En este omoshiroi que os sirvo en Zenda, publico una vez al mes un diario de lecturas y conversaciones sobre libros.
Martes, 1 de marzo
Y seguimos diciendo y escribiendo Kiev y no Kyiv.
Miércoles, 2 de marzo
Mi cumpleaños de periodista. Llevo 29 años escribiendo de modo ininterrumpido en diarios nacionales: Diario 16, El Mundo y El Confidencial. En este Miércoles de Ceniza, mi padre, que justo dentro de dos meses cumple 78, celebra 13 años haciendo un programa de radio semanal. Se llama Palmas y Romeros (Onda Color): 571 emisiones. El espacio de la semana que viene irá dedicado a su gran amigo Juan Ramón Gago, que falleció ayer, y con el que compartía micrófono.
Jueves, 3 de marzo
El Festival Escribidores de La Térmica podría celebrarse en cualquier gran ciudad europea o Estados Unidos y no desentonaría. Escucho atento, con devoción, el diálogo entre Vargas Llosa y Mircea Cărtărescu.
—Escribes cuentos y novelas. ¿Cuál es tu sistema de trabajo? ¿Redactas enteramente el texto o lo vas corrigiendo muchas veces con muchas versiones? —pregunta MVLL.
—Señor Vargas Losa, yo le he leído que usted no cree en la inspiración.
El público se ríe y Cărtărescu, con su despacio hablar, melena tranquila y oratoria que envuelve al auditorio, contesta:
“Para mí la escritura es una colaboración entre dos fuerzas completamente desiguales y, en cierto sentido, opuestas entre sí. Está mi parte de profesional de la escritura, igual que usted, y hay algo más que me supera que no puedo controlar, que escribe el libro en mi lugar.»
Vargas Llosa lee la correspondencia de Flaubert mientras empieza el proceso de escritura de una nueva novela. Le aporta una gran luminosidad en la manera de organizar las ficciones, sigue curioso con el método creativo de Cărtărescu.
—¿Tienes la idea de cómo terminar los cuentos o lo vas descubriendo a medida que los vas acabando?
“Jamás he escrito con un plan previo. Mi escritura es una obra de inspiración permanente. No edito nunca mis textos. Borro tal vez una palabra cada dos o tres páginas. Sé que no me está creyendo… no me cree nadie. Podría enseñarle los cuadernos en los que escribo. Escribo solo a mano y en una especie de trance.»
Cărtărescu se declara devoto de La guerra del fin del mundo y ¿Quién mató a Palomino Molero? Estas novelas de MVLL le golpearon “directamente el corazón”. Es justo lo que me ha pasado al escuchar de viva voz y a escasos metros a estos dos maestros de la literatura universal.
Domingo, 6 de marzo
¿Por qué el pesimismo tiene tanto prestigio?
Martes, 8 de marzo
Leo un fragmento de Mi madre era de Mariúpol:
“Nunca antes había visto amaneceres como los vividos a orillas de aquel lago. Se anunciaban en el horizonte poco después de las tres de la madrugada, con tonalidades rosáceas casi imperceptibles en el cielo, sobre el agua, que iban transmutándose por momentos en una orgía lumínica de irreal belleza. Me extrañaba que todo el mundo durmiera, que nadie salvo yo, al parecer, asistiera a ese teatro cósmico»
La manifestación del 8M es #Fotoper22 en Twitter e Instagram.
Jueves, 10 de marzo
Nunca podré acostumbrarme a los madrugones. Vamos a ver algo positivo. Pues sí, lo hay. Una de las cosas más apetecibles es poder escuchar en directo Más de uno. En la España que madruga, Marta García-Aller, Rubén Amón, Rafa Latorre y Félix José Casillas.
Carlos Rodríguez Braun, a pesar del Gobierno:
“Ya mismo, Expansión”.
“Y la viñeta económica de hoy es…”, anuncia Alsina.
“¡Bueníííísima! Idígoras y Pachi en El Mundo”.
He desvalijado por unas horas mi biblioteca personal de libros de fotografía. Voy cargado a clase con una decena de libros de Fotoperiodismo. No hay retención en el túnel. Los estudiantes observan con detalle las fotografías de los maestros.
¿Y tú? ¿Eres más de Gerda Taro o de Cartier-Bresson?
Sábado, 12 de marzo
Cuando The New Yorker rechazó el cuento «El rastro de tu sangre en la nieve» de Gabriel García Márquez… un año antes de que ganara el Nobel de Literatura. “La historia se caracteriza por la brillantez habitual de su escritura, pero su resolución no lleva al lector a la aceptación de su arriesgada propuesta”.
Martes, 15 de marzo
El cielo está anaranjado, casi rojo. El recurso a que esto es Marte. Llueve barro, mucho barro. Le llaman calima.
Por la tarde escucho a Jabois y Trueba en La Malagueta. El editor Malcolm Otero, el nieto de Barral, cultiva una gran amistad con ambos y se nota la complicidad en las preguntas. Jabois ha escrito su columna en El País en el móvil (ya lleva un par de temporadas con el WhatsApp desinstalado) y Trueba relata, con mucha gracia, con detalle y recreándose, algunas anécdotas. La próxima vez que lo veas dile que te cuente la de la señora del AVE.
Miércoles, 16 de marzo
Xavi Aldekoa, Alfons Rodríguez y Javier Bautista presentan Indestructibles en el cine Albéniz. La mirada cercana a África. Niños soldados, los hermanos de Cabo Verde, el bebé que ya corre tras un parto muy complicado. Esa historia del abuelo que aparece sin que estuviera prevista. Y los colores y aromas del continente que debemos conocer sin prejuicios.
