? ¿O no saca?
—Hace mucho que no hago fotografías. Mucho. O al menos no las hago con cámara mía ni para mí. Hace mucho que viajo sin cámara. Ni el mar me la llevo.
—CristinePizan: Siempre me he preguntado qué le ocurrió en el mes que le dieron por perdido en el Sahara. ¿Hablará de su «corazón de las tinieblas»?
—Estaba con la guerrilla en el desierto y no había teléfonos móviles. Antes eran así las cosas. Afortunadamente.
—chemamun: ¿Cómo ve el periodismo actual? En España, me refiero.
—Escribí sobre eso, y está en Internet. El artículo se titula ‘Cuando éramos honrados mercenarios’.
—sarappm: ¿Cree que el futuro del periodismo es tan negro como parece, o es que ya no puede empeorar?
—El periodismo clásico murió. Lo mataron el teléfono móvil, Internet, los gabinetes de prensa y las ruedas de prensa sin preguntas. Ahora hay otra cosa. Lo que queremos y permitimos que haya. Periodismo a nuestra imagen y semejanza. Pero el mundo cambia, y hay que adaptarse a él. A lo que somos. Es lo que hay.
—8middle_fallen: Hola, hoy cumplo años. Me preguntaba por curiosidad dónde estaba usted el 14/12/1985. Gracias, un abrazo. Disculpe la indiscreción.
—En Beirut, Líbano. Oyendo cebollazos.
—ElenaPJimenez: ¿Qué queda de este Arturo PérezReverte?
—Las novelas. El otro APR que ése hizo posible.
—javieralmeria: ¿Qué le respondió a Solana cuando dijo que no pasaba nada en Serbia? ¿Fue en directo?
—Tiene buena memoria. Fue en directo. Le dije a Solana que sí pasaba. Que yo estaba allí, y él no. María Antonia Iglesias se enfadó mucho. Recuerdo que coordinaba el directo en Torrespaña Elena Sánchez. Buena chica y gran profesional. Pasó un mal rato. Por eso quiero a Javier Solana como lo quiero. Por los besos que le daba al general Mladic, a Karadzic y a Milosevic. Las sonrisas.
—jmartinezmartin: Maestro, ¿cuál es el camino que he de seguir para llegar a ser un periodista cabal?
—Ser un periodista culto, supongo. Lo demás viene luego. De todas formas, si es español, el camino que le recomiendo es el del aeropuerto más cercano. Le basta un billete de ida.
—burbujaman: ¿Echa de menos su etapa de corresponsal? ¿En qué canal se vería trabajando hoy en día?
—No echo de menos esa época. Pasó, con lo bueno y lo malo. La tele no me interesa, ahora. Nada. Me hago viejo y estoy cansado.
—NBengoetxea: Una curiosidad: ¿leías en la guerra? ¿O no daba el ambiente para poder concentrarse?
—Leía, y mucho. Era el mejor analgésico contra todo aquello. Te enfrascabas en Stendhal, o en Conrad, y todo se volvía soportable. En ‘Corsarios de Levante’ preguntan a Alatriste: «¿Para qué un libro en una galera?». Y responde: «Para soportar días como éste».
—cardielstories: Una pregunta, don Arturo: ¿qué se siente al estar en territorio hostil, en la guerra, ante tanta muerte y desesperación?
—Ganas de mandar la crónica de una puta vez, acabar el trabajo y salir de allí cuanto antes. Lo normal.
—Jenritherabbit: Siendo reportero de guerra, ¿cuál fue el peor momento que viviste, en el que llegaste a pensar: «Joder, aquí termina todo»?
—Hubo un par. En ese oficio todos tuvimos nuestro par. Los que salíamos del hotel, claro.
—LMmARISCAL: ¿Le hubiera gustado a usted ser militar?
—¿Militar?… Ni harto de sopas de vino, amigo mío. Me gustó ser lo que fui.
—Tabernero83: ¿Cómo cambiar esta mierda de periodismo que hacemos? ¿Cómo declararnos libres de intereses y corrientes sociales absurdas?
—No hay manera. Eso que pide usted es imposible, amigo mío. Nunca fue posible, pero ahora menos que nunca.
—Tabernero83: Vivimos la dictadura de lo políticamente correcto. ¿Cómo romper el gobierno de los prejuicios y las imágenes creadas?
—Rompiéndoles la cara, real o metafóricamente, a los imbéciles. Y bueno. Algunos lo intentan. Siempre hay justos en Sodoma.
—VIEJOCAPITAN: Habrás visto, supongo, ‘Los perros de la guerra’. El mundo ese, ¿funciona así?
—Sí. Con las modificaciones naturales desde entonces. ‘Los perros de la guerra’ lleva escrito casi treinta años.
—periodistavk: ¿Diferencia para usted entre periodismo y literatura? ¿Puede dar un consejo para los estudiantes de periodismo? Un abrazo.
—Claro que diferencio. Si hay literatura en el periodismo, mal periodista. Si hay periodismo en la literatura, mal escritor. La diferencia entre un periodista culto y uno inculto es que al primero no debe notársele que lo es, y al inculto se le nota.
