Sábado en Zenda. Sábado de clásicos y contemporáneos. Sábado, en este caso, de El coronel no tiene quien le escriba, la que fuese la segunda novela del Nobel colombiano Gabriel García Márquez (Aracataca, 1927 – Ciudad de México, 2014), publicada originalmente en 1961 y recuperada, hace ya casi dos décadas, por el sello DeBolsillo —más recientemente, Literatura Random House ha dado luz a una excepcional edición ilustrada por Luisa Rivera de la misma novela—. Si bien en La hojarasca, su debut en la novela, García Márquez había plantado la semilla de su universo plenamente imaginativo, en esta otra trató de acoplar más su vertiente periodística al quehacer narrativo, construyendo un relato pleno de fuerza política y que antecedería, en lo estilístico, a otros ejercicios como Relato de un náufrago o Crónica de una muerte anunciada.
Tras el barroquismo faulkneriano de La hojarasca, esta segunda novela supone un paso hacia la ascesis, hacia la economía expresiva, y el estilo del escritor se hace más puro y transparente. Se trata también de una historia de injusticia y violencia: un viejo coronel retirado va al puerto todos los viernes a esperar la llegada de la carta oficial que responda a la justa reclamación de sus derechos por los servicios prestados a la patria. Pero la patria permanece muda…».
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Autor: Gabriel García Márquez. Título: El coronel no tiene quien le escriba. Editorial: DeBolsillo. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
A mí, el Coronel no tiene quien le escriba, siempre me ha desgarrado, no solo el alma, también el espíritu. Siempre me ha dejado abrumado el marasmo ensordecedor de injusticia que narra la obra. Lo único que me logra restituir es la categórica frase de cierre del Coronel, ante la pregunta «voraz» de la esposa.