Georg Johannesen fue un escritor nacido en 1931 en Bergen, importante puerto pesquero noruego, y fallecido en 2005 durante un viaje a Egipto. Licenciado en Letras, fue profesor en la universidad de su ciudad natal, y destacó como novelista, ensayista, crítico y, sobre todo, poeta. Debutó en 1957 con la novela Otoño en marzo, y como poeta en 1959 con Poemas 1959. Años después publicó Ars moriendi (1965), considerado en su país como el poemario noruego más importante del siglo XX, que completó, tras un largo silencio poético, con Ars vivendi (1999). Estos títulos, junto con otros como Nuevos poemas (1996), aparecen íntegros en Antología poética, único libro de poesía del autor en nuestro idioma hasta la fecha, publicado por la editorial Bassarai en 2007 con traducción de Francisco J. Uriz. Presentamos una selección de textos de este libro realizados por el poeta ecuatoriano Juan José Rodinás.
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PROPUESTA DE EXPERIMENTO
Cuando tú que abres mi corazón
con un ruego
no encuentres más que respuestas
es culpa mía.
Cuando tú que abres mi corazón
con un cuchillo
no encuentres otra cosa que sangre
es culpa del cuchillo
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NECRÓLOGO
Necrólogo no es un género, sino una profesión
Eso significa que se puede decir: Es necrólogo
Está muerto, su muerte lo ha matado, de ello murió
Fue por culpa suya por lo que fuimos a aquel entierro
Cojeando caminó tras el nuevo método
qué él esperaba que se iba a poner de moda
Él dicta conferencias sobre un hueso muy viejo
en lugar de hacerlo subir una piedra más joven
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EL PARALÍTICO
Imitando a Po-Chu-l
No se tome muy a pecho que me haya quedado paralítico
viajaré tan lejos como quiera
Por mar lograré convencerles de que remen por mí
y en tierra ustedes me llevarán en aquel coche
Una buena cabeza no necesita pies
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GENERACIÓN
1
Nacido cuando el paro era el 33 por ciento
me lanzo a todos mis trabajos
con dos terceras partes de fuerza, para no parecer
que he nacido como un privilegiado
con una cuchara de oro en la mano
2
Antes de que Hitler hubiese asesinado a cien judíos
ya sabía yo contar hasta cincuenta y sesenta
Con mayor rapidez que Franco conquistando Madrid
conquisté el arte de la lectura. (Teníamos
clase sobre Nerón y los cristianos el día
en que Lorca fue fusilado, junto con
cinco mil culpables e inocentes
A pesar de ello seguimos estudiando)
Dos años después vi tres cadáveres auténticos:
una vieja y dos niños vestidos de verde
en una casa sin paredes, en medio de humo sin fuego
Pero los pirómanos de entonces se llamaban a sí mismos bomberos
la guerra se llamó entonces guerra
Aprendí a leer periódicos
Conté hasta seis millones
y hasta cien mil y hasta cero
Así que cuando llegó la paz, encontré un revólver
lo saqué en la clase de historia, me echaron
de la escuela, y no volví nunca más
Me enamoré por primera vez
Fue poco después de Hiroshima y
tarareábamos una melodía americana
para subrayar nuestra confianza
3
Mi primer coito
tuvo lugar durante la guerra de Corea
La amaba
Ella me amaba
y nuestro lecho fueron periódicos:
Con tal de que no haya guerra.
Con tal de que no haya paz
con desarme y depresión
nos prometimos mutuamente
Queríamos darnos de baja del mundo
pero no conseguimos todos los formularios
4
Luego no me acuerdo
de nada inolvidable
Con anticipos y pagos aplazados
voy conquistando mis años
Pronto tendré la misma edad
que Jesús cuando murió
y pido a la casualidad
que me libre de la cruz colectiva
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EL POEMA CONTINÚA TERMINANDO
1
El poema empieza en el bosque de abetos
¿Qué va a escribir la mano?
Bueno, sí, la mano escribir en la sierra
que elabore el papel: Dejen caer las piñas
Suelten a los presidentes, todo lo demás
es hacerle algo malo al director
porque la previsión meteorológica se ha cumplido
el granizo es nieve en marcha
pero la nieve también tiene que caer
porque la noticia tiene su valor estético
Así, lo bello es bello, la verdad es verdad y viceversa
El poeta Keats cometió un doble error
Así que no vacíes la papelera
No tires nunca un periódico viejo
El comienzo del poema es su encabezamiento
2
Comienza la continuación del poema
Los analfabetos son adivinadores del pensamiento
Los bancos parecen fortalezas, gentes
malvadas han hecho esto necesario
Las oficinas aseguran los puestos de trabajo
Dios tiene problemas de abstinencia en el bosque
Porque él escribió en el verde billete de banco
¿por qué estoy solo?
El poema continúa en la oficina
La creación empieza continuar: pero ¿qué
es verde? ¿Y por qué no sueltan
el tobillo izquierdo del presidente?
Déjalo ir, libre y a descompás con los otros
El estribillo es: Él me mordió en el pie
El poema está escrito con sierra mecánica en el tobillo
3
El poema continúa continuando
la oficina espera la plantación de la universidad
los dientes en torno a la sonrisa del presidente nos acusan
sólo el dentista conoció su dolor más profundo
el poema toman Karis optimista
mi defensa antiaérea respira aliviada
el almirante ha aprendido a nadar en cloro de 23°
Y cuando la Marina se de CL en primavera
echaré unas palabras más de infantería
el poema toma un Karis pesimista
los niños lloran pompas de jabón desde la terraza
soy el padre se afeita pero con el jabón de mamá
hasta que no le cortan el cuello no puede oír la gallina ciega
el agua de beber de la madre huele a sudo
el poema empieza a terminar
4
El poema continúa terminando
No podemos proseguir esta conversación
Mientras te encuentres en medio de un rugido tan largo
que he tratado de romper con mi silencio
Pero el estribillo era: Algo con pie
Éstos nacieron un domingo de febrero
en la ciudad de los muslos de la madre, y dijeron:
Eso no lo voy a volver a hacer más
Pero es práctico haberlo hecho una vez
El poema va a terminar de manera anecdótica: el profesor
se hirió en la mano cuando da una conferencia sobre
el juicio final, la explicación sobre el diluvio
fue por ello retrasada el semestre de otoño para aquellos
que habían elegido la creación como programa especial
El poema deja de continuar
Yo también aprendí a contar, mientras mi padre, súbito coma, esperaba la muerte.