—ylla_dystopia: Profesionalmente, ¿cuál sería la diferencia entre el Reverte que habría sido y el que es, si nunca hubiese sido reportero de guerra?
—Absoluta. Tenga en cuenta que yo escribo ahora con lo que aquel otro Reverte me dejó en los ojos y la memoria.
—franrosado: ¿Cómo vivió usted el 23-F?
—En la puerta, pasando frío. Ese día estaba en Madrid, y mi periódico me mandó a cubrir la cosa.
—olemoudi: ¿Podría hablarnos un poco más de Gaddafi?
—Me gustaba Gaddafi de joven, cuando lo entrevisté, recién dado el golpe. En la línea de Nasser. Luego se pudrió. Me gustaba entonces: joven, guapo, soñador y honrado. Luego dejó de ser guapo y todo lo demás. La cara de cerdo que le pusieron el tiempo, el poder y la complicidad de los que ahora lo bombardean es excelente lección de vida. Después de la entrevista me regaló un aparato de radio grande, enorme. Llegué con él a Barajas, y el aduanero me pidió papeles. «Me lo ha regalado Gaddafi», dije. Y el aduanero respondió: «No me vaciles, chaval». Fue en 1974. Durante algún tiempo me creí lo de la revolución libia. Hasta ese punto era yo joven y gilipollas. Menos mal que ahora soy viejo y gilipollas.
—javisalas: Vale, ahora lo entiendo todo: @perezreverte entrevistó a Gaddafi en su día.
—A Gaddafi y a Sadam Hussein, y a Galtieri, y a Burguiba, y a Ben Alí, y a Obiang, y a Bumedian, y a Somoza… ¿Lo entiende mejor?
—Kataphraktes: Tú que estuviste en la guerra de los Balcanes, ¿qué opinas de los serbios? ¿Son tan malos como los pintan, o es propaganda americana?
—Los serbios que yo vi eran malos de cojones. Y le aseguro que no me lo contó nadie. Pero cada cual tiene cerdos en la cochinera.
—Dongominolo: Si eran malos de cojones será porque tenían orquitis. Eso duele.
—A los que les dolía era a los otros. Pero les dejaba de doler en seguida. Fosas comunes como analgésico.
—AlbeanRos: ¿Algún consejo para esta futura periodista? Es usted un ejemplo para mí.
—Leer mucho. Es un equipaje que nunca sobra.
—LamielS: Por cierto, ¿y si le digo que le echo de menos en el telediario de las tres? ¿Dónde están los reporteros de guerra?
—Son otras guerras y otros reporteros. La culpa no es de ellos.
—elbuhoblanco: ¿#noalaguerra o #sialaguerra, usted qué opina?
—Opino que depende de la clase de guerra. La que hubo contra la Alemania nazi, por ejemplo, no me pareció mal del todo.
—MontseBL: ¿Le hubiese gustado ser corresponsal en aquella guerra contra los nazis?
—No era una mala guerra, aquélla, para ser reportero y cubrirla. Al menos en ésa estaba muy claro quiénes eran los malos.
—periodistavk: ¿Qué diferencia hay entre las guerras que cubrió usted de los 70 a los 90 como corresponsal de guerra y las de ahora? Saludos.
—Las guerras son las mismas. Los que hemos cambiado somos nosotros. Usted. Yo. Todos.
—ZuperTomate: ¿Merece la pena ser periodista hoy en día? Parece que el periodismo cada día es menos periodismo. Es desilusionante.
—Ser periodista merece la pena siempre. Es un hermoso oficio. Otra cosa es el país donde se ejerza y los tiempos que toque vivir.
—EnricVilarrasa: ¿Coincidió usted con Rózsa-Flores en Croacia?
—Hablando de hijos de puta, sí. Conocí a ese individuo en Croacia. La última vez que lo vi quiso apuntarme con una pistola.
—uskglass: ¿Cree que aún es posible vivir aventuras como las de los libros?
—Claro que es posible. Recordando que no hay aventuras gratuitas, y que siempre llega el cobrador con la factura. Después o durante.
—vicaim: Como ex corresponsal: ¿es prescriptiva alguna clase de vida para el escritor y su búsqueda de experiencias, o es propaganda?
—Dudo que alguien sin vida y experiencias (y sin muchas lecturas, además) tenga nada importante que decir como escritor. Pero hay excepciones hechas de reglas, como dice un personaje mío (creo que lo es, vamos). Nunca se sabe.
—Celestialflyer: ¿Cómo manejaste en su momento la impotencia ante el dolor que retrataste?
—En su momento no la manejé. La puse a un lado. Ahora, entre otras cosas, con ella escribo novelas. ‘El pintor de batallas’, por ejemplo.
—JoseAngelTwit: Don Arturo: ¿qué le parece la iniciativa #sinpreguntasnocobertura? Es contra las ruedas de prensa sin preguntas.
—Me parece perfecta. El que no quiera preguntas, que no comparezca. Que mande un comunicado por escrito.
—aprensamadrid: Los medios son los medios. Nosotros, los periodistas, queremos preguntar. #sinpreguntasnocobertura
—Cuando yo era periodista, los colegas nunca lo habrían tolerado. Preguntémonos por qué hoy sí se tolera. Por orden de quién.
