En 1961, Margaret Atwood (El cuento de la criada) publicó su primera obra, un poemario titulado Double Persephone; ella misma hizo 220 copias y diseñó su propia portada. Federico Moccia (A tres metros sobre el cielo) se decidió por la autopublicación con su primera novela, y el boca oreja le obligó a reeditar, una y otra vez, más ejemplares ante la gran demanda de lectores que querían leer su obra. Virginia Woolf fundó su propia editorial junto a su marido para imprimir sus obras.
Ellos fueron pioneros, pero el gran hito en el mundo de la autopublicación se produjo con Kindle Direct Publishing de Amazon. A España llegó hace 10 años. Con motivo de este aniversario hablamos con autores como Marcos Chicot, Lorena Franco, Esteban Navarro y Cristian Perfumo, que comenzaron usando esta herramienta de publicación y han conseguido convertir la escritura en su profesión.
Después de la primera charla con Fernando Gamboa, hoy es el turno de Lorraine Cocó. En septiembre del 2013, esta autora cartaginense de ficción romántica consiguió cumplir su sueño de publicar sus primeras obras en Kindle Direct Publishing. Con su primera novela consiguió ser el número uno en su categoría durante cinco meses. En 2014, firmó un contrato con la editorial Harlequín (Harper Collins) para su serie «Amor en cadena», que consta de ocho títulos. En 2019 resultó finalista del Premio Literario de Amazon Storyteller, con La coleccionista de noches vacías.
A continuación conversamos con ella sobre su experiencia como autora autopublicada.
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—¿Cómo ha cambiado el sector de la autopublicación desde que usted empezó su carrera literaria?
—Llevo desde 2013 publicando en Amazon. Ya son 42 novelas y el panorama en Amazon ha cambiado de forma radical. Cuando yo empecé ya se veía la gran oportunidad que era para autores que, como en mi caso, querían dar a conocer sus novelas sin intermediarios, teniendo todo el control de su obra. Y esto no ha hecho más que mejorar, pues el servicio ha ido evolucionando e incrementando recursos para los autores que no solo nos facilitan la publicación y edición en varios formatos de nuestros libros, también las herramientas de marketing, como la página de venta del producto o la publicidad en Amazon Advertising. Cuando yo empecé había muchos menos autores en la plataforma y era más fácil destacar. Ahora hay mucha más competencia. Por suerte, por mi trayectoria, he conseguido fidelizar a muchos lectores que me mantienen en las listas de los más vendidos, libro tras libro. Saber adaptarse a los cambios también es importante. Para mí sigue siendo la mejor plataforma para darse a conocer, proyectar una carrera sólida de largo recorrido y por supuesto, vivir de la escritura.
—¿Se ha sentido infravalorado o marginado por autopublicarse?
—Sí, sobre todo al principio. Durante los primeros años tras aparecer esta opción de publicación y servicios como KDP, la mentalidad de autores que publicaban de la manera tradicional, de lectores y editoriales era mucho más cerrada. Transmitían el mensaje de que, al no pasar las obras por un filtro de calidad (el editor) y no apostar una empresa por ti, el producto que llegaba a través de la autopublicación no podía ser tan bueno. Afortunadamente, los lectores dieron oportunidad a estos autores y las editoriales se dieron cuenta, en las listas de ventas, de que no era así. Hoy en día, creo que esta idea está prácticamente erradicada. Las editoriales cazan talentos de las listas de los libros más vendidos en Amazon, y los autores se sienten libres de decidir cuál quieren que sea su camino. Los lectores han avalado y apoyado a sus escritores favoritos, con independencia de su forma de publicación e indudablemente todo eso ha cambiado el panorama editorial.
—¿Es necesario tener una comunidad de seguidores para poder triunfar con libros autopublicados? ¿Cómo se consigue tener una?