Viernes, 18 de marzo
¿Utilizará Putin armas nucleares en Ucrania? Hay escuchar más las voces de los hibakusha, las víctimas de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.
Sábado, 19 de marzo
Cristóbal Villalobos se hizo malaguista el mismo día que desapareció el Club Deportivo Málaga. Por su libro de hooligan ilustrado se pasea la gloria, los triunfos, las derrotas, algunos descensos e incluso la Champions. Un viaje sentimental a los colores blanquiazules. Cuando fuimos niños soñamos con ser portero en La Rosaleda. Probé en infantiles y me lesioné el dedo en el partido de prueba. Yo incluso nací en la Cruz Roja, frente al estadio, un día de verano, cuando el Málaga jugaba el Trofeo Costa del Sol. Ese año triunfó el Nacional de Montevideo.
Una vez me dijo Fernando Peralta, cancerbero ochentero de mi primer CD Málaga, que cuando sabía que no podría atajar un balón que viajaba directo a la escuadra, él mismo gritaba goollll. Su estirada era perfecta, una palomita en el argot, para que quedara magnífica para la foto del periódico.
Domingo, 20 de marzo
Toñi es una Celestina de los calcetines. Si ve alguno fuera de lugar, los va buscando hasta poder emparejarlos. Hoy ha habido suerte. El azul ha aparecido. Bienvenido de nuevo.
Martes, 22 de marzo
Alfonso Vázquez, autor de novelas de humor y periodista de La Opinión de Málaga, tenía un abuelo maravilloso que quería mucho, pero al que los dioses de la velocidad, y sobre todo de la prudencia, no le habían situado en el podio de los mejores conductores de este reino. De pequeño tuvo varios accidentes, sin importancia, yendo él de copiloto o en el asiento de atrás. Le cogió miedo a los coches (para conducirlos). Los autobuses son sus amigos, anda mucho y se conoce la ciudad como nadie. Los barrios, el paisanaje. Hablamos en mi nipónauto, mallorquín de Son Castelló, y que está a punto de cumplir la mayoría de edad, de futuros periodistas, de literatura y algún que otro majarón.
Miércoles, 23 de marzo
“No me gustan estos días blancos”, dice un gran amigo. Le iba a pedir permiso para poner aquí su nombre. Bueno, no descubro al autor, pero sí incluyo la frase. Estos días blancos. “Cuando estudiaba, en la habitación de la casa de mis padres, me daban mucho coraje al verlos por la ventana”. El sol se ha jubilado durante unos días y las acreditaciones de prensa del Festival se reproducen sin parar desde los alrededores del Cervantes hasta el Soho.
—¿Dónde te apetece comer?
—Donde tú quieras. Tú conoces todo esto mejor.
En el restaurante, decorado por dentro como si fuese una caseta de la Feria de Abril, un grupo de amigos se iba a hacer un selfie y me ofrezco para fotografiarlos. Parecen tiempos pre marzo de 2020. Poco a poco, sí.
Viernes, 25 de marzo
Sara G. Cortijo gana en el Festival con su corto documental Romeo, el nombre del niño de una pareja adolescente.
“Un día entré en el Facebook. Me salió que iba a tener un bebé en 2021, que las iniciales iban a ser una K, y que mi bebé iba a ser encantador. Yo siempre he querido tener un niño, la verdad. Desde que yo era un bebé decía que iba a tener un niño, vaya; desde que yo era una niña chica».
Cortijo exhibe talento detrás y delante de la cámara. No moraliza. La directora narra la situación de la pareja. Hablan las amigas de la protagonista: “Casi todas están embarazadas. Es la moda”.
Sábado, 26 de marzo
Jorge, mi sobrino, cumple 15 años. Merendamos en la terraza de casa de Cristina. El niño/adolescente lleva puesta una camiseta blanca de Tommy Jeans con el antetítulo de 1985. En 1985 yo tenía 13 y deseaba cumplir 14 porque iba a llegar el Mundial de México, el Mundobasket y ya podría salir más. Mirábamos a las niñas con expectación. Ese universo por delante. Todo era muy confuso, inesperado y atractivo.
Lunes, 28 de marzo
Al principio no creía que era una bofetá o un guantazo. Pensaba que le había dado un mascón. Alberto Mielgo gana un Oscar. ¿Quién ha visto la película CODA? Nadie hablará de los premios de 2022. El cine, el arte, pierde otra batalla frente al espectáculo de poner el cerebro en el asiento de al lado cuando ves una película.
Martes, 29 de marzo
Viajo a París de la mano de Brassai. En el Museo Picasso Málaga todavía no han reabierto el guardarropa. Lleve la mochila delante, bien visible.
Miércoles, 30 de marzo
Toñi pide café con sacarina… y luego azúcar para mojar los churros [incluir aquí emoticono del WhatsApp del muñeco tapándose la cara]. Nos reímos. Las maravillosas contradicciones de la vida cotidiana.
Una amiga cuarentañera le dice a otra nada más doblar la calle: “Esos años fueron los de más alcohol de mi vida”.
Jueves, 31 de marzo
En Guadalmar encuentro límites y fronteras. Aquí acaba la ciudad. Y este diario que avanza.
Para empezar: Y seguimos diciendo y escribiendo Ucrania y no Ukraína, o ucranio y no ucraniano, o al revés. Da igual, es abril y a ocho.