—manucastellano5: Pues que actúen ya en consecuencia, que no se queden en palabras, y que hagan plantes en las ruedas de prensa.
—Me lo ha quitado usted de la boca. Lo malo es que sus jefes no los dejan. Ahí está el problema. Los paniaguados que sí tragan.
—Ts13Poet: Ayer discutía si una persona capaz de matar a otra deja de ser considerada un asesino en algún momento de su vida. ¿Usted qué cree?
—Todos somos capaces de matar a otro. La cuestión depende de las circunstancias. Decir que se está libre de eso es soberbia estúpida.
—VIEJOCAPITAN: ¿Son imprescindibles los políticos? ¿Podría haber un país dirigido por literatos, científicos, médicos, economistas…? Sabios.
—Me conformaría con un país dirigido por gente decente. Pero «decencia» y «política» suelen ser incompatibles. El ejercicio de la política es una sucesión de filtros donde se van quedando atrás las personas honradas. Por eso sospecho siempre (quizá sea injusto, pero me pasa) de quienes llegan a algo en política. Es como ante los supervivientes de campos de exterminio o matanzas. Me pregunto qué abyección pudieron hacer para sobrevivir. Y le aseguro que eso último no me lo ha contado nadie. Hablo de rostros vivos. De mis propios recuerdos. Sé que es injusto, pero no puedo evitar cautela ante los supervivientes. O mucho coraje o mucha infamia. Suele.
—Dali_Moral: Le oí decir una vez que la guerra hacía hombres de verdad (más o menos). Me enfadó mucho, quizá juzgué demasiado rápido. ¿Puede explicarlo?
—Yo nunca he dicho eso. O tal vez me expresé mal. Dije y digo que en la guerra sale a flote lo mejor y lo peor del ser humano. Decir que la guerra hace hombres de verdad es una gilipollez en la que ni siquiera yo me reconozco. Creo que en ese «más o menos» suyo está el equívoco. Y le agradezco que quiera aclararlo. Un abrazo.
—Alfredogaro: Qué tiempos. Ya es imposible encontrar reportajes de guerra así en la tele de hoy en día.
—Bueno. Es otra tele. Son otros tiempos. Es otra vida. Gracias por rescatar el viejo documento.
—javierchipi: ¿Disfrutó usted de la movida madrileña o no le pilló por la ciudad?
—La movida madrileña me pilló más bien en Oriente Medio. Líbano y todo eso. Otra clase de movida.
—DaniLL1986: Mladic, Karadzic, Hadzic, detenidos en los últimos tiempos. ¿Llegaste a conocerlos en persona? ¿Qué impresión daban, si es así?
—A Mladic. Un camionero arrogante y brutal. Con todo el respeto que me merecen los camioneros.
—e_parama: En su época comanche, ¿se comportaba como Faulques y se quedaba al margen? ¿O se implicaba intentando ayudar?
—Nunca ayudaba hasta tener la foto. Eran las reglas. Ahora lo pago con los fantasmas apropiados. También son las reglas.
—javieralmeria: Pronto haré un voluntariado en África. Agradecería algún consejo o comentario suyo. Un cordial saludo.
—Que no beba jamás nada con hielo. Y que se lleve un libro mío, si puede ser. Por ejemplo, ‘El pintor de batallas’. Suerte.
—EliBJ: Me toca empezar vida universitaria en Madrid, Periodismo en concreto. Deme algún consejo. Gracias por ser como es, un abrazo.
—Recuerde que la Facultad sólo le dará un título y unas técnicas. Y que no hay periodista más despreciable que el periodista inculto.
—VIEJOCAPITAN: Muchos reporteros de guerra se tornaron escritores, al igual que tú: Hemingway, Forsyth, London, Figueroa… ¿Hay algo que os transforma?
—No creo (salvando las distancias con ellos) que la guerra transforme al escritor. Sólo da dosis más intensas y rápidas de vida.
—RGMaldo: ¿Qué horario de escritura tenía cuando no era solo la tecla su profesión?
—Cuando podía, entre viaje y viaje. Mucho teclazo nocturno. Hasta que escribí ‘Territorio comanche’ y me largué fue siempre así.
—jesusabad: Gané un gran escritor, pero echo en falta el periodista con el que crecí. ¿No le gustaría volver «al cabo de la calle»?
—Ya no. Unos se fueron, otros murieron. Tampoco yo soy el mismo. No se envejece en vano. Pero fue una hermosa época.
—rjaramillortega: Habiendo estado tan cerca de la muerte tantas veces, ¿cómo quieres que sea tu funeral?
—Discreto. Sin nadie allí. Sin funeral.
–merroky: ¿Considera usted alguna guerra en las que ha estado especialmente brutal, o no hay diferencia alguna? Gracias.
–Ninguna diferencia. El ser humano es siempre el ser humano. Otra cosa es que le dejen serlo, o no. En algunas guerras lo dejan más.
–lopus1741: Buenas tardes. Quiero ser militar. ¿Qué cualidades, a su juicio, debería tener un oficial? Gracias.
–No perder nunca de vista el punto de vista de un soldado raso. Y no exigirle nada que usted no pueda hacer. Suerte.
