Bono ha escrito sus memorias. En Surrender (Reservoir Books, 2022), el cantante de la banda irlandesa de rock U2 es quien se sienta ahora ante la hoja en blanco para contarnos, por primera vez y en primera persona, los detalles de su formidable vida y las personas con las que la ha compartido.
El subtítulo de Surrender, «40 canciones, una historia», remite a los 40 capítulos que componen el libro: cada uno de ellos lleva por título una canción de U2, y Bono también ha dibujado para encabezarlos 40 ilustraciones originales. En palabras del propio Bono: «Cuando empecé a escribir este libro, aspiraba a entrar en detalle sobre algunos asuntos que antes, en las canciones, solo había esbozado. La gente, los sitios y todas las posibilidades que se me han presentado en la vida. Surrender [«ríndete» o «entrégate»] es un término preñado de sentido para mí. Habiendo crecido en la Irlanda de los años setenta con los puños fuera (musicalmente hablando), no sería el primer concepto que te viene a la cabeza. Es una palabra a la que le di vueltas cuando empecé a pensar en el libro. Sigo forcejeando con ella, con este imperativo que probablemente sea el más capaz de recordarte cuál es tu humilde lugar. En la banda, en mi matrimonio, en mi fe, en mi vida como activista. Surrender es la historia de un peregrino que no progresa… pero con una buena cantidad de diversión a lo largo del camino».
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NACÍ CON UN CORAZÓN EXCÉNTRICO
Este es un libro singular escrito por un artista combativo, que da lo mejor de sí mismo en cuanto aprende a rendirse.
Lleno de anécdotas y momentos irreverentes, introspectivo e iluminador, Surrender es la historia de la vida de Bono, ordenada —hasta cierto punto— en torno a cuarenta canciones de U2.
De padre católico y madre protestante, Bono se crio al norte de Dublín durante una época de creciente violencia sectaria en Irlanda. La muerte de su madre cuando él tenía catorce años fue la ausencia que dio paso a su necesidad de buscar una familia.
Empezó a vivir pensando que era mediocre, sin saber que toda su vida sería una lucha continua contra la idea de que todo el mundo es mediocre.
En cuanto a su creatividad, es caótica pero omnipresente: en el estudio, sobre el escenario, en las protestas, en los salones del Congreso o en el bar de la esquina.
Conoceremos sus problemas de ira, que sirven de contrapunto a sus reflexiones sobre el amor y la no violencia, y también confesará que tiene un ego «más alto que su autoestima».
A lo largo de cuatro décadas, U2 pasaron de ser unos adolescentes con grandes aspiraciones a convertirse en la banda más importante del mundo, y Bono fue dejando atrás el activismo a tiempo parcial para emplearse en cuerpo y alma a conseguir la condonación de la deuda de los países más pobres y a convencer a varios gobiernos, en particular al de Estados Unidos, de que respondiesen a la emergencia mundial contra el SIDA. Así, lo acompañaremos en el nacimiento de PEPFAR (el Plan de Choque del Presidente para la Ayuda contra el SIDA), que en su día se convirtió en la mayor intervención sanitaria de la historia de la medicina con el objetivo de luchar contra una sola enfermedad. Nos describirá a la gente movilizada por ONE, la ONG de la que Bono es cofundador, como «activistas de los hechos», y dirá de su organización hermana (RED) que es la «droga de acceso» al activismo.
Los fans de U2 descubrirán el motivo por el que Bono cree que la banda se ha mantenido unida durante décadas, pese a los enfrentamientos personales y los vehementes desacuerdos creativos, y encontrarán claves para desvelar el significado de algunas de las canciones más famosas e influyentes del grupo.
Las puertas a la vida interior de Bono están abiertas. El desperdicio del potencial humano es un tema recurrente, así como su fe, que define como el proceso de separar la señal del ruido, ese «silbo apacible y delicado» que él oye con fuerza en su matrimonio, en su música y en su lucha contra la pobreza extrema.
Surrender es, por encima de todo, una historia de amor escrita a su mujer, Ali, a quien pidió salir durante la misma semana en que la banda ensayó por primera vez. Alison Stewart indica la dirección a tomar en las escenas más determinantes en este drama, incluido el tercer acto que inician ahora, siempre con más preguntas que respuestas sobre contra qué se debe luchar y cuándo hay que rendirse.
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