“Vivir con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro otra vez”, dice uno de los versos de «Volver», uno de los tangos que consagraron a Carlos Gardel como figura indiscutible de la música rioplatense. Así fue también como vivió Isabel del Valle, la “novia eterna” del Morocho del Abasto.
Esta, junto a otro puñado de anécdotas surgidas de los recuerdos de Isabel del Valle, son recogidas ahora en un libro impulsado por Mario Fattori, uno de los nietos de la mujer que rehízo su vida en Uruguay tras el accidente en el que el «Zorzal Criollo» perdió la vida en junio de 1935. En diálogo con EFE, Fattori afirma que el libro surgió como un homenaje a su abuela al cumplirse 100 años del comienzo de la relación entre la “papusa” (hermosa en lunfardo), como Gardel apodó a Del Valle, y su “viejo”, como el rey del tango firmaba las misivas para su “novia”.
“Cuando falleció Gardel, ella se vino a Uruguay para alejarse de los recuerdos que le traía Buenos Aires, todo le recordaba a Carlos”, explica Fattori en base a los cuentos que su abuela le hacía cuando él era niño y adolescente. Ni siquiera la familia que construyó en Uruguay, con hijos y nietos, logró borrar el recuerdo de los años compartidos con el referente de la música popular. Cuenta Fattori en el libro que todas las tardes su abuela escuchaba a “su Gardelito” en su radio portátil.
El libro Isabel del Valle: La novia eterna de Carlos Gardel recopila materiales del archivo familiar de Fattori y relata “esos pequeños detalles que capaz no todo el mundo sabe”. Como por qué Gardel no tuvo hijos, debido a una enfermedad que padeció de niño, o por qué Isabel del Valle y el músico nacionalizado argentino no se casaron. “Siempre se posponía por una cosa o por otra, pero Gardel le prometió muchas veces casamiento a la abuela. Siempre cuando venga de tal gira o de tal trabajo. Siempre él estaba ocupado con su profesión”, explica Fattori en alusión a las argumentaciones que usaba Gardel para no consolidar su vínculo. “Gardel tuvo muchas novias. Sí, tuvo aventuras, otros amoríos, pero la abuela fue la que le duró más de 12 años y era la que él presentaba en público, la que lo acompañaba a las giras, era su novia oficial”, esgrime Fattori, quien dice que el libro “no intenta ni se propuso ser una investigación periodística”.
La publicación contó con la colaboración del escritor Alfredo Mazzei, quien llegó a conocer a Isabel del Valle en 1984 en Pando (sur del país), una localidad uruguaya donde residió la mujer inmortalizada en la publicación y donde aún viven algunos de sus descendientes. Para Mazzei, autor de los textos, el libro “transmite una serie de sentimientos del nieto por su abuela” y también los detalles de esa historia “que, sea como sea, es casi mítica” entre Gardel y Del Valle.
Si bien Isabel y Carlos se dejaron de ver dos años antes del accidente aéreo en Medellín (Colombia) del que esta semana se cumplen 87 años, la prensa de la época titulaba, como atesoran los recortes de prensa que Fattori conserva: “Un corazón de mujer vive hoy la tragedia de muchos corazones”, en alusión a la conmoción que recorrió América al perder a uno de sus artistas más emblemáticos.
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