Ha sido 2016 un año de aniversarios, homenajes, lanzamientos y milagros literarios. Grandes autores han vuelto a los estantes de las librerías apaciguando la sed lectora de sus fieles. Una página literaria de encuentro directo con los lectores, Zenda, ha visto la luz auspiciada por la pluma y el talento de prestigiosos escritores, periodistas y lectores y el gran creador de la novela moderna, tal y como hoy la conocemos, D. Miguel de Cervantes, ha sido homenajeado por su 400 aniversario.
Tarde, quizá, pero han sido numerosos los actos conmemorativos, las exposiciones, nuevas publicaciones, espectáculos teatrales y proyectos cinematográficos de diversa índole los que han rendido un cálido homenaje a nuestro Príncipe de las letras, el español universal.
Todos los que amamos la literatura no podemos olvidar que este 2016 ha sido también centenario de otros tantos escritores. A la memoria y legado literario de uno de ellos queremos honrar con estas líneas.
En 2016 se cumplía también centenario del nacimiento de uno de nuestros dramaturgos más representativos, Buero Vallejo. Hace escasos meses, la Biblioteca Nacional abrió las puertas de una exposición, “Del dibujo a la palabra”, que conmemoraba su vida y trayectoria. También la SGAE le ha dedicado diversas actividades en estos últimos meses del año. Radio 3 organizó un homenaje a su obra Historias de una escalera con una representación (en directo por la emisora) en los Teatros del Canal de Madrid el pasado 29 de noviembre.
A principios de noviembre la sala Berlanga inauguró una exposición conmemorativa de su figura (este homenaje organizado por la Fundación SGAE ha contemplado una lectura dramatizada de una selección de sus obras y la presentación del libro Campanas a medianoche– adaptación española elaborada por Buero para el guión de la película Campanadas a medianoche de Orson Welles, que jamás apareció en los créditos de la película por expreso deseo de Buero-).
En esta muestra (que permanecerá abierta hasta el 10 de enero) se podrán ver libretos originales de obras como La tejedora de sueños que se estrenó en el teatro Español en 1952, así como reproducciones de algunos de sus dibujos, como el famoso retrato que hizo de Miguel Hernández en la cárcel de Conde de Toreno de Madrid en 1940 (se puede ver otra reproducción de este famoso retrato en la exposición que la BNE dedicó a Buero).
Principalmente conocido por su trabajo como autor teatral, Buero Vallejo fue Premio Lope de Vega por su magnífica Historia de una escalera. Fue miembro de la SGAE, ganó en 1980 el Premio Nacional de Teatro, en 1986 el Premio Miguel de Cervantes y en 1999 el Max de Honor. Desde 1971 fue miembro de número de la Real Academia Española de la Lengua.
En Buero Vallejo es necesario destacar un fuerte compromiso social e histórico. Muchas de sus obras han reflejado el continuo conflicto al que se ha visto sometido el hombre (El Tragaluz o El concierto de San Ovidio). Con el fin de evitar la censura, Buero Vallejo disfrazó a menudo los problemas sociales de problemas morales.
En el teatro de Buero Vallejo, como vemos en Historia de una escalera o La Fundación, el encerramiento es el habitual espacio escénico, una metáfora sobre la existencia humana. En Historia de una escalera la acción dramática se presenta en un espacio inusual que ayuda a marcar el carácter opresivo del espacio.
En casi todas sus obras, los personajes ansían la libertad. Ya sea porque están recluidos en el espacio o porque desean ascender socialmente, los personajes muestran una tensión, un conflicto interno perenne entre el fracaso de las aspiraciones humanas provocado por el inmovilismo y la posibilidad de la realización personal. En su obra En la ardiente oscuridad plantea esta dicotomía a través de la ceguera física de uno de los personajes.
En la magnífica La Fundación es donde mejor se manifiesta ese espacio de reclusión en toda su producción dramática. La obra se desarrolla en una cárcel, lo cual hace inevitable considerar esta configuración escenográfica como una proyección de su propia biografía. En ninguna otra obra se ve más claramente la lucha del propio Buero por huir de la prisión de Conde de Toreno.
Estos últimos días del año se prestan a releer las obras de Buero Vallejo y a analizar algunos de los aspectos sobre su literatura aquí tratados.
Si desean profundizar en el análisis de su trayectoria, les recomendamos un título: La obra dramática de Buero Vallejo. Compromiso y sistema de José Paulino Ayuso (publicación de la RESAD, 2009). Y si no tienen otro plan para estos próximos días festivos, siempre pueden visitar en Guadajalara el primer espacio museístico dedicado al dramaturgo.
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