La escritora Aki Shimazaki lleva años diseccionando las relaciones humanas en su obra. Mediante una suerte de cuentos, o novelas cortas, bucea en la intimidad de sus personajes, a los que suele asociar a algún tipo de animal o planta.
Shimazaki traza el camino del cuento entre historias que se acercan a la central y fascina al lector con una canción sobre unas cigarras que pasan años bajo tierra solo para poder vivir unas horas al aire libre. Ahí lanza la gran pregunta sobre la que se articula esta novela en la que el pasado se descubre solo tras ser olvidado. La novela esta impregnada de signos que muchos familiares de enfermos de Alzheimer van a reconocer: hay olvidos selectivos, reconocimientos falsos, memoria musical, recuerdos recurrentes… evitando así romantizar la enfermedad en una novela que se cubre de delicadeza en cada pasaje. El lirismo es una constante incluso cuando se hace añicos la posibilidad de revivir un recuerdo, como si con ello la autora mandara un mensaje al lector: esto, aunque parezca un cuento, puede ser real. Y es que la historia, aunque parezca que se reescribe, nunca es la misma historia.
Una novela trágica y delicada que nos recuerda que lo bello y lo triste pueden ir unidos y, en la literatura, es habitual encontrarlos así.
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Autora: Aki Shimazaki. Traductor: Javier Albiñana. Título: Luna llena. Editorial: Alfaguara. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
Estupenda reseña del último libro de una autora en la que la delicadeza y la sensibilidad son una constante. Enhorabuena.