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4 poemas de León Sierra Páez

León Sierra Páez es un actor, director de escena, realizador de cine, gestor cultural, periodista y poeta nacido en Quito en 1974. Se formó en España en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD), Instituto Oficial de la Radio y Televisión Española TVE (IORTV), Teatro de la Danza, Estudio de Actores de Jorge Eines, Escuela Oficial de Cerámica de la Moncloa y en Ecuador estudió con el Grupo Malayerba hasta 1994. Es Licenciado en Cine y Audiovisuales por la Universidad de Cuenca y cursó el Máster en Psicoanálisis y Teoría de la Cultura de la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid. Para el teatro ha dirigido obras como El Principio de Arquímedes, La Noche Justo antes de los Bosques de Bernard-Marie Koltès, Herida, Baby with the Bathwater, de Christopher Durang y La Voz Humana, de Jean Cocteau. Ha interpretado papeles en largometrajes, mediometrajes y series televisivas en Ecuador y España. En 2009 abrió el Estudio de Actores, donde es maestro de actuación. Fue director del Centro de Arte Contemporáneo de Quito, Director de Fomento de las Artes y la Cultura de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión y Coordinador General de Medios Legislativos en el Asamblea Nacional. Fue también miembro del Comité Editorial de la revista de análisis y crítica teatral El Apuntador. Es fundador y director artístico del Estudio de Actores de Quito.

***

raíces

en el sueño cortado de mi infancia
miradas cruzadas con olor ya muerto
cigarros paisajes que asen las palabras

ahora
cósmica de padre
ebria sintáctica
revuelta

¡estos recuerdos míos!
batazos idénticos
parecen huellas genéticas
voces que se copian en manos lejanas
apellidos inciertos de acentos extranjeros
borrones en verdades que guardo y avivo
irrefrenable aliento

(lejos)
-¡Sierra de las Altas Torres! ¡Coño!

(cerca)
-¿Qué es coño, Madre?

no eran flores
ni algodones
arbustos
ni espesura

fueron pasos de escaleras para perderme dormido
para descubrir mis mundos que soportaban descuidos

era ya los paisajes negados
era entonces miedo de la huida

revelación

a los doce años
me abandonaba
simplemente
y sin ideas –ni deberes–
al disfrute de pequeñas cosas

así
vez a vez
aprendí

y me volví un experto

***

la cadena simbólica

Narciso

mi palabra es una trampa que atesora otras tretas,
estrangula espirales
innúmeras celdas
horizontes paralelogramos,
teoremas
respirar ausente
áspid,
ceniza que ahoga encierros.

mi palabra –mis letras, mi espectro–
golpea secas y amontonadas pacas,
cómodas náuseas
y libretitas de crédito.

soy torsión de elefante atragantando estrellas.

en un latigazo sorprendería al silencio
con susto, con llanto
y con una suerte de burgués moderno
me insulto el lamento.

mi palabra
dueña del miedo
me arrulla
y me miente;
por la noche de la tierra me lleva
me bautiza
y me aterra

***

Orlando David Sierra

desaparecidos todos,
inhabitados y corruptos,
nuestros cuerpos se cansan.

aquellas masas sin nombre
se arremolinan en los fallos del big-bang
y el capital se arredra entre cariátides marmóreas.

confundidos y sin padre
nos hemos visto:
las manos caídas,
los brazos migrados de suciedad ajena,
de país loco,
de golosina antigua.

nos vemos borrachos,
nos vemos perdidos,
apuntando certeros a esa pregunta que pregunta inexacta.

empeñados,
ansiosos,
desprovistos de discurso,
nos prostituimos abiertos,
obscenos y abatidos

son vértigos de droga que nos pierden las pupilas;
es la imagen ácida del humo entre pulmones;
es colapso de deseo entrando por las venas,

enajenando el afecto,
desdibujándonos la vista.

la periferia del mundo
con espasmos
se destila
de tus dientes, hermano,
te lo he visto entre la risa

***

la química del carbono

me gustan las palabras
que están
quién sabe dónde
(hubo mitos)

el juego progresivo del miedo
me ha puesto elegante.

uso el desdén
que mi humanidad mide
para medir
vuestros sueños

la opacidad es un albur

rabioso

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    *** toda junta qué lindo ir al cine un viernes suicida y que la película termine con amigo piedra y que los actores sean tan buenos y que se enamoren bailando   los viernes se me viene la vida encima toda junta y nunca nunca hay nadie que me salve yo no me puedo salvar de nada por ahora sé que mañana cambia porque pasa los viernes la depresión antigua   no me desespero como antes espero que me agarre el sueño mañana me despierto y en el medio cambió todo no tengo pesadillas   qué podría hacer? canciones? comidas?…

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