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5 poemas de Enza García

Enza García Arreaza es una narradora y poeta nacida en Puerto de la Cruz, Venezuela, en 1987. Autora de Cállate poco a poco (2008), El bosque de los abedules (2010 / 2016), Plegarias para un zorro (2012 / 2019), El animal intacto (2015) y Cosmonauta (2020). En 2017 participó en el International Writing Program de la Universidad de Iowa y fue escritora invitada de la organización City of Asylum en Pittsburgh. Entre 2018 y 2020 fue residente del International Writers Project de la Universidad de Brown.

***

I’m gonna set myself on fire
to see if that is a boundary enough
I’m gonna call home
like E.T.
and I might actually disappear
and only return as a curse.

Traducción:
Detesto a mi suegra.

***

Es urgente guardar un secreto
levantar una ciudad prohibida
y prometerla a un solo habitante.
Es como volver a creer
en la consagración de los bosques
o en la mano que ensarta una Ariadna
en tu aleación de baja penumbra.
Es bueno tener un secreto
saber que hay un planeta en busca de su nombre.

***

Me pregunto si piensas lo mismo que yo
cuando hablamos
si imaginas qué hubiera sido
a tiempo
salir de las mismas clases o enemigos en común
de haber visto las mismas películas
y besarnos
como se besa la gente a los veinte años
como si los perros se pusieran de acuerdo
con las resonancias
y los libros que llegan a salvarnos

salvarnos confundidos en el eco
darle razón al cuerpo urgido y no celeste
como yo ahogaría peticiones en tu boca
sí, tragar, tragar y pedir que no te guardes nada
dejar las cosas en manos
de las canciones que son el único dios relevante.

Yo no suelo ser así en mis poemas
siempre oculto algo y me doy importancia
hablo de animales antiguos y de maniobras

ahora solo te pido que existas
que me dejes
una nota de voz riéndote
porque sabes que nunca nos veremos

excepto en lo que escribimos.

***

Me avergüenza revelar
que en el tanteo busco estrellas
supongo que ser libre es no incurrir
en la censura de los presagios
por eso te hablo a esta hora
alumbrada por un rocío siniestro
porque quiero ver todo allá arriba
pero siempre despierto en una zanja.

***

El chupacabras nunca llegó
pero yo me fui
el desierto se apuraba opuesto a un cielo coloso
y lo más duro
fue aprender a usar monedas otra vez

mentira
lo más duro fue no borrarme los raspones
de las rodillas
y que las migajas que dejé para regresar
no se las comiera
el perro sin cabeza que nos rige
como signo zodiacal de mierda y opresión

ay en fin
yo me fui, compré un iPhone
la abuela murió
y puede ser
que sus plantas guarden un secreto.

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