—Jecadufoto: Hoy en día Tintín sería un becario que no podría hacer sus reportajes porque no interesan. ¿Tan mal ha evolucionado la prensa?
—No crea. Es cierto que el periodismo se ha vuelto oficialista, a base de notas de prensa y ruedas de prensa sin preguntas. Es cierto que los propietarios y responsables de los medios son los primeros que tragan y aceptan esa sumisión vergonzosa. También es cierto que las grandes cadenas han sustituido al reportero por bustos parlantes de hotel que apenas pisan la calle. Y es cierto que no hay quien busque información si tiene que entrar diez veces al día en directo. Pero también es cierto que hay freelancers con una cámara cutre que van solos, sin apenas medios, y se la juegan. Esos chicos, hombres y mujeres, con sus pobres medios, son los grandes reporteros de hoy. Creo. Sobre ese asunto recomiendo un documental que acaba de estrenar Roberto Lozano. Reporteros que siguen siéndolo, a pesar de todo.
—Rodja_altar: En la peli ‘Cuándo éramos soldados’, sobre Vietnam, un reportero de guerra acabó cogiendo un M-16. ¿Ha tenido usted necesidad igual?
—Sólo una vez en mi vida, en el 77. Pero fue necesidad, no afición. Tampoco fue un M-16.
—jmrf57: Una neurona juguetona acaba de sugerirme que más tarde te cuente obscenidades de mi campaña de Larache. Un saludo, maestro.
—Llega tarde, amigo mío. De burdeles morunos anduve sobrado, en mis tiempos reporteriles. Y de los otros.
—jmrf57: Querido maestro, si hubiera conocido a Eveline, una voluptuosa corista de Nador, en la vieja Bombonera de Larache, no diría eso.
—Lamento haberme perdido a Eveline. Y le aseguro que hice cuanto pude por perderme lo menos posible.
—EloyGarcia21: ¿Qué le parece el tema de los salarios precarios en los periodistas? Algunas publicaciones ofrecen 0’75 euros por artículo.
—Me temo que va a peor. Seguramente la solución será el periodismo en Internet, pero a eso aún le falta mucho camino.
—adosango: Lo mejor es que no has cambiado, como en el Inter de Managua en el 79.
—Qué tiempos. Salíamos a la puerta del hotel Inter a ver desde allí cómo atacaban el palacio de Somoza. Un abrazo.
—navster93: ¿Qué opina de las imágenes de los marines meando sobre soldados muertos? Cuando era reportero, ¿vio algo similar?
—Le contesto en dos partes, si me permite. 1. Los marines desahogándose con los fiambres me parece muy mal. Por hacerse la foto, más que nada. O sea, por gilipollas. 2. He visto hacer cosas mucho peores que pipí encima. Resumiendo: en la salvajada de una guerra, lo de los marines es una chorrada, pero los han pillado. Así que espero que los machaquen. Más que por incontinentes, por imbéciles.
—Theriseofcoblan: ¿Cuántos países visitó cuando era periodista?
—No sé qué decirle. Un centenar, tal vez. No los conté. Guerras y follones, unos cuarenta. La juventud es osada (y viajera).
—florrrZ: Me encantaría saber qué piensa un tipo que sabe tanto de guerra y de mar del tema Malvinas/Falklands. Beso desde Argentina.
—Cubrí esa guerra allí, así que no puedo ser objetivo. Me encantó ver escabechar ingleses. Esos Exocet. Esos Skyhawk y Mirages. Ese general Galtieri al que entrevisté borracho. El muy animal. Esa guerra de las Malvinas me partía la conciencia. Quería que la ganaran los soldados y la perdieran los generales.
—rfrferraz: «Tres bombas más y nos vamos». Pero ¿cuánto duran tres bombas? O mejor dicho, ¿cuánto duraron aquellas?
—Unos diez minutos. Minuto más, minuto menos. Tenía usted que habernos visto correr después de aguantar el tipo hasta la tercera.
—ricavidaP: Por cierto, genio y figura el Márquez. Qué aplomo. Menuda pareja debíais hacer, ¿no? Un saludo.
—Trabajar con Márquez fue una de las mejores cosas de mi vida de reportero. Nunca respeté tanto a nadie cuando nos daban candela.
—Adele_T1809: Márquez dijo que le gustaba trabajar con usted porque le dejabas hacer lo que él quería. ¿Es verdad?
—Quiso decir Márquez que hacíamos juntos lo que le gusta. No todos los reporteros con los que trabajó lo hacían.
—korokota74: A ver si me lee y nos da su opinión sobre el Ejército Español en Bosnia. Gracias.
—Escribí sobre eso. Está en la red. ‘El soldado Vladimiro’, por ejemplo.
—ajeisman: ¿Le atrae visitar de nuevo los sitios que en su día cubrió como reportero de guerra? Gracias por tanto que nos ha dado.
—No, nunca vuelvo. Ni a donde fui feliz ni a donde trabajé como reportero. Hay recuerdos incómodos.
—Salivale1: ¿Se puede reflejar en una película, por buena que sea, la realidad de una guerra? Y creo que usted sabe a qué me refiero.
—No se puede. Pero a veces se intenta y se acercan un poco.
