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Tres poemas sobre la vejez

Tres poemas sobre la vejez

Para Platón era un «estado de reposo y de libertad de los sentidos». Reynol Pérez Vázquez selecciona tres poemas sobre la vejez, traducidos por él, de Erika Burkart, Emmanuelle Riva y Kristín Dimitrova.  

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Erika Burkart

(Aarau, 1922- Muri, Suiza, 2010). Una de las poetas más destacadas de la literatura suiza en lengua alemana. Cultivó la poesía y la prosa. Entre sus volúmenes de poemas figuran Der dunkle Vogel (1953), Schweigeminute (1988) y Langsamer Satz (2002). Moräne (1970) y Der Weg zu den Schafen (1979) son dos de sus novelas. En reconocimiento a su obra literaria recibió —entre otros galardones— el Gran Premio Schiller (2005), hasta entonces la primera mujer en obtenerlo.

Hogar

Quemada la bombilla,

sucios los zapatos,

corto el día y exigua la luz,

no me ha quedado casi nada

más que tristeza y seleccionar los libros;

quiero ahora leerlos otra vez,

antes de que los viejos ojos se nublen en lo negro

-porque debieran de estar ahí,

se supone- libros sin reconocer.

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Traducción del alemán: Reynol Pérez Vázquez. © Ernst Halter

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Emmanuelle Riva

Paulette Germaine Riva (Emmanuelle Riva) nació el 24 de febrero de 1927 en Chenimenil, Vosgos, Francia, y creció en Remiremont. La cinta Hiroshima, mon amour (Alain Resnais, 1958) le dio renombre mundial como actriz y con Amour (Michael Haneke, 2012) reconfirmó este prestigio ante las nuevas generaciones. Su debut en la poesía —la cual la apasionaba desde niña— fue en 1975 con el volumen Le Feu des miroirs (Editorial Librairie Saint German-des-Près. Al año siguiente apareció bajo el mismo sello Juste derrière le sifflet des trains. Nouvelles Éditions latines, por su parte, publicó L’otage du désir: poèmes (1982). En octubre de 2014 la editorial Bayard reunió en un volumen nuevos textos de Riva incluidos en los tres libros anteriores, además de otros más recientes, bajo el título C’est Délit-Cieux! Entrer dans la confidence. Riva falleció el 27 de enero del año 2017 en París. 

El último pueblo 

                        – en las calles –

 

Los viejos

son el hueso del tiempo

cada vez

tienen menos

 

se parecen

a los álamos temblones

del invierno en los jardines

 

la mirada

se demora

estanque espejo

reserva para la sed de las bestias

 

los huecos en la sonrisa

rastrillan los recuerdos

 

Dios cosecha

restos de piel marchita

más suave que el silencio.

 

Noche del 10 al 11 de diciembre de 2010

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Traducción del francés: Reynol Pérez Vázquez. © Herederos de Emmanuelle Riva

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Kristín Dimitrova

Nació el 19 de mayo de 1963 en Sofía, es poeta y narradora. Hizo estudios de Filología inglesa en la Universidad de Sofía, donde actualmente trabaja. En poesía ha publicado doce volúmenes. En narrativa es autora de tres libros de cuentos. Sabacio, su primera novela, fue traducida por Reynol Pérez Vázquez y publicada en México en el 2016. En junio de 2022 publicó Volveré por ti, su segunda novela. También ha ejercido el periodismo, el ensayo y la traducción. Sus poemas, cuentos y ensayos han aparecido en antologías y publicaciones literarias en más de veinte idiomas. 

EL PLANETA DE LOS JUBILADOS

Aquí en lugar de sol brillan dos lunas.

Las chimeneas no exhalan humo, para ahorrar.

El planeta de los jubilados

los alberga en casas estrechas.

 

En los frasquitos del alféizar se hallan enclaustrados:

 

un dichoso estío marino, pececillos

cruzando como flechas encima de los enamorados que yacen,

 

dos rizos negros: de no creerse,

 

el último encuentro de aquel mes

con la nieta.

 

De los frasquitos se extrae, solo por las noches, una cucharadita,

para no dañar el corazón.

 

Por arriba de la estantería cuelgan retratos

de rostros impregnados debajo del papel.

Están ya del otro lado,

aguardando.

 

Después de las nueve el blanco cerro de las mantas

augura las buenas noches.

 

Antes del amanecer un coronel desdibujado

salta a caballo por encima del marco

de una fotografía amarillenta e invita

a la anciana a bailar.

 

“No, es muy temprano” –lo despide

y se cubre con esperanzas de un mañana.                       

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Traducción del búlgaro: Reynol Pérez Vázquez.

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Ricardo Molina
Ricardo Molina
1 año hace

Es interesante, en mi juventud no me gustaba la poesía… Pero ahora ?? Pues claro que sí, saludos.

Lic. Mtra. Marcela G. Cabello B.
Lic. Mtra. Marcela G. Cabello B.
1 año hace

Felicidades

Última edición 1 año hace por Lic. Mtra. Marcela G. Cabello B.
Lic. Mtra. Marcela G. Cabello B.
Lic. Mtra. Marcela G. Cabello B.
1 año hace

Excelente trabajo, es difícil traducir y expresar lo que el autor dice en un poema, cuidando no modificar el mensaje que se comparte. Cada poema tiene su propia escencia y no todos podriamos deleitarnos con éstos al no conocer el idioma. Pero quien tiene no sólo el dominio gramatical del idioma sino el saber disfrutar y compartir la belleza, es único.