«Decidí ser astrofísico cuando tenía nueve años. Recuerdo la noche exacta. El cielo estaba lleno de estrellas. La Osa Mayor y la Osa Menor. Los planetas Júpiter y Saturno. Un meteoro pasó a toda velocidad rumbo al horizonte y vi lo que me pareció una nube atravesar el cielo. Pero para nada era una nube». Con este recuerdo arranca Astrofísica para jóvenes con prisas de Neil deGrasse Tyson.
«Lo que estaba viendo era nuestro barrio cósmico, la Vía Láctea, una región del espacio que contiene cien mil millones de estrellas. Durante casi una hora estuve observando toda esa acción, maravillado. Luego se encendieron las luces y me encontré sentado en el planetario del Museo Americano de Historia Natural», añade deGrasse en este libro (Paidós) que desglosa los misterios del universo con la intención de despertar la curiosidad de los niños y, de paso, despertar vocaciones como la suya.
Él no se equivocó al elegir la astrofísica. Este neoyorkino de 63 años, criado en el barrio del Bronx, es hoy en día uno de los divulgadores más importantes del mundo, quizá tanto como lo fue su mentor, el legendario Carl Sagan, presentador de Cosmos, una serie que años más tarde el propio deGrasse actualizó (e incluso mejoró) en National Geographic Channel, con el título Orígenes.
DeGrasse, quien actualmente es director del Planetario Hayden del Centro Rose para la Tierra y el Espacio e investigador asociado del Departamento de Astrofísica del Museo Americano de Historia Natural, colabora constantemente con los medios de comunicación en podcasts, entrevistas, late shows y hasta cameos en comedias como The Big Bang Theory o Brooklyn Nine-Nine o películas como Batman o Zoolander 2.
Este libro es un peldaño más en su carrera divulgativa. «No espero que todo el que lea este libro desee al instante dedicarse a la astrofísica, pero quizás despierte curiosidad», explica deGrasse.
Y, «si alguna vez te has quedado mirando el cielo por la noche y te has preguntado ¿qué significa todo esto?. ¿cómo funciona? o ¿cuál es mi lugar en el universo?, entonces te invito a seguir leyendo», anima deGrasse en el prólogo de Astrofísica para jóvenes con prisas.
El libro ofrece una comprensión básica de las ideas y los descubrimientos más importantes que ayudan a los científicos a pensar sobre el universo y puede servir para «dejar atónitos a tus padres durante la cena, impresionar a tus maestros u observar las estrellas en las noches sin nubes con una sensación más profunda tanto de comprensión como de asombro», asegura el astrofísico.
Adaptado por Gregory Mone —un prolífico autor de obras de ciencia ficción y no ficción para jóvenes graduado en Harvard— el libro incluye fotos, infografías y explicaciones adicionales para comprender incluso los conceptos más complicados y fascinantes del universo y de la investigación científica.
El libro, publicado por Paidós, consta de 180 páginas, un glosario de términos y una docena de capítulos titulados: La mejor historia jamás contada, Cómo comunicarse con extraterrestres, ¡Hágase la luz!, Entre galaxias, Materia oscura, Energía oscura, Mis elementos favoritos, ¿Por qué el mundo es redondo?, El universo invisible, Un paseo por nuestro barrio solar, Cómo vería un extraterrestre la Tierra y Mirar arriba, pensar en grande.
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