Siempre resulta conveniente contar con una vieja historia para un nuevo proyecto: la que cuento en mi primer Original para Storytel tiene más de 200 años y ocurrió en la realidad, en un lago de Suiza, en junio de 1816. Villa Diodati fue durante unos días el escenario de pesadillas y de cuentos de fantasmas, de amores apasionados y de traiciones entre cinco jóvenes ingleses que se habían reunido allí por distintos azares: Lord Byron y Shelley, los dos poetas más grandes de su época, fraguaron allí una amistad de por vida, John Polidori, el aspirante a escritor, inventaría la historia de un Vampiro que conocía muy bien, y las dos chicas, Mary y Claire… bien, de las dos chicas no se esperaba nada. Pero nunca hay que fiarse de las apariencias.
Las Crónicas de Villa Diodati llegan a los oyentes el 1 de febrero, el día en el que Mary Shelley falleció, para recordarles que, en realidad, ni ella ni su monstruo murieron nunca: siguen atrapados en los libros, en la casa en la que todo ocurrió, en las palabras que hoy transmiten, una vez más, el misterio de aquellos días de un verano desabrido y de las fuerzas que allí se convocaron. Si alguna historia ha servido de inspiración para los lectores ha sido esta. Si alguna resume el azar, la pasión, la capacidad desconocida y aleatoria que tiene la mente humana para generar historias inmortales, es la que transcurrió bajo este techo, mientras Europa se recuperaba de las guerras napoleónicas y el volcán Tambora provocaba un cambio climático sin precedentes.
Durante este nuevo experimento, durante los episodios de un formato que tiene algo de guion y mucho de novela, y la fuerza hipnótica de la narración oral, entro una vez más en la mente de Mary Shelley: se ha convertido casi en un hábito seguir los pasos de las escritoras que admiro y colarme en sus cartas, sus diarios y sus pensamientos. Aquí está Mary, una joven que ignora lo que nosotros, ahora, desde aquí, sabemos de ella: su talento, su extraordinaria fuerza y originalidad, las tragedias que aún le aguardaban. Abrumada por la herencia de sus padres, los dos brillantes pensadores, por la fama y el carisma de Shelley, apenas ha escrito algunos textos de principiante. No sabe de lo que es capaz, y lo que intuye le asusta. El otro narrador es un personaje que en este duelo de talentos pasa a menudo inadvertido: no penséis en Polidori, sino en un testigo mudo y fiel: Fletcher, el ayuda de cámara de Lord Byron, que cuidó de él y de esa banda caótica y genial de jóvenes poetas y sus admiradoras. No tengo mucho más que hacer, salvo permitir que la historia fluya: con lo que se sabe y con lo que imagino, con su propio ritmo y sus misterios sin resolver. Las viejas historias han calado durante siglos porque estamos ávidos de sueños, de grandes gestos y de desenlaces inesperados. Se han repetido centenares de veces, pero quien las lee, quien las oye, aguarda, por un instante, que esta vez haya un último cambio final. Ese es su poder y su misterio. Y esta no será una excepción.
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Autor: Espido Freire. Título: Crónicas de Villa Diodati. Categoría: audiolibro. Narradores: Pol Nubiala, Alex Molina, Sara Muñiz Hanif, Carlos Di Blasi, Josep Papell, Nerea Alfonso Mercado y Francesc Góngora. Dónde escucharlo: Storytel.
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