Nobel de Literatura en 1984, desarrolló una trayectoria poética que abarcó la práctica totalidad del siglo XX. Involucrado en la vanguardia checa de los años 20, también formó parte del Partido Comunista de su país durante su juventud, desligándose una vez se vio absorbido por la fuerza centralizadora del estalinismo. A continuación reproduzco El barco en llamas, un poema de Jaroslav Seifert.
El barco en llamas, de Jaroslav Seifert
Emprendí el camino al anochecer.
El que busca
suele ser esperado.
Al que espera, le encuentran.
Fui dejando detrás pequeñas ciudades dormidas,
rincones tejidos de hiedra,
donde quedaba aún algo de la música
de primavera,
hasta que me atrapó la noche.
En su oscuridad estalló una llama.
Alguien gritó:
¡Arde el barco!
La lengua apasionada de la llama
rozaba la desnudez del agua
y los hombros de la joven
temblaban de placer.
Bajo las nerviosas ramas del sauce
que daba sombra a la fuente,
en cuyo fondo se oculta la tiniebla
cuando hay luz,
vi a una joven.
Empezaba a amanecer.
Ella intentaba bajar del brocal
un cubo mojado.
Tímidamente le pregunté
si había visto la llama.
Me miró con sorpresa,
volvió hacia atrás la cabeza
y un momento después, dudando, asintió.
Traducción: Clara Janés
Escalofriante y a la vez esperanzador.