El escritor y periodista Máximo Huerta ha ganado la XXVII edición del premio de novela Fernando Lara, dotado con 120.000 euros, con la novela titulada Adiós, pequeño, que cuenta la relación entre una madre y un hijo en una familia en la que «el silencio es la solución de todo».
Como es tradicional, el premio se ha fallado durante la celebración de una cena de gala en los Reales Alcázares de Sevilla, al término de la cual, nada más conocerse el ganador del premio, Maxim Huerta se ha mostrado emocionado y delante de todos los asistentes y haciendo uso del micrófono ha llamado a su madre para darle la noticia y luego pedirle cariñosamente que se fuese ya a la cama.
Tras recibir el premio, Huerta ha explicado a los periodistas que su madre no podrá leer la novela porque «ya ha empezado a diluirse» y que, sin embargo, en los tres años que le ha llevado escribirla —ha matizado diciendo que, en realidad es un libro que empezó a escribir desde sus primeros años de vida— su madre ha sido su principal fuente de información.
El autor ha sorprendido a todos al decir que la primera frase la de la novela ganadora es: «Mi madre hubiera sido más feliz si yo no hubiera nacido», tras lo cual ha afirmado sobre su labor como escritor que «vendrán otras novelas, pero ninguna será como ésta; es la novela de mi vida, la que siempre recordaré».
«No escribí esta novela para publicarla sino porque necesitaba escribirla para mí mismo; y esa libertad es la que también me hizo llevarla a buen puerto», ha asegurado el autor, quien en ningún momento ha querido desentrañar su obra.
Al ser preguntado por lo más sorprendente que le contó su madre ha respondido: «Lo más sorprendente está en la novela, y también es lo que más me ha sorprendido a mí como escritor y como hijo».
A la pregunta de si tras haber escrito Adiós, pequeño se ha sentido liberado, ha contestado negativamente, aduciendo que no se puede recuperar nada de lo que ya ha pasado, mientras que sobre el material autobiográfico que ha empleado ha afirmado tajante que «en el momento en que está publicado, todo es ficción».
Huerta ha descrito la novela ganadora como «una despedida», aunque también ha asegurado que abarca varias generaciones, con hechos que van desde 1937, año del nacimiento de su madre, hasta la actualidad, y sobre todo de la generación de «nuestros padres», que vivieron «en otros escenarios, con otras posibilidades y otros miedos».
La novela, que su autor ha definido también como «muy orgánica», cuenta la vida de varias generaciones de una misma familia e incide en «los secretos guardados por la familia».
También ha señalado que la novela no se la dedica a nadie, una circunstancia de la que ha dicho que se entenderá en cuanto se lea el libro.
Ante la pregunta de si la obra tiene alguna referencia o mención a su breve paso por el Gobierno, ya que dimitió pocos días después de haber sido designado ministro de Cultura, ha hecho un gesto de sorpresa y ha respondido que no.
También ha hablado de su tarea como escritor, una actividad con la que dice disfrutar porque le gusta el oficio, y ha señalado que casi prefiere hablar de su actividad como lector, porque mientras más se lee más miedo se tiene a escribir y, al mismo tiempo, se va perdiendo «el vértigo» que se siente al escribir.
Adiós, pequeño llegará a las librerías el 15 de junio, y ha competido por el premio con otras 364 obras.
Me alegro por él. No me cae bien (aunque es un defecto mío, porque a mì nadie me cae bien), ni pienso como él, pero es uno de los pocos ministros que ha tenido la decencia de dimitir, y eso es digno de admirar, aunque debiera ser lo normal.