—¿Es lo más aconsejable o ideal? Sí. ¿Se puede triunfar sin tenerla? Por supuesto. Lo más importante es que tu carta de presentación, tu marca personal, el diseño de tu obra, la calidad del trabajo de edición y que el contenido sea de calidad. El boca oreja es la mejor herramienta de marketing que existe. Si un lector puede hablar bien de tu libro, otros le seguirán. Por supuesto, hacer un buen trabajo de marketing, publicidad, colaborar con reseñadores, grupos de lectura, y fidelizar a tus lectores a través de las redes sociales, son actuaciones que debemos realizar después de publicar. Porque estas te llevarán a aumentar tu nicho de mercado y sobre todo a mantenerte en las listas de ventas y como escritor de cabecera de tus lectores. Pero es algo que se hace con el tiempo, no es imprescindible desde el inicio. Lo más importante, para mi es trabajar en que tu libro se diferencie por la calidad en todos los aspectos. Yo soy la prueba de que se puede destacar y vender sin comunidad. Mi primer libro consiguió el número 1 en la lista de libros más vendidos en España y Amazon.com durante cinco meses y no me conocía nadie. Fidelizar a mis lectores vino después.
—De 0 a 10, ¿cómo de necesarias son las redes sociales para un autor que se autopublica? ¿Y cómo lo son para un escritor con editorial?
—Un 10, sin duda. Pero tanto para unos como para otros. Las editoriales no dan una gran promoción a los escritores a no ser que sean su cabeza de lista de venta. Y, aun así, si no trabajas las redes sociales y te haces cercano ofreciendo un valor adicional, no mantienes a tu comunidad. En una sociedad en la que la información es inmediata y las redes una ventana para acercarte a aquellas personas que te interesan o admiras, no usarlas es desaprovechar la mejor oportunidad de conectar con tu audiencia. No basta con usarlas para publicitarse, sino que tienes que mostrar tu proceso creativo, quién eres y qué te motiva a hacer lo que haces.
—¿Es diferente escribir para vender ebooks en Internet que novelas de papel en librerías?
—Para mí no. Mi forma de publicación es híbrida. Lo hago tanto para mí como en colaboración con editoriales y mi proceso de escritura es siempre el mismo. Es más importante enfocarse en el lector al que va dirigida tu obra, que el formato en el que la va a adquirir.
—Corrección de estilo, ortotipográfica, diseño… ¿Qué servicios y herramientas son imprescindibles para una correcta autoedición? ¿Ha conseguido la autopublicación estar al nivel de la edición tradicional en esos aspectos?
—Rodearse de profesionales que te hagan el trabajo de corrección, diseño y maquetación es imprescindible para asegurar que tu libro tenga la calidad que el lector merece. Siempre aconsejo a los autores noveles que se rodeen de un buen equipo que tenga clara su visión y estén alineados con su estilo y forma de trabajo. Somos nuestra propia editorial y debemos tratar nuestro manuscrito con profesionalidad. En ese aspecto la autopublicación ha progresado. Por supuesto hay obras que no son tratadas con ese respeto, pero los casos son cada vez menores.
—¿Cuál fue su mayor error al autopublicarse? ¿Y su gran acierto?
—Me informé bastante antes de publicar por primera vez y sí, aunque he cometido errores como todo el mundo, no los veo como tales, sino como el aprendizaje natural de un nuevo proceso. Pronto aprendí que no se trata solo de escribir, sino que el proceso es mucho más complejo. Pero el mejor acierto ha sido estar en continua formación para no quedarme atrás. Ser autor autopublicado te convierte en responsable de edición, venta, distribución y marketing de tu obra. Es un mundo apasionante en constante evolución y no se deja de aprender.
—Para finalizar, un consejo “imprescindible” para todos los que en este momento están pensando en autopublicar su obra.
—Que sean valientes, que aprendan y se rodeen de un buen equipo de edición. Incluso si lo necesitan, contar con los servicios de un coach o mentor que les ayude a dirigir sus pasos y carrera. Y que tengan claro que la recompensa merece el esfuerzo que conlleva.
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