—MaCarmen5: Una curiosidad, si no le molesta, Don Arturo. ¿Qué fue de sus gafas? Tenían su puntito, ¿eh? Un besazo.
—Me las rompieron demasiadas veces. Otro, señora mía.
—Pol_Maikol: ¿Es la profesión de periodista la más rastrera que existe? Yo creo que sí. Mucho más que banquero, político, puta o traficante.
—Por ahí anda, en algunos casos. Se lo dice uno que lo fue 21 años y aún colea a ratos.
—Davidsten131416: Qué diferente parece el periodista de los Balcanes con el académico de hoy. ¿El de hoy está más puteado, a pesar de la comodidad?
—El de hoy está más cansado. Más lúcido, y por tanto con menos esperanzas. Pero el de los Balcanes sigue ahí, guiñándome un ojo. En cualquier caso, ya no soy periodista. Hace mucho que no. Ahora soy un fulano que cuenta historias y se desahoga los domingos.
—OscarDuncanDhu: En sus tiempos de periodista, ¿tuvo acceso a alguna información delicada que le impidieran publicar, al estilo Assange?
—A varias. Y unas las publiqué y otras no. Unas me dejaron, otras no me dejaron. Unas me la jugué, y otras no. Son las reglas.
—josueferrer7: ¿Cree usted en Dios?
—Se me quitaron las ganas con la primera guerra, en 1974.
—masdelarco: Sería para mí interesante su experiencia con agentes de inteligencia que vio o conoció en su vida reportera. Un saludo
—Escribí algo sobre eso. Hace tiempo. ‘Mi amigo el espía’, creo que se llamaba.
—Carlota_Bruner: Espero no lo incomode. ¿Recuerda a José Tojeiro, el de la «droja» en el Cola-cao, en ‘Código uno’? La frase pasó a la historia.
—¿Cómo lo voy a olvidar?… En el estudio nos revolcábamos por el suelo, viendo el video. En directo. El tal Tojeiro era un crack. Putas aparte.
—hispania: Carta de «dimisión» de Pérez-Reverte de TVE (1994)
—¿Tanto tiempo ha pasado ya?… Virgen santa.
—linmer: ¿Es auténtica esta carta de dimisión tuya?
—Absolutamente. Lo que me sorprende es verla por ahí. Ni yo mismo la tenía.
—inmatrece: Un amigo siempre me recuerda el programa que usted tenía en RNE con Ejarque, Landi y Jiménez. ¿Algún recuerdo de ese programa?
—Unos años magníficos, de amistad bronca y trabajo duro. Los echo de menos. A todos.
—pabloriveras: ¿Hay algún archivo en internet donde se puedan escuchar los programas de ‘La ley de la calle’?
—Si se entera de uno, dígamelo. Daría cualquier cosa por vivir aquello de nuevo. Los viejos compañeros. Manolo el poli, Ángel el estafador, Juan el choro, Ruth la puta, y los colegas del talego. Seis hermosos años de noches y radio. Se cargó el programa un jefe de RNE muy sumiso a otros jefes, llamado Diego Carcedo. Algún día hablaremos de aquello. Despacio. Un mierdecilla director de Informativos de RNE quiso cargarse el programa, cambiándolo de horario. Dije que no. Me fui. Punto.
—Bunkerglo: No conocía su capacidad de irreverencia. Me relataron su salido de TVE y reí mucho.
—No siempre soy irreverente. Hay cosas que me tomo muy en serio. Y que reverencio. Algunas están en mis novelas. Por ejemplo, reverencio la dignidad personal y el valor. Son dos virtudes que resulta imposible comprar con dinero. Un abrazo.
—Alfaneque: ¿Ha pensado alguna vez en volver a la radio o a la televisión?
—No volveré nunca. Eso queda muy lejos.
—peposaez: ¿Y usted en qué cree?
—Creo en varias cosas. Que la mejor puñalada se da en la ingle, de abajo arriba. En guerreros silenciosos y mujeres valientes. Creo en quienes toda su vida procuran pensar como griegos, pelear como troyanos y morir como romanos. Creo en que todos morimos solos y a ciegas. Y que para hacerlo con dignidad se requiere un largo entrenamiento. Creo en las piedras viejas y en los cuadros oscuros y en los atardeceres rojizos sobre el mar. Y en parejas jóvenes que se besan. Y creo en algunas otras cosas que no le contaré nunca.
—habibidiana: ¿Usted cree que todos perdamos mucho con el tiempo, o cree que ganemos algo de magia con el tiempo?
—Creo que el tiempo (bien vivido) quita magia y otorga a cambio sensibilidad, experiencia, lucidez y serenidad. Y ganamos con ello.
—viudaroja: En estos tiempos se lleva eso de la resignación cristiana. ¿Qué nos dice de la venganza?
—Nunca he sabido por qué la venganza tiene tan mala prensa. El cristianismo, sin duda. Tan humana, ella. A veces tan higiénica.
—FonsiLoaiza: Te has metido en un fregado innecesario con la venganza. Suele pasar cuando se es honesto con nuestras ideas.
—El problema es cuando la cedes al Estado para poder convivir en paz con otros, y el Estado no cumple. Ahí se desbarata el asunto. La venganza tiene mala prensa, en efecto. Nunca supe por qué. Alguna vez dije que es higiénica. Alivia.
