Cuentan que al editor Carlos Barral no le interesaba ningún paisaje que no hubiera sido previamente revelado por el arte, es decir, que no hubiera sido objeto de una descripción en un relato o de una evocación en una canción o, por supuesto, tema de una pintura. Eso es lo que hacen los autores en las diversas formas de expresión que existen pero, sobre todo, en los libros de viajes, de tan larga, rica y variada tradición entre nosotros que, como demuestran estas crónicas, no solo fueron cosa de los hombres de la generación del 98. Es este un volumen, primorosamente editado en León por Rimpego, con la cantidad exacta de grabados y fotografías, que recoge los escritos que, sobre sus viajes por la mitad norte de España, hiciera Emilia Pardo Bazán en el siglo XIX y que antes publicó en periódicos y, después, en hasta cuatro volúmenes, de los que es éste acertada quintaesencia.
Cantabria, Castilla, Aragón, Galicia y León son los lugares a los que viaja, principalmente en tren pero, también, a caballo, con todo el estruendo y fanfarria de su ya reconocidísima figura. Quiere decirse que no viaja ni mucho menos de incógnito, como pretendió Mark Twain, cuando ya también era un autor famoso y se propuso recorrer de nuevo el Missisippi para dar cuenta de en qué medida había cambiado después de veinte años desde la primera vez que lo frecuentó. O el propio Julio Llamazares, que, cuando escribe El río del olvido, no es aún un autor demasiado conocido y al que, de hecho, ni en su propia tierra parecen identificar. Emilia Pardo Bazán viaja, para empezar, con un séquito, el propio de su aristocrática condición, y es, además, guiada en los lugares que quiere visitar por eminentes eruditos locales. Previamente, se ha documentado al máximo con los libros esenciales de la época sobre cada lugar y, de hecho, aún después, cuando se ponga a redactar los textos, volverá a recurrir a ellos, a los volúmenes que tenga a mano, que son, en realidad, todos, por lo que hoy sabemos de su bien pertrechada biblioteca.
Resultan, por lo tanto, estos textos, a menudo apabullantes de información, siempre evocadores. La autora contiene bien toda esa erudición con la que se ha armado antes de acometer su empresa y no se permite ver a través de esos libros sino de su propia mirada. Ve a través del talento que ya ha mostrado y aún mostrará en sus novelas, el propio de una escritora, de una poeta casi diríamos, a la que no se le escapa el detalle revelador, el que cuenta la auténtica historia de los lugares que visita. Son prosas estas, por lo tanto, que interesa leer, además de por el placer estético, por la visión que dan de pueblos, ciudades, regiones enteras, que hoy tanto han cambiado, aunque en algunos casos nada. Es este un volumen que en realidad podrá ser leído como una novela, pero no como una cualquiera sino como una de esas de Baroja, con descripción de paisajes, costumbres y acción, mucha acción.
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Autora: Emilia Pardo Bazán. Título: Por la España pintoresca y otras notas de viaje. Editorial: Rimpego. Venta: Todos tus libros, Amazon y Casa del Libro.
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