La mayoría de los inventos ya están inventados. Steven Johnson, en su libro Las buenas ideas, nos explica que muchas innovaciones son el resultado de la unión de elementos que ya estaban presentes, combinados de manera que el resultado final es algo nuevo y mejor que la suma de las partes.
El teatro breve y los entremeses ya los estudiamos en el bachillerato, siempre se ha hecho teatro fuera de los teatros y los espectáculos para pocos espectadores tampoco son una novedad (en demasiadas ocasiones muchos teatros convencionales tienen menos espectadores que un microteatro).
Entonces ¿qué tiene de nuevo el Microteatro? La unión de estos tres conceptos, en una fórmula mágica: 15x15x15. Obras de quince minutos, para quince espectadores, en menos de quince metros cuadrados. Con esos números, y una estructura de salas similar a un multicine, se ha creado la nueva industria del teatro breve.
Desde que el primer Microteatro se abrió en Madrid se han estrenado miles de obras, la fórmula se ha extendido a otras ciudades de España y a países como México, Argentina, o Estados Unidos. Su última aventura ha sido fundar una editorial.
¿Qué está pasando aquí? Es la pregunta que sobrevuela las nueve microobras de este volumen. ¿Estos quiénes son? ¿Qué relación tienen? ¿Por qué se comportan así? Miguel Alcantud juega a desafiar los prejuicios y las expectativas de los espectadores. Los lleva a terrenos incómodos en los que tendrán que plantearse cuál es la actitud correcta (si la hay), ante lo que están viendo.
En un teatro convencional las butacas y el escenario están definidos de manera clara, pero en cada habitación de este libro las normas son diferentes. Los espectadores entran en un juego cuyas reglas se irán desvelando, o no, a lo largo de la función.
¿Quién ha entendido esas reglas y quien no? Es difícil de decir. En los comentarios se habla de espectadores que creyeron que lo que estaba ocurriendo en la habitación era real. ¿Estaban equivocados? ¿Fueron los que más disfrutaron del juego? ¿En realidad reaccionaban a una verdad que no estaba en la obra sino dentro de ellos? Todas las preguntas anteriores son correctas, y alguna más. Al fin y al cabo, cuando más disfrutas de una ficción es cuando crees que es verdad.
Buen conocedor de los mecanismos narrativos, Miguel Alcantud desmonta el reloj de la trama para volverlo a armar de manera que nunca responda a nuestras expectativas. Desde que comienza la obra hay dos relatos paralelos: la historia que interpretan los actores y la que cada espectador va creando en su cabeza. El autor juega a distanciar esos dos relatos, para que el final en la mente se prolongue en el tiempo mucho más allá del final en el escenario.
Es mejor no fiarse de las primeras impresiones. El detective que hay dentro de nosotros intentará desvelar la verdad, separar el bien del mal y asignar culpables. Pero estos intentos de encontrar respuestas se verán frustrados por una escritura que siempre juega a desafiar las expectativas de los espectadores.
Siguiendo las lecciones dramatúrgicas de este libro, le daremos la vuelta a la estructura de esta reseña y terminaremos con el principio de la primera obra del primer lugar donde se hizo Microteatro.
Eric trata de coger el sexo de Ángel. Este le retira la mano. A él le gusta hacer, no que le hagan.
ERIC: Eh, relájate. Ven…
ÁNGEL: No.
ERIC: Pero siempre hacemos lo mismo
ÁNGEL: Aha…
Ángel sigue con lo suyo. Eric le insiste divertido.
ERIC: ¿No quieres probar cosas nuevas?
Les dejo la puerta del libro abierta para que puedan seguir mirando.
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Autor: Miguel Alcantud. Título: Microteatro. Un viaje a Través de 9 microobras. Editorial: Microteatro. Venta: Todos tus libros, Amazon y Casa del Libro.
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