—RDeVillegas: ¿Quién es más peligroso, un crío con un fusil enorme en las manos, o un analfabeto con pluma de oro y con un botón rojo cerca?
—Los dos tienen peligro, pero el del botón, más. Del niño te libras apartándote, pero el otro te pilla donde vayas. Sin escapatoria.
—carla_diazlamm: Lo esencial no pesa, ¿cierto?
—Todo pesa, amiga mía. Hasta lo esencial. Pero la vida enseña a hacer el equipaje.
—RDeVillegas: El nuevo disco de Ismael Serrano se llama ‘Acuérdate de vivir’. Para ti, ¿qué crees que debe significar «el vivir»?
—»Vivir» es no pisar otras minas que las imprescindibles. Y ya es mucho.
—RDeVillegas: Vivir entonces es no morir tantas veces.
—Esa es buena, amigo. Creo. Excelente resumen. Lo ha expresado usted mejor que yo.
—isaldor: ¿De verdad quedan justos en Sodoma y Gomorra? ¡Lo dudo! Quedamos sólo indiferentes. Eso sí, concienciados que somos la leche.
—Sí, estimada señora. Le aseguro que quedan justos. Si uno se fija, quedan. De lo contrario, ésto sería insoportable. Napalm para todos.
—fenixcoria: Mi profe de Literatura dice que es usted un subnormal, y un compañero le ha tirado un diccionario de la RAE a la cara por eso.
—A su compañero le pago una caña cuando se me identifique. Pero dígale que se controle. La violencia engendra etcéteras. No vale la pena complicarse la vida en época temprana. Mejor oír, aprender y callar. Para el diccionario hay tiempo en el futuro.
—TRISKEL64: ¿Letras, edad y camino hacen al hombre discreto, sabio…? En general, sin contar al capitán.
—No sé si discreto o sabio, pero pueden hacerlo lúcido. Que no es mala cosa, al fin y al cabo.
—VdePablo: ¿Crees que la cordura está reñida con el poder?
—No tiene nada que ver, creo. En mi opinión, son compatibles. Otra cosa es la decencia, la humildad y cosas así. Ahí ya el poder patina.
—xouvita: ¿Realmente te pesan los años, o estás orgulloso de ellos?
—No se puede tener la experiencia del general y la verga del teniente. Aunque no me importaría volver a ser teniente.
—dsdlatronera: Por culpa de leerle de pequeñito he aprendido a ser un crítico mordaz. Creo que hago bien, pero mis jefes no piensan lo mismo.
—El hombre sabio escucha de joven y calla de viejo. La etapa intermedia se puede negociar.
—Reven333: Pues yo creo que el hombre sabio debería compartir de viejo. Si no, vaya tontería.
—Es cuestión de opiniones. Callar no significa estar mudo, sino saber a quién merece la pena hablar. Y a quién no.
—peposaez: Yo pienso que los jóvenes de hoy somos infinitamente más incultos pero tenemos infinitas más posibilidades para dejar de serlo.
—Antes la incultura era una explicación. Un atenuante. Ahora es voluntaria e imperdonable. Ya no hay analfabetos inocentes.
—conunlaladfondo: ¿Sabe? Quiero estudiar Historia, Arqueología para ser exactos y lo único que se le ocurre decir a la gente es que eso no sirve de nada. Qué triste.
—Si eso consuela, mi hija es historiadora y arqueóloga. A veces en paro, pero feliz. No se arrepiente, todavía. Lucha por buscarse la vida sola, por sus medios. Difícil, pero es lo que ama. No se habría perdonado a sí misma no intentarlo.
—TRISKEL64: ¿Cuándo dejamos de crecer y comenzamos a morir?
—Hay un error en eso. Comenzamos a morir desde el principio. Otra cosa es cuándo empezamos a darnos cuenta de ello. Cuando uno mira atrás y ve todos los cadáveres propios que dejó atrás (algunos infantiles) se da perfecta cuenta de eso.
—rafadelrincon: Con 30 años uno sabe que no se puede cambiar el mundo, pero al menos poner en orden tu casa. Creo que es más bien indolencia.
—Admiro a quien es capaz de caminar hacia el patíbulo con el nudo de la corbata bien hecho. ¿Le vale?… Un abrazo, amigo.
—BrunoLesqui: No te preocupes, la lucidez no tiene edad.
—Lamentablemente sí la tiene. Si uno vive lo bastante, la consigue. A veces. Si uno sigue viviendo un poco más, la pierde. La cuestión (y lo difícil) es prolongar y disfrutar el período en que la lucidez sirve para algo más que para cabrearse.
—TRISKEL64: ¿Algún lugar del que todavía no ha vuelto?
—De la infancia, supongo. Cuando todo era posible.
—TRISKEL64: ¿Ya han dejado de incomodarle los viejos dioses con odios y favores? No dudo más reflexión, pero no noto lento su pulso.
—Se equivoca en lo del pulso, querido amigo. Le sorprendería lo lento que me late: 65 pulsaciones por minuto. Real y figuradamente.
—sofanauta: ¿Cree que la inseguridad acerca de lo que se escribe viene de serie con la condición de escritor?
—La inseguridad (incertidumbre, mejor) es la principal baza de supervivencia. En el mar. En la escritura. En el amor. En la vida. Quienes desconocen la incertidumbre siempre palman antes. Creo. Nunca ven venir el viento ni la ola ni la piedra. Nunca ven la mina a sus pies.
—yaralopez: ¿Teme al fracaso?
—Siempre que emprendí algo lo hice sabiendo que el fracaso estaba ahí, al acecho. Me educaron para eso.
—gitanavalverde: Es increíble qué lucidez tienen los niños.
—Los niños son los únicos seres humanos honrados que conozco. Tan lógicos y rectos. Luego nos encargamos de estropearlos.
—alexcibernetica: ¿Alguna memoria es sincera? Seleccionamos recuerdos, los retocamos, los formamos, y sustituyen al que en su día fue original.
—Eso es lo fascinante. Mirar la foto y confrontarla con lo que uno cree recordar de ella. Por eso es tan peligrosa la memoria transmitida de forma oral. Ver con los oídos desorienta. Antídoto: una prudente lucidez.
—J_Sarrio: Si con 20 años no eres de izquierdas no tienes corazón, y si con 40 no eres de derechas, no tienes cabeza.
—Y si con 50 tacos no echas la pota cada vez que abres un diario, oyes la radio o ves el telediario, es que no tienes estómago.
—isotog: ¿Entiendes por «cultura» arte y literatura o conocimiento?
—Cultura, desde mi punto de vista, son 3.000 años de memoria. Con todo lo que eso tiene dentro. Incultura es España: 500 años esforzándonos por ser Marruecos.
—allymaav: Don Arturo, un caballero se viste de los pies a la cabeza, comme Il faut.
—Y se desnuda: zapatos, calcetines, camisa, pantalones… Ése es el orden. Grandes pasiones murieron por unos simples calcetines. ¿Imagina?… ¿Cascar de un infarto en plena faena y que te contemple la (o el) partenaire tieso y con los calcetines puestos?… Hay cosas que matan incluso a la muerte. El ridículo es una de ellas.
—manueldoncel: ¿Es un logro o un fracaso que se perdiera la tradición de los duelos de espada a muerte (siempre y cuando fueran por honor)?
—Un logro. Todo aquello del honor mancillado y tal era una patraña y una farsa. Otra cosa es que a veces nos vengan ganas de partirle la cara a otro. Entonces, si se puede, se hace y listo. Sin chorradas. Y si no se puede, porque las leyes o la prudencia lo desaconsejan, se aguanta uno y se toma un whisky. O dos. Otros, en vez del whisky, escribimos artículos. Hay muchas formas de matar, y de morir matando.
—Zaha_Brujula: Al ser humano le importa poco destrozar lo que no conoce.
—No es sólo eso. El ser humano PROCURA destrozar lo que no conoce.
—anceryp: El enemigo de tu enemigo, ¿es tu amigo?
—Prefiero que las amigas de mis enemigos sean mis amigas. El placer es doble. O triple.
—rojocereza: Son más interesantes los enemigos, señor Reverte, mucho más interesantes.
—Además, un enemigo es como el mar a bordo de un velero. Te obliga continuamente a vigilar. A estar despierto. Te mantiene vivo.
—Celestevougeot: Elegimos a nuestros amigos. ¿A los enemigos también? Saludos desde Pamplona.
—A mi edad, el lujo consiste en elegir deliberadamente, con mucho esmero, a los enemigos. Luego, los tontos se adhieren solos.
—lodares: Los que no tienen enemigos no son de fiar.
—Siempre desconfío de quien no tiene (o dice no tener) enemigos. Caminar es elegir. Elegir es arriesgarse. Arriesgarse es pelear. No tener (oficialmente) enemigos requiere mucha capacidad de succión. Que también tiene su mérito.
—VIEJOCAPITAN: ¿Sigues creyendo en el género humano, después de todas las miserias, guerras y demás atrocidades que has visto? ¿Queda esperanza?
—No creo en el género humano. Como tal, sólo merece napalm. Creo en los seres humanos, uno a uno. Ganamos mucho en distancia corta.
—Ja0803: Don Arturo, en este siglo XXI: ¿sigue siendo necesario que todo cambie para que todo permanezca igual?
—Todo cambia para que todo permanezca igual de caótico. Llovió mucho desde Lampedusa.
—rigotg: La tolerancia es la mejor de las respuestas.
—No siempre. Ante la imbecilidad, por ejemplo, no cabe tolerancia ninguna. Los imbéciles engordan y se multiplican con la tolerancia.
—AparicioCC: Maestro, ¿cuál es la clave de la existencia?
—Tener la certeza lúcida de que al final nos morimos. Siempre. No hay más exacta y útil clave de la existencia que ésa. Diría yo.
—ricardoXCME: ¿Se considera un ‘Titanic’?
—A veces ‘Titanic’ y a veces iceberg. Como somos todos.
—Gavanno: Don Arturo, ¿qué valora sobre todo en un amigo? ¿Qué no le puede faltar?
—¿Lo que más valoro en un amigo?… Lealtad y silencio. Poder beber juntos, o navegar, sin abrir la boca.
—Celestialflyer: ¿Cuántas cosas serías capaz de transmitir en el más profundo de tus silencios?
—Pues no sé. Depende de dónde tenga las manos.
—VIEJOCAPITAN: Es muy difícil navegar con amigos que no saben lamerse las pelotas en un rincón sin molestar, o las heridas.
—A la amistad se viene llorado de casa. Lo otro es confundir a un amigo con una aspirina o una tirita.
—aitorocam: ¿Quiénes han sido más felices, los filósofos que buscaban la felicidad o los que le importaba un rábano pensar sobre ello?
—Los más felices son los que menos piensan. No me cabe duda. Lo malo es todo lo que se pierden siendo sólo felices.
—burringo: ¿Qué prefiere, poner la otra mejilla, ojo por ojo, o ataque preventivo?
—Ataque preventivo, siempre. Lo de la otra mejilla hace rato que no.
—sexmirlo: ¿Cree que en el país de los mudos más vale hacerse un nudo en la lengua?
—Los nudos en la lengua sólo favorecen a los canallas. Y a los mudos cómplices, voluntarios y cobardes.
—thamuza: ¿Le aparece la ansiedad de la impotencia, esa que no te deja respirar?
—Yo siempre respiro con normalidad. Y cuando no, me paro, me concentro y me obligo a hacerlo. Se lo recomiendo. Además, como dijo aquel anciano en una encuesta de la tele, a mí la impotencia me la trae floja. Más que poca respiración, cuando me siento impotente me cabreo. Entonces dejo de ser impotente y soy una tecla cabreada. Como ve, cada cual respira como puede. Un abrazo.
—tzarina: «El peor enemigo del mundo no es la maldad, sino la estupidez».
—Dicho así suena definitivo, diablos. En realidad no le di ningún énfasis. Fue una frase más, en el discurso de una frase más larga. Pero por una vez estoy de acuerdo conmigo mismo. Es peor un imbécil que un malvado. Entre otras cosas, porque la imbecilidad masiva, acrítica y complaciente es el arma principal de los malvados. Su garantía.
—Udeis_: Llevo tiempo dándole vueltas a la cabeza. No llego a entender cuál es el concepto que tiene de la palabra «amistad».
—¿La amistad?… Un territorio común hecho de complicidades y silencios. Y a veces, para matar el tiempo, de palabras. Diría yo. Amistad es lealtad, o no es amistad. Incluso, o sobre todo, silenciosa. Por eso llamo amigos a los lectores. Por su forma de lealtad.
—EnricVilarrasa: ¿Sísifo es la humanidad y la colina la ignorancia?
—La piedra es la humanidad y Sísifo la lucidez. Diría yo.
—GinesValera: Arturo, ¿se puede ser lúcido y feliz?
—Se puede ser lúcido y feliz al mismo tiempo. Es más intermitente y raro, pero más intenso.
—kikezurita: Sería muy de agradecer que una mente lúcida y brillante como la suya nos diera más solución que la desesperanza y desánimo.
—Se equivoca. Receto educación y cultura, pero eso no se adquiere de un día para otro. Ni hay mucha perspectiva de adquirirlo. Si yo hiciera tabla rasa sin ninguna esperanza, amigo, no me molestaría en pelear cada semana. Estaría más cómodo fuera, a lo mío. Yo hago mi parte. Ni me obligan ni lo necesito. Que cada cual haga la suya. Pero no me pida mecheritos Bic. No a estas alturas. Lo importante no es tener fe, sino pelear. Creo. Honrados mercenarios, en última instancia. La fe siempre pueden ponerla otros.
—gitanavalverde: La ha cogido con usted, siempre diciendo que es viejo. ¿Qué va a decir cuando tenga 80 años? Todos los viejos fueran como usted.
—Cuando tenga 80, querida señora, si llego a ello, me calificaré de anciano. Hay palabras para todo.
—Aunque casi nunca celebré los cumpleaños, agradezco a lectores y amigos las afectuosas felicitaciones de hoy. Lo de septuagenario suena raro, pero a todo se acostumbra uno. Un abrazo.
(Miles de tuiteos más como estos, sobre libros, autores, recomendaciones literarias, el oficio de escritor y las propias obras de Pérez-Reverte, están recogidos en el libro electrónico La cueva del cíclope, que puede adquirirse aquí. Esta serie está ilustrada a menudo con fotos de las bibliotecas de los lectores junto al logo de Zenda. Si alguien quiere colaborar con la suya, y van a hacer falta muchas, puede enviarlas por Twitter a la cuenta @Rogorn o a este hilo del foro Zendalibros, donde también se puede comentar)
Cada uno debe encontrar sus propias claves. Pero está bien recorrer algunas ideas, pensamientos, de personalidades excesivas y, a la vez discretas. Y me quedo con dos cosas (quizas con más pero no lo digo): las reflexiones sobre la estupidez y la capacidad de succión de quien dice no tener enemigos. Capacidad de succión. Notable. Sutil. Sodoma. Quizás el fuego celeste no fue por vicios y pecados sino por estúpidos, estúpidos y succionadores de Sodoma, cómplices de